Para el sector financiero sería prudente que el Banco de la República reduzca en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia, llevándola de 4,50% en la actualidad a 4,25%, en la próxima reunión de su Junta Directiva.
Esta decisión, aunque no impulsará de forma significativa el consumo de los hogares asediado por alto desempleo del 9,4% y por alta deuda financiera, debería evitar mayor deterioro de la cartera vencida en el futuro cercano.
Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), el Banco de la República debería limitarse a expresar “guías direccionales” de su tasa repo, si existiera consenso al interior de su Junta, en vez de intentar entrar en el detalle de “cuándo y cuánto” se moverá la tasa repo.
Por ejemplo, dada la significativa brecha negativa hoy existente, sí le conviene a la economía saber que el Emisor tiene un sesgo bajista en su tasa repo, para así aprovechar el impulso contracíclico del sector real.
Crecimiento
Si bien prospectivamente los vientos de recuperación internacional, especialmente en Estados Unidos, podrían llegar a consolidar un sesgo moderadamente alcista para el PIB-real de Colombia en el 2018; por el momento la ANIF mantiene inalterado su pronóstico de crecimiento en un 2,3% para 2018.
Crecer a mayor tasa en el rango 2,3% -2,6% según el análisis, requeriría llegar a cristalizar repuntes sostenidos en el precio del barril de petróleo Brent hacia US$60-65/barril y una significativa aceleración de las obras 4G.
Dada dicha debilidad en el sector real, el Banco de la República “se la jugó” con reducciones de 25 puntos básicos en la tasa-repo en su pasada reunión de enero, llevándola al 4,5%, anticipando la reducción que veíamos en marzo.
Pero dio señales erradas al mencionar que no las bajaría más en el corto plazo. Esta circunstancia ha generado un debate sobre las fallas de comunicación del Emisor en materia de “guías futuristas”, sostiene ANIF.
Inflación
A nivel micro-sectorial, la inflación de febrero se expandió principalmente en los grupos de educación 5.86%, transporte 1.03% y otros gastos 0.58%.
Por su parte, el IPP reportó desaceleraciones en su inflación mensual hacia 0,13% en febrero contra el 0,19% un mes atrás; sin embargo, su lectura anual repuntó hacia valores de 3,6% anual.
Según el centro de pensamiento económico, a futuro, se requiere monitorear la inflación de los no-transables, pues ella continúa en 4,95% anual, aunque reduciéndose respecto del 5,37% de un mes atrás. Preocupa el caso de los regulados, repuntando al 6,14% anual frente al 5,3% de enero, debido a la alta inflación en transporte que llegó al 4,92% anual.
El buen resultado de febrero obedeció a que la inflación de alimentos tan solo registró valores del 0,94% anual contra 5,21% un año atrás.
Esta lectura de la inflación headline es una buena noticia y ahora viene acompañada también de una significativa reducción en la inflación subyacente (sin alimentos), la cual ahora se ubica en 4,4% anual frente al 4,61% un mes atrás.
Para los analistas habría existido mayor tranquilidad si esta cifra se hubiera acercado más al 4% anual. Es claro que la debilidad económica del cierre del 2017 con un crecimiento de 1,6% anual en el cuarto trimestre y la actual incertidumbre macro-fiscal y política, pueda beneficiarse de otro recorte en la tasa repo del Banco de la República.