EL NUEVO SIGLO habló con la presidente de Acolgen, Natalia Gutiérrez, sobre la transición energética, las tarifas de energía y el ‘fantasma’ del apagón en Colombia, a lo que indicó que el sistema soportó el desafió del fenómeno de El Niño, pero lo que viene será retador.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo va la generación de energía en el país? ¿Se podría decir que ya se superó la crisis del fenómeno de El Niño?
Natalia Gutiérrez: Con orgullo puedo decir que gracias a las empresas y al sector que hemos construido en 30 años, logramos superar el fenómeno de El Niño. A diferencia de otros países de la región, como Ecuador, México, Honduras, Panamá, entre otros, en Colombia no se apagó ni un bombillo, pues las plantas hidráulicas hicieron una gestión óptima de sus embalses, las térmicas estuvieron disponibles para dar respaldo al sistema y las renovables variables llegaron a atender casi el 5 % de la demanda nacional.
ENS: El 'fantasma' del apagón fue un tema que preocupó a varios sectores del país. A hoy, ¿cuál es su panorama? ¿Sigue estando sobre la mesa?
NG: Aunque superamos el fenómeno de El Niño, el panorama hacia adelante es supremamente retador, porque dados los retrasos en el desarrollo de proyectos de generación y transmisión, al ritmo que vamos cada evento de sequía futura nos va a poner más a prueba si no entra la energía que estamos esperando. De hecho, un estudio de la Universidad Nacional (sede Medellín) alerta que nos quedan tres años para adoptar decisiones y tomar medidas, con el fin de evitar un déficit de energía firme en 2027, y así lo confirma el Plan de Expansión de Generación y Transmisión de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), quienes proyectan déficit desde el 2026. Ya estamos atrasados haciendo el inventario de cuánto se demora hoy hacer un proyecto de cualquier tecnología. Esto está tomando más de tres años, incluyendo los solares, que son los más rápidos en teoría.
ENS: El cobro en las facturas de energía eléctrica subió recientemente debido al periodo de sequía. Ahora se viene La Niña, ¿esto daría pie para que haya una disminución en las mismas?
NG: El cobro de las facturas de energía en general a los colombianos por cuenta de la generación no subió más de un 7 %. Sin embargo, subió casi un 20 % más en algunas zonas del país por la recuperación de los saldos de la opción tarifaria, lo que no tuvo nada que ver con el fenómeno de El Niño.
ENS: ¿Por qué las tarifas de energía están subiendo más en la costa caribe que en otras regiones?
NG: La estrechez entre oferta y demanda ha tenido impacto sobre los precios de mediano plazo de todo el mercado, pues mientras la demanda crece al doble de lo histórico, solo entra la quinta parte de la nueva oferta esperada. Esto ha sido más complejo en el Caribe, donde la demanda crece aún más rápido, como consecuencia de las condiciones climáticas, incluyendo un verano los últimos meses. A esto se suma el pago de inversiones en distribución y pérdidas, necesarias para mejorar la calidad del servicio, además de primas adicionales del régimen especial del Caribe. Recientemente se ha visto el impacto de la deuda de la opción tarifaria, que tiene un peso importante en esta región. En el mes de abril el cobro de la opción tarifaria representó entre el 8.3 % y el 19.3 % de la tarifa de energía en la costa, mientras que en Bogotá pesa apenas el 3.7 % y en Medellín el 5.2 %.
Transición energética
ENS: ¿Por qué Colombia debe pensar en el modelo de transición energética?
NG: La transición energética puede resumirse como el ecosistema regulatorio, normativo y económico para cambiar la forma en que producimos y consumimos energía, con el objetivo de reducir emisiones. Esto ha ocurrido a lo largo de la historia, pues la sociedad se ha desarrollado consumiendo más y consumiendo mejor, pasando de carbón y biomasa a darles paso a otras tecnologías, como el gas y las renovables. Para eso hay que transformar la oferta, pero eso toma tiempo. Al carbón le tomó 60 años pasar del 5 % al 50 % de producción total en el mundo. Al gas natural le tomó 70 años pasar del 1 % al 20 %. A la fusión nuclear le tomó 27 años pasar del 0 al 10 %. Ahora estamos iniciando el mundo del sol, el viento, las baterías, el hidrógeno.
ENS: ¿Cómo va el país en la transformación energética, según las generadoras?
NG: Colombia inició ese proceso hace 30 años y el balance es muy bueno, tenemos 93 % de cobertura, y energía confiable y todos los días más limpia, pero los verdaderos causantes de la huella de carbono en el país y en el mundo entero son sectores como el transporte, la agricultura y la creciente deforestación. Para el primer trimestre de este año, el aumento en alertas tempranas de deforestación fue del 40 %.
El sector eléctrico está comprometido con caminar este proceso y, como lo dije, lo está haciendo, pero ¿y los otros sectores? ¿En qué van?
Para concluir, mirando la situación desde la diversificación de la matriz eléctrica, reiteramos la preocupación relacionada con el retraso de los proyectos. En 2021 entró solo el 7 % de la nueva capacidad de generación esperada; en 2022, el 28 %, y en 2023, apenas el 17 % de lo esperado. Es importante insistir en que sin seguridad energética no hay transición energética
ENS: Expertos dicen que la energía hidráulica representa el 70 % del suministro de energía, lo que nos hace muy dependientes del clima. ¿Qué decir a eso?
NG: Colombia tiene una de las matrices más limpias y más confiables del mundo, gracias a sus hidroeléctricas. Que tengamos eventos climáticos extremos que nos afecten periódicamente, no quiere decir nada diferente a que tenemos que seguir construyendo hidroeléctricas, dado el recurso tan envidiable que tenemos en Colombia. Esto, sumado a las tecnologías que den soporte, confiabilidad y flexibilidad como las térmicas, la eólica y la solar.
En 2027 el porcentaje de fuentes no convencionales de energía renovable en la matriz eléctrica podría ser del 26 %, muy superior a la actualidad, donde no supera el 5 %, y eso significa que vamos a enfrentar nuevos retos en la operación de la red.
La dilatación
ENS: Hay quienes reprochan el actuar de la CREG y el Gobierno nacional frente a la crisis de energía catalogándolos como “inoperantes”, ya que aseguran debieron haber lanzado una campaña de ahorro masivo adecuada. ¿Qué opina al respecto?
NG: Nos corresponde hacer mención a los escenarios que son indeseables para el sector, que implican la ausencia por varios meses de un regulador con todos sus miembros y que, en algunos momentos, ni siquiera pudo conformar quórum y esto llevó a que el Ministerio en ocasiones buscara ejercer funciones de regulador, que le corresponden a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Sobre la campaña de ahorro de energía, desde Acolgen siempre creímos que era necesario definir incentivos al ahorro. Esto lo hizo de manera tardía.
ENS: ¿Por qué se están demorando los proyectos de energía eólica?
NG: Los proyectos eólicos se están desarrollando en La Guajira, donde el potencial es muy alto, pero el consumo de la región es muy bajo, entonces toca evacuar toda esa energía al centro del país y para eso se requiere una infraestructura de transmisión, como el proyecto Colectora I, que permitirá la conexión de 1 GW de proyectos. Es de conocimiento de la opinión pública que este proyecto ha tenido retrasos por motivos ajenos a la empresa encargada. Afortunadamente, el miércoles 12 de junio se aprobó la licencia ambiental, lo que da la oportunidad de que comience la construcción del proyecto, del que dependen varios parques eólicos, desarrollados por nuestras empresas.