La reciente reforma tributaria que implementó en Estados Unidos el gobierno de Donald Trump con la que aumenta aranceles a los productos metalmecánicos y reduce los impuestos a las empresas norteamericanas de 35% a 21%, podría ser aprovechada por Colombia de acuerdo con un estudio de Invest in Bogotá y la firma Araujo Ibarra, consultores en negocios internacionales.
En efecto, el informe señala que la reforma tributaria del gobierno de Trump ha convulsionado los mercados internacionales de bienes y servicios e intensificado la competencia por la atracción de inversión extranjera directa (IED) en el mundo. La reforma, además de varias modificaciones para incentivar la repatriación de capitales a territorio estadounidense, redujo el impuesto corporativo de una tarifa del 35% al 21%, a primera vista, un incentivo suficiente para motivar a las corporaciones norteamericanas a mantener o repatriar sus inversiones.
El análisis sostiene que “con este nuevo panorama, y con miras a un nuevo Gobierno nacional que recién comienza como el de Iván Duque, es necesario revisar y analizar las herramientas con las que cuenta Colombia para seguir siendo un país competitivo en la atracción de inversión extranjera de calidad”.
Sostienen que “la relevancia de Estados Unidos como socio inversionista en Colombia es evidente. Históricamente, ha sido el principal inversionista en el país: en la última década, invirtió más de US$25 mil millones, los cuales representan alrededor del 19% del total de flujos recibidos por Colombia”.
“De acuerdo con los análisis y pronósticos de expertos, la reducción de la tasa impositiva para las corporaciones estadounidenses podría estar evidenciando una reducción en los flujos netos de IED provenientes de ese país. En este escenario se hace necesario generar un diálogo público-privado donde se evalúen estrategias para mejorar la competitividad del país, no sólo desde el punto de vista tributario, sino también de otras variables que afectan la competitividad a nivel regional”, reza el texto.
Entre las variables que debería implementar el país, los expertos apuntan que “se deben modernizar los instrumentos de atracción de inversión extranjera directa y promoción a las exportaciones de cara a la transformación de los factores de producción en el siglo XXI. También fomentar el uso de las zonas francas como el único instrumento vigente que le permite a los empresarios en Colombia competir directamente con países con tasas impositivas del 21%”.
También se deben “generar estrategias para atraer proyectos de inversión de alto valor agregado con un fuerte componente de investigación, desarrollo e innovación en sectores que se benefician por las modificaciones arancelarias realizadas por la administración Trump, así como promover estrategias de desarrollo productivo regional”.
Sostienen los analistas que “la reforma tributaria de Trump se convierte en un reto para la atracción de inversión extranjera en Latinoamérica. También, sin duda, es una oportunidad de oro para analizar, desde el sector público y el sector privado, diferentes estrategias que permitan a Colombia seguir siendo un centro de desarrollo económico en América Latina”.
“Aprovechando la cercanía que tiene Colombia con Estados Unidos y sus buenas relaciones comerciales, incluyendo el TLC, Colombia debe generar estrategias para fortalecer la industria por medio de la producción y exportación de manufacturas de valor agregado y así mismo atraer inversión extranjera directa a los sectores potenciales de nuestra economía”, asevera el texto.
Y así continúa: “Las empresas metalmecánicas colombianas podrían aprovechar la coyuntura que se originó a partir de la imposición de aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de parte de Estados Unidos a la gran mayoría de países del mundo, por medio de la producción de manufacturas de acero o aluminio con alto valor agregado y cuyo producto final se encuentre dentro de la lista de los productos exonerados de la Salvaguardia 232. Esta decisión fue, en gran parte, el inicio de la “Guerra Comercial”.
Otra gran oportunidad se podría generar para Colombia si Estados Unidos decide imponer un arancel del 25% a las exportaciones de China de 1.333 subpartidas, bajo la Sección 301 de propiedad intelectual, con un valor aproximado de US$46 mil millones. Los productos afectados serían principalmente manufacturas de alto valor agregado e intensivas en tecnología. Se le abren las puertas a Colombia para atraer IED que fabriquen este tipo de productos especializados con materias primas y mano de obra colombiana.
También es importante tener en cuenta la gran ventaja competitiva con la que cuenta Colombia en términos de cumplimiento de origen dentro del Tratado de Libre Comercio con EU. Por el momento, los requisitos de valor de contenido regional que deben cumplir los países Nafta, para exonerar un producto de aranceles, oscilan entre el 50% y el 62,5% y con un posible aumento del 75% para automóviles, mientras que el valor de contenido regional para Colombia es del 35%.
Sostiene el informe que “Colombia también puede abrir las puertas del mercado chino, sobre todo las empresas agricultoras, en consecuencia, de la “Disputa Comercial”, pues la retaliación de China frente a las medidas impuestas por EU, es gravar con aranceles del 15% y el 25% 128 productos estadounidenses”. De dichos productos Colombia tiene la oportunidad de exportarle a China cortes de cerdo congelados, uvas frescas, arándanos, y frutas y nueces congeladas, que actualmente están siendo exportadas por EU”.