AUNQUE LA mayor parte de los mercados financieros en sus análisis coincidían que el recorte de las tasas de interés para este mes estaría entre 0,5% y 0,75%, el pensamiento mayoritario era que esta vez la Junta Directiva iba a dejar la prudencia y se arriesgaría por la última cifra.
Sin embargo, como ha sido el talante de los directivos, desde que comenzaron a flexibilizar su política monetaria desde octubre del año pasado desde un máximo de 13,25%, la mayoría se ha inclinado por la prudencia.
Esta vez, prefirieron disminuir los intereses de la tasa de referencia en 0,5% y dejarla en 10,25%. Esta vez hubo tres miembros que pedían la rebaja de 0,75%, pero se impuso la decisión mayoritaria de los otros 4.
Sin duda persisten los temores de que los niveles de inflación permanezcan estables y no bajen lo suficiente.
De acuerdo con el gerente del Emisor, Leonardo Villar, ‒que fue reelegido por otros cuatro años en el cargo‒, “cuatro directores votaron a favor de esta decisión y tres lo hicieron por una reducción de 75 puntos básicos”.
Señaló el gerente que “la inflación anual en agosto se situó en 6,1%, por debajo de lo esperado por el mercado. Las sorpresas a la baja se dieron en las canastas de alimentos por el buen comportamiento de la oferta y en la de regulados por menores ajustes en algunos servicios públicos. La inflación básica sin alimentos ni regulados descendió a 5,5%”.
Percepción
También se anotó que “las medidas de expectativas de inflación para 2025 que se derivan de los mercados de deuda pública se redujeron, mientras que las de los analistas permanecieron relativamente estables. El producto interno bruto (PIB) registró un crecimiento anual del 1,8% en el segundo trimestre en su serie desestacionalizada, impulsado por una demanda interna que creció más de lo proyectado, debido principalmente al dinamismo del consumo privado. Si bien la formación bruta de capital fijo aumentó, se mantiene en niveles inferiores a los de prepandemia. Los indicadores de actividad económica para el tercer trimestre sugieren que la economía habría seguido profundizando su proceso de recuperación”.
“A pesar de la reducción de la tasa de interés en 50 puntos básicos, y de las expectativas de recortes adicionales por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, las primas de riesgo en América Latina aumentaron y en Colombia lo hicieron en mayor proporción. Ello está vinculado, entre otros factores, a la reducción en los precios del petróleo y a la retadora situación fiscal”, agregó.
Esperaban más
Por su parte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, lamentó que la decisión por el recorte de tasas no hubiese sido unánime, “y que no sea posible seguir bajando las tasas al ritmo que se esperaba”.
Según Bonilla, “era el momento oportuno para cambiar el ritmo de 50 puntos a 75 y no fue posible”.
La presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture. dijo a EL NUEVO SIGLO, que “sin duda, el contexto económico actual del país justificaba una reducción más agresiva de la tasa de interés por parte del Banco República. La desaceleración económica, el aumento del desempleo, la caída en la inversión y otras variables clave hacen que una disminución de solo 0.50 puntos sea insuficiente y desconectada de las necesidades reales del mercado”.
Al mismo tiempo, dijo que “resulta acertada la ratificación del gerente del Banco, Leonardo Villar, por un nuevo periodo de cuatro años. Su experiencia y conocimiento serán esenciales para afrontar los desafíos económicos que se avecinan”.
Velocidad de recortes
Por su lado, Jackeline Piraján, economista Scotiabank Colpatria, sostuvo a este Diario, que “se observó que la decisión de la velocidad del recorte de tasas de interés se está volviendo cada vez más complicada. En esta ocasión se tuvo un voto dividido de tres personas votando por una reducción mayor de 75 puntos básicos, mientras que cuatro favorecieron el recorte de 50 puntos básicos. Si se recuerda en anteriores reuniones, se había tenido un sentido de votación de cinco apoyando 50 básicos y sólo dos personas apoyando 75 básicos”.
Asimismo, la economista señala que “hay muchos elementos a tener en cuenta. En términos macroeconómicos, la actividad económica al parecer sorprendió al alza al Banco Central por una recuperación del consumo privado, aun cuando también se tiene debilidad de la inversión. Y en la parte de inflación, si bien se ha tenido progreso, el Banco Central continúa bastante cauto sobre la consistencia de esta reducción de la inflación y está atento a las métricas de inflación básica, que excluyen los bienes volátiles de la medición de precios. Esos dos elementos hubiesen sido suficientes para pensar en una aceleración del recorte de tasas de interés”.
Explica Piraján, que “la mayor restricción que parece enfrentó la Junta en su discusión fue el incremento en la percepción de riesgos sobre Colombia y la región. Resaltaron que, si bien la Reserva Federal bajó más rápidamente sus tasas de interés, en Colombia la prima de riesgo no se dio como se estaba esperando y por el contrario puede que la situación de menores precios del petróleo, y también las discusiones alrededor de los riesgos fiscales, hayan impedido que Colombia se beneficiara de mejor manera del entorno internacional.
Puntualiza la analista que “en Scotiabank Colpatria creemos que todavía hay posibilidad de acelerar el recorte de tasas de interés en las reuniones subsiguientes, dependiendo de cómo evoluciona este debate sobre los riesgos fiscales en Colombia. Interesante notar que el Banco Central sigue esperando que la inflación llegue a su meta del 3% a finales del 2025 y que entre al rango entre el 2% y 4% a mediados de 2025”.
Normalización monetaria
Por su parte, Laura Clavijo, que está a cargo del equipo de investigaciones del Bancolombia, señaló a este Medio, que “se da continuidad al proceso de normalización monetaria, con el séptimo recorte consecutivo, en una medida que es un claro reflejo de la cautela que está predominando en la toma de decisiones por parte del Emisor”.
Aseguran que “este nuevo recorte de 50 puntos básicos responde al espacio que brinda el elevado nivel de la tasa de interés real de la postura de política monetaria en el país. Las métricas de tasa de interés real ex ante se mantienen todas por encima de 6,4%, se trata de una postura claramente contractiva (la estimación de tasa real neutral del Emisor es 2,4%). Así pues, se mantiene en firme el compromiso prioritario de lograr la convergencia de la inflación, pues la cautela domina en la toma de decisiones”.
Reeligen a Leonardo Villar
La Junta Directiva del Banco de la República reeligió por unanimidad a Leonardo Villar como gerente general, 90 días antes de terminar su periodo. “La Junta Directiva del Banco de la República designó por unanimidad a Leonardo Villar Gómez, como gerente general para el periodo de cuatro años que inicia el 4 de enero de 2025”, anunció Alberto Boada, secretario de la Junta Directiva del Emisor. Villar viene desempeñándose en esta labor desde 2021. “Quiero agradecer el apoyo de la Junta Directiva del Banco por el nombramiento, ratificándome por los cuatro años siguientes”, dijo Villar al momento de su participación en la rueda de prensa.
En su perfil profesional, el gerente general Leonardo Villar es economista y cuenta con una maestría en Economía de la Universidad de los Andes; así como un doctorado en Economía del London School of Economics. Según la ley, el gerente puede ocupar ese cargo por cerca de 12 años, lo que significa que el gerente estará hasta 2028 en este rol. El economista ya había trabajado en el Banco como codirector y miembro de la Junta Directiva entre 1997 y 2009.