AL SEÑALAR su preocupación por la propuesta de reforma a la salud que actualmente cursa en el Congreso, la Federación Colombiana de Gestión Humana, Acrip, se unió a las voces de otros actores frente a la importancia de profundizar en los impactos que tendría en los diferentes sectores.
Para Acrip preocupa particularmente los impactos directos en los empleadores y en el talento humano en caso de ser aprobada tal y como está planteada la reforma, ya que la propuesta no deja clara las fuentes de financiación y fragmenta la atención y la representatividad de los usuarios, por lo que podría afectar el bienestar de las personas e incrementar costos para las empresas en el cuidado de salud de los empleados.
Señala la entidad que “el debate de la reforma a la salud no puede reducirse y centrarse únicamente en la eliminación o continuidad de las EPS, ya que la salud es un derecho fundamental de todos los colombianos y un tema que debe preocupar a cada ciudadano, incluido, por supuesto, el sector empresarial en general”.
Sostiene que “las empresas y los empleados son dos grandes aportantes al Sistema de Salud en Colombia, por lo que las decisiones que se tomen en torno a una reforma a la salud nos deben importar a todos. Todas las empresas del país juegan un rol fundamental en el Sistema de Salud, aportan el 8,5% de cada empleado y en ellas convergen los empleados que también hacen su aporte, es decir, estamos hablando del bienestar y la salud del talento humano del país, aspecto fundamental para la productividad y competitividad”.
Desprotección
En un comunicado, Acrip afirma que “mostramos preocupación por una aprobación a la reforma a la Salud tal como está planteada. Nos preocupa que los empleados se vean desprotegidos en el acceso a los servicios de salud, lo que supondría que los empleadores tendrían que asumir gastos adicionales con servicios de salud privados, complementarios o exclusivos”.
Así como con la reforma laboral, el sector empresarial está de acuerdo en que debe haber una reforma a la salud, pero ésta debe construirse y avanzar sobre lo construido, evolucionar, y no afectar lo que ha funcionado bien y es un referente en la región.
Según cifras de Así Vamos en Salud, 2023, el gasto en salud crece de manera acelerada por encima del PIB y del promedio de los salarios, tanto en los países desarrollados como en Colombia. Y al comparar países de la región, Colombia tiene un gasto en salud en porcentaje del PIB menor, no obstante, el gasto público es muy superior a Chile y Brasil.
En este mismo sentido, Acrip hace un llamado al Gobierno nacional para “que las reformas que necesita el país se construyan de forma intersectorial, con todos los actores que influyen, pero también con la participación de los distintos ministerios, ya que está en juego el bienestar de los colombianos que es el talento humano que se requiere para la productividad y la competitividad del país”.
Sinsabor
Esta posición de Acrip se da 24 horas después de la posición de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), al señalar que de los 63 de los 143 artículos aprobados en el proyecto de reforma en el Congreso, ha dejado un sinsabor entre empresas de salud y diferentes sectores políticos.
Según le sugirió las EPS afiliadas a la corporación estarían dispuestas a ceder parte de sus funciones y adoptar la transición a gestoras de salud y vida, siempre y cuando se cumplan algunos requisitos que, para el gremio, quedan poco claros en la polémica reforma.
Y es que según se conoció en un documento enviado el 4 de octubre por Acemi al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, donde se especifica que actualmente las EPS de Colombia no solo se encargan de administrar la salud, sino que deben asumir el manejo de los dineros para garantizar la atención y los servicios, por lo que la nueva propuesta del gremio al Gobierno nacional es aceptar la transición y quedarse solo con la gestión del riesgo en salud y despegándose de la parte financiera del sistema.