COMO ANTICIPABAN los mercados, la Reserva Federal de Estados Unidos, decidió mantener estables las tasas de interés en un rango entre 5% y 5,5%. Esta medida que era trascendental para la reunión de mañana del Banco de la República, podría hacer que la Junta baje en cerca de 0,5% los tipos como lo anticipan los mercados.
Así pues, el Emisor tomaría la tercera decisión consecutiva de reducción del tipo de política en la segunda reunión con toma de decisión de política monetaria de este año, luego de dos reducciones previas de 25 puntos desde el máximo de 13,25%. Todo esto en un entorno de consistente desinflación en el país.
El bajo ritmo de crecimiento de la economía y la disipación de los choques de oferta serían los fundamentales que permitirían que la inflación se continúe reduciendo en 2024. La reciente reducción de la inflación anual a 7,7% en febrero, que se explicó por la dinámica favorable de los precios de bienes y alimentos, en un contexto de debilidad de la demanda interna, descenso de los costos de producción −en particular, de los insumos agrarios− y al, por ahora, bajo el impacto de El Niño en la producción de alimentos.
Ahora bien, el proceso de desinflación ha sido paulatino y persisten potenciales riesgos alcistas. El fenómeno de El Niño, el elevado aumento del salario mínimo, la indexación, las tensiones geopolíticas y los posibles ajustes del precio del ACPM limitarán la capacidad de la inflación de regresar pronto al rango de tolerancia. Así pues, se mantendría elevada la ponderación de la inflación, aún distante de su meta, en los argumentos de la toma de decisiones de la Junta, a pesar de la evidente desaceleración económica.
Sobre esta base, optar por un recorte de 50 puntos, como lo señalan el Bancolombia, luce razonable ante la evolución reciente de la inflación y sus expectativas. De materializarse este recorte, la postura de política monetaria se mantendría en terreno contractivo, con una tasa nominal de 12,25% y una inflación que se prevé descendería hasta 7,35% anual en marzo.