María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, hace un balance de lo que se espera a nivel comercial con el segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos. Ella está convencida de que el país tiene el potencial de aumentar sus exportaciones a la nación norteamericana y que en esta oportunidad Trump será diferente, en la medida en que tendrá mayor libertad para implementar su agenda.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo fue el balance comercial entre Colombia y Estados Unidos durante 2024? ¿Mejoró con respecto a 2023? ¿Qué expectativas hay en 2025?
MARÍA CLAUDIA LACOUTURE: Las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos demostraron su solidez y potencial de crecimiento en 2024, aumentando un 8 % a noviembre, según el DANE, con un notable desempeño del sector no minero-energético creciendo al 10 %, el agro al 11 % y las manufacturas un 9 %; contrastando de manera contundente con la caída del 1 % en las exportaciones totales del país y reafirmando a Estados Unidos como el mercado más estratégico para la diversificación de nuestra oferta exportable.
Frente a las expectativas para 2025, y a pesar de que las tendencias de las importaciones mundiales para 2025 reflejan un entorno comercial en constante transformación, impulsado por desafíos económicos, geopolíticos y tecnológicos, desde la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, consideramos que, con una política de promoción bien estructurada y el fortalecimiento de la productividad en bienes con ventajas comparativas, Colombia tiene el potencial de aumentar sus exportaciones a Estados Unidos en un 250 %, consolidando su presencia en el mercado internacional más grande del mundo.
ENS: ¿Cree que el gobierno de Donald Trump aceptará renegociar el Tratado de Libre Comercio, tal como lo propone el gobierno de Petro?
MCL: Basándonos en los primeros indicios de la agenda del nuevo mandato del presidente Donald Trump, una renegociación del TLC con Colombia no parece estar entre sus prioridades inmediatas. El enfoque principal de su gobierno estará en temas domésticos, como el control migratorio, la lucha contra el narcotráfico y la protección de la industria nacional, pilares fundamentales de su política interna.
La política comercial y exterior de Trump continúa siendo un medio para reforzar estos objetivos internos. En línea con sus declaraciones, su prioridad será promover la competitividad de la industria estadounidense, especialmente frente a China, y fortalecer la producción nacional. Aunque esto podría abrir oportunidades para países que pueden complementar la cadena de suministro de Estados Unidos, como Colombia, es evidente que cualquier renegociación dependería de intereses estratégicos claramente alineados.
Además, cualquier modificación al TLC requiere no solo la disposición de ambos gobiernos, sino también la aprobación del Congreso estadounidense, lo que añade una capa de complejidad política. Es importante recordar que el TLC ya incluye mecanismos para su revisión, lo que permitiría realizar ajustes puntuales sin necesidad de modificar su estructura general, que ofrece a Colombia acceso libre de aranceles a más de 11.000 partidas.
Colombia debe adoptar un enfoque proactivo para posicionarse como un socio estratégico en la región, aprovechando las oportunidades que surgen de la política comercial de Trump. Esto implica fortalecer su oferta exportable y subrayar su capacidad para contribuir a los intereses comunes de los dos países.
ENS: ¿Cómo cree que impactará en el giro de remesas de Estados Unidos a Colombia una política migratoria más drástica por parte de la administración de Donald Trump?
MCL: Las remesas desde EE. UU. representan cerca del 42 % del total recibido en Colombia y son fundamentales para muchas familias. Una política migratoria más estricta, como la imposición de impuestos a las remesas o el aumento en deportaciones, podría reducir los envíos, encarecer las transferencias y afectar el consumo en regiones como Valle del Cauca y Antioquia.
Para mitigar este impacto, es clave fortalecer la cooperación bilateral, proteger los derechos de los migrantes y diversificar la economía interna para reducir la dependencia de estos ingresos.
ENS: ¿Cuáles deberían ser las prioridades para fortalecer la relación entre los dos países en 2025?
MCL: Colombia debe enfocarse en proponer acciones concretas que se alineen con los intereses compartidos, manteniendo un objetivo claro de fortalecer la cooperación para fomentar el crecimiento económico, social y democrático. La clave estará en identificar áreas de interés mutuo y trabajar de manera proactiva para construir puentes que beneficien a ambas naciones en el marco de esta nueva etapa de relaciones bilaterales.
El dinamismo económico proyectado para Estados Unidos bajo Trump representa una inercia positiva que Colombia puede capitalizar, particularmente en sectores como infraestructura, agroindustria, tecnología, energía y manufactura. Para conectar con este momento histórico será crucial, entre otros desafíos, mantener la estabilidad macroeconómica, garantizar la seguridad jurídica y controlar la delincuencia organizada.
ENS: ¿Qué tanto espacio están ganado los nuevos productos de Colombia hacia Estados Unidos y qué hacer para fortalecerlos?
MCL: Lo primero que hay que decir es que Colombia ha avanzado en su proceso de diversificación con una canasta exportadora mayoritariamente no minero-energética en 59 % a noviembre de 2024, según cifras del DANE.
Adicionalmente, de acuerdo con el índice de diversificación de Herfindahl-Hirschman, el país ha logrado diversificar su oferta de productos a lo largo de los años, pasando de 0,22 en 2012 a 0,1 en 2023 (un valor en cero significa una economía totalmente diversificada).
Y es que Colombia ha logrado tener una proveeduría superior al 50 % en diversos estados de EE. UU. en 302 productos de diferentes sectores. Para seguir aumentando su presencia en ese país es indispensable fortalecer la capacidad exportadora de Colombia, para que las exportaciones sean una estrategia transversal, que permita el desarrollo de las industrias y la competitividad de la cadena productiva.
Por ejemplo, en los 108 productos con ventaja comparativa mayor a 1 frente a China, Colombia aumentó sus ventas en un 11 % a noviembre de 2024 y crecieron otro 21 % en aquellos en los que China disminuyó su proveeduría.
Con el nuevo mandato del presidente Donald Trump, el abastecimiento de bienes intermedios adquirirá mayor preponderancia y en ese proceso Colombia debe y tiene la oportunidad de seguir aumentando presencia.
ENS: ¿Cuáles son los cortocircuitos que pueden existir entre la política de Trump y la de Petro?
MCL: Aunque ambos presidentes comparten interés en temas como migración, narcotráfico y seguridad, sus enfoques para alcanzar estas metas difieren significativamente. Por ejemplo, en la reducción de cultivos de coca y la producción de cocaína, Trump podría optar por medidas coercitivas y de presión, mientras que el gobierno de Petro podría priorizar un enfoque integral que incluya alternativas económicas y sociales para las comunidades afectadas.
Estas diferencias pueden dificultar la colaboración, pero también representan una oportunidad para abrir espacios de diálogo bilateral que permitan encontrar puntos de convergencia. Desde AmCham Colombia insistimos en que el respeto mutuo, el fortalecimiento de la democracia y la construcción de puentes serán claves para lograr resultados favorables para ambos países.
ENS: ¿Considera que va a ser muy diferente este segundo periodo con el primero que ya tuvo Donald Trump?
MCL: El segundo mandato del presidente Donald Trump será diferente en la medida en que tendrá mayor libertad para implementar su agenda. Si bien los objetivos centrales, como el fortalecimiento de la economía, el control migratorio y la seguridad nacional, permanecen similares, este nuevo periodo se caracterizará por un liderazgo más enfocado y decidido.
Según análisis recientes, "el 47.º presidente de Estados Unidos estará menos limitado que el 45.º, aunque sean la misma persona". Esto implica que Trump gozará de un mayor respaldo de su partido, su equipo y las instituciones, aunque no estará exento de restricciones en algunos temas claves de su política doméstica.