Cepal prevé desaceleración económica en A. Latina para 2023 | El Nuevo Siglo
Xinhua
Miércoles, 19 de Octubre de 2022
EL Nuevo Siglo con AFP

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) volvió a mejorar su previsión de crecimiento de América Latina para este año, de 2,7% estimado en agosto a un 3,2%, pero anticipa que la desaceleración de la economía "se acentúe" en 2023.

El organismo prevé que para Colombia el PIB de este año llegaría a 7,7% y para el próximo alcanzaría 1,9%, producto del impacto de la crisis económica global.

En un comunicado, la Cepal explicó que en 2023 "los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global", producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

La guerra afectó negativamente el crecimiento global "y con ello la demanda externa" de productos regionales, agregó la Cepal, un organismo técnico de las Naciones Unidas con sede en Santiago.

Los países latinoamericanos enfrentarán nuevamente "un complejo entorno para la política fiscal y monetaria" tras las subidas de tasas de interés en el mundo para contener la inflación, lo que repercutirá negativamente sobre el consumo privado y la inversión.

Subregiones

Todas las subregiones de América Latina evidenciarán un menor crecimiento el próximo año: América del Sur crecerá un 1,2% frente a 3,4% de 2022, mientras que Centroamérica y México lo harán en un 1,7% versus 2,5%. El Caribe, en tanto, crecerá 3,1%, sin incluir Guyana, en comparación con el 4,3% de este año.

Chile, con una caída de 0,9% en su PIB, será el país más afectado de la región el próximo año.

La Cepal explicó que la mayoría de los países de la región "se ven particularmente afectados por el bajo dinamismo de China, que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes".


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El organismo también destacó el impacto de la "baja en los precios de los productos básicos y las restricciones al espacio que la política pública tiene para apuntalar la actividad" económica.

En las economías de América Central y México, "el bajo dinamismo de Estados Unidos, principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países, afectaría tanto al sector externo como al consumo privado".

En agosto pasado, el organismo había advertido sobre la incertidumbre económica que mantiene una directa correlación con la inflación y con la volatilidad de tres variables macroeconómicas: la tasa de inflación, el Producto Interno Bruto (PIB) y el tipo de cambio real de las economías.

Inestabilidad

En el artículo titulado “Incertidumbre y crecimiento económico: enseñanzas de América Latina”, Daniel Aromí, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina, junto a los docentes del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur (Argentina), Cecilia Bermúdez y Carlos Dabús, sostenían que los responsables de la elaboración de políticas en la región podrían reducir la inestabilidad y mejorar el desempeño económico mediante la adopción de políticas anticíclicas más estrictas, para así lograr una mayor estabilización de los precios y las fluctuaciones de la producción.

Sus resultados evidencian que las economías emergentes sufren un mayor número de episodios de fenómenos que reducen las entradas o salidas de capital con respecto a las economías desarrolladas, y son más susceptibles de presentar una reducción del financiamiento, depreciación de la cuenta corriente de la balanza de pagos e impactos negativos en su crecimiento.

El análisis realizado para todos los países de la muestra permite concluir que hay, efectivamente, una relación entre el precio de los productos básicos y los episodios de los fenómenos relativos al movimiento de capital de los residentes. Los resultados también muestran que esa relación se vuelve significativa para el capital de los no residentes cuando el estudio se concentra en países con grandes volúmenes de exportación de productos básicos, como la soja, los minerales y el petróleo.