Y de la mano de los “históricos”, Argentina | El Nuevo Siglo
AFP
Martes, 26 de Junio de 2018
Pablo Uribe Ruan

 

La albiceleste, golpeada, decepcionada –y los demás calificativos que le quiera poner- se enfrenta en San Petersburgo ante una Nigeria con aire en la camiseta, que en el último partido entre ambos, en 2017, bailó a un equipo de Sampaoli parecido al de la semana pasada: frío, desorganizado y sin alma.

Una generación de más de cinco jugadores, que ha perdido tres finales y ha participado en tres mundiales, depende exclusivamente de este partido. No hay marcha atrás; no hay, en caso de que pierdan, una disculpa basada en su rendimiento en los equipos europeos en los que juegan.
 

No. Si hoy pierde Argentina, es previsible que Mascherano, Higuaín, Di María, Biglia y Agüero se despidan de la Selección. Y, ¿Messi? Por los argentinos, que juegue hasta los 50 años; para él quizá sea una despedida anticipada o un retiro temporal mientras el fracaso se convierta paulatinamente en desilusión.

A este grupo de jugadores le llaman “los históricos” por el tiempo que llevan en la Selección. Singularmente algunos creen que se califican así por “sus reiterados fracasos”, pero otros insisten en que tres finales, así hayan sido en vano, son razones suficientes para poner en sus manos el futuro de Argentina en el Mundial.

¿Por qué? Algunos medios argentinos han dicho que al interior del equipo hubo un golpe de Estado. ¿De quién y contra quién? De los jugadores contra Sampaoli. Se especula –no ha sido confirmado- que los “históricos” le dijeron al técnico que hoy el equipo será dirigido por ellos.

“Vení Pipa, hoy vas de 9 en vez del Kun”. Me imagino a Mascherano, con Messi a su lado, decidiendo la formación. Entre la ficción y la realidad, no hay tanta distancia. Aparentemente, Argentina va a salir a jugar así: con todos los históricos”. Lo que significa que se parará en el medio con Mascherano y Pérez; más arriba Banega, Di María y Messi; y arriba Higuaín, por encima de Agüer (atrás saldría con una línea de 4 liderada por Otamendi).

En conferencia de prensa, acompañado por el hoy titular en el arco argentino, Franco Armani, Sampaoli dijo: “Lo lógico sería ir con los de la experiencia”. ¿Se confirmó el golpe?

Esta tesis es muy lejana a lo que había defendido hasta la crítica derrota con Croacia, cuando paró al equipo con una línea de tres y puso de titulares a Mesa y Acuña en el medio, mandando al banco a Di María, Banega y Biglia.

Sampaoli parece haber cedido ante la presión. “Perdes un partido y te hacen sentir un delincuente”, dijo. Él busca dirigir desde la raya y los históricos desde adentro de la cancha. “Leo, hoy es tu día”, le susurrará al oído Di María al 10, mientras éste le dice: “Paráte de 7  y encarará hacia adentro”, como contra Suiza en el 2014.

La ansiedad, el miedo a un nuevo fracaso y la genuina manifestación del dramatismo argentino jugarán un partido aparte. Una generación de jugadores que han ganado todo en Europa ha decidido jugársela por la albiceleste, apartando al técnico y alineando a los suyos.

Creo que Argentina pasará a octavos de final de la mano –de las manos que han hecho falta- de Franco Armani.