Conseguir nuevas fuentes de recursos es una de las tareas más complejas que tienen los gobiernos. En Colombia esta labor se ha resuelto en los últimos años a través del cobro de más impuestos, con la aprobación de varias iniciativas cargadas de gravámenes.

Ese es el caso de la actual administración, que en sus primeros tres años presentó cuatro proyectos de ley de reforma tributaria y aprobó tres de ellos. Es decir, una reforma por cada año de gobierno.

La necesidad del país de conseguir recursos se acrecentó aún más con la llegada de la pandemia del covid-19, pues el parón de la economía, sumado a la financiación que buscó el gobierno y las políticas sociales de subsidios como Ingreso Solidario, hicieron que las arcas de la nación debieran encontrar nuevas fuentes de financiación.

Con la más reciente reforma tributaria, se logró aumentar el recaudo en cerca de $14 billones, para lograr mantener las ayudas sociales y empresariales que instauró este gobierno para apoyar la reactivación económica y frenar el aumento de la pobreza.

Sin embargo, mantener estos recursos a largo plazo no es sostenible, como han indicado diferentes expertos, por lo que la necesidad de una –o varias- reformas tributarias en los próximos años no es una idea descabellada.

Pese a esta situación, en las últimas semanas el precio del petróleo, una de las principales fuentes de ingresos del Gobierno central, ha subido muy por encima de las estimaciones, como la del Banco de la República.

El precio cercano a los US$100 por barril de crudo de referencia Brent, ha llegado como una fuente de agua en medio del desierto, para darles un respiro a las apretadas cuentas nacionales.

Reforma Tributaria

Expertos han señalado que, aunque este gobierno no haga una reforma tributaria, para el presidente entrante será una necesidad la búsqueda de más recursos.

Sin embargo, el aumento del precio del crudo podría hacer que los recursos adicionales que ingresen a la nación sean lo suficientemente aceptables como para frenar, por ahora, la idea de una reforma tributaria.

Para el analista Orlando Santiago, gerente de Fénix Valor, los ingresos adicionales que produciría la renta petrolera a corto plazo, podrían ser equivalentes a una reforma tributaria.

“A corto plazo esto puede traer ingresos adicionales para el país, si el petróleo se mantuviera por los US$100, aproximadamente, cuando los supuestos están entre US$60 y US$70, pues eso significaría unos ingresos adicionales cercanos aproximados a los 10 billones de pesos y, por supuesto, equivalen casi una reforma tributaria”, aseguró Santiago.

Sin embargo, el Gerente de Fénix Valor, dice que estos precios puede que no se mantengan a largo plazo y de ser así generarían un mayor problema en la economía nacional.

Estanflación

En ese sentido, Santiago explica que “el precio del petróleo alto siempre es positivo para los países exportadores de materias primas, pero no es positivo de largo plazo porque el petróleo alto es un insumo o es un costo que está dirigido en casi todo el sector productivo. Entonces, finalmente un petróleo alto lo que hace es disparar la inflación que luego posteriormente generaría estanflación, porque en los países, cuando las empresas tienen costos elevados, los márgenes se reducen”, explicó.

La estanflación es un fenómeno de inflación con recesión económica y luego las materias primas tenderían a caer, pero esto no es posible que se sostenga. Explicó el economista que, “en el caso de Colombia, en el corto plazo pues por supuesto es bueno, si esta tensión en Europa sigue, pero es algo que no pareciera porque ya existe un sobrecalentamiento de la economía americana”.

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Riesgos e inestabilidad

Álvaro Younes, presidente de Fedispetrol, también analizó la situación actual para EL NUEVO SIGLO. “Por supuesto que el conflicto Rusia-Ucrania tiene en vilo sobre todo en la parte económica al globo terráqueo. Hay que recordar que Rusia es uno de los grandes productores mundiales de petróleo, y también esto significa una inestabilidad en caso de un conflicto armado; las compañías prevén, como siempre, un riesgo en este tipo de confrontaciones bélicas, y eso es lo que ha hecho que el petróleo se dispare estos últimos días, inclusive casi tocando el tope de los US$100”, comentó Younes.

Aunque desde su perspectiva, esta situación no es sostenible en el tiempo, “uno pensaría que a medida que el conflicto pudiera avanzar los precios se pudieran seguir disparando; sin embargo, creemos que la economía mundial no aguanta, después de esta pospandemia, unos altísimos precios del petróleo”, explicó.

No obstante, sin dudarlo, dice que estos precios beneficiarán las cuentas nacionales. “Estos últimos meses hemos estado por lo menos por encima de los US$85 y ha estado estable en más de US$90 estas últimas semanas. Significa, pues, que el Gobierno colombiano o todos los países que producen poco o mucho, tienen unos ingresos adicionales que no habían sido previstos en sus finanzas y alivia las arcas de estas naciones”, señaló el presidente del gremio petrolero.

Una de las advertencias que lanza es acerca del costo de los combustibles y una posible subida, aunque espera que el actual mandatario mantenga estables los precios: “Para nosotros los colombianos, y aunque no dicen cuánto está ingresando al país, es un verdadero alivio para el Gobierno nacional contar con estos recursos. Esperamos que, por culpa de estos altos precios, el impacto sobre los precios de la gasolina en Colombia se pueda disparar y no sabemos cuál va a ser la política del Gobierno Duque, que ya casi está de salida, aunque faltan unos meses y pudiéramos tener sorpresas con mucho impacto sobre la economía, en caso de que esto sucediera. Al final del día creemos que antes de las elecciones de marzo presidenciales el Gobierno dejará quietos los precios de los combustibles”, puntualizó.

Impacto en el corto plazo

El analista Santiago sostiene que el gobierno no se puede confiar en que este precio se mantenga a largo plazo: “ese no es un ingreso que se pueda relacionar con algo fijo, porque quienes conocen el precio de las materias primas saben que estas son fluctuantes y, particularmente, el petróleo es una de ellas”.

Añadió: “Recuerde que el petróleo estaba a US$100 en el 2014 y en el 2010, luego había correcciones que lo llevaban hasta US$20 o US$30, por tanto, es una materia prima que depende mucho del ciclo económico que viven los países, y en la actualidad el ciclo económico que vive Estados Unidos y Europa es de una recuperación poscovid”.

Si el precio del crudo sigue subiendo haría que se generen presiones inflacionarias, pero los países y las economías más poderosas del mundo tomarán medidas en materia económica.

“Lo más probable es que con una política monetaria, que va a comenzar a cambiar en todo el mundo, particularmente la FED, que ya va a comenzar a subir tasas, puede ser que eso desacelere la economía global, lo que bajaría la demanda de materias primas y por supuesto eso significaría que el precio del petróleo tendería a corregir un poco”, explicó el gerente de Fénix Valor.

Para finalizar, comentó que aún el petróleo no ha disminuido por las tensiones geopolíticas, pero en caso de estabilizarse la situación actual se corregiría de inmediato, “no lo ha hecho particularmente ahora último por la tensión de Ucrania y Rusia, pero si eso se llegara a resolver probablemente deberíamos tener un precio del petróleo y no continuaría subiendo de manera infinita”, señaló.