El consumo de las familias registró una disminución anual del 0,3 % en la última semana de septiembre y en la primera de octubre, manteniendo la tendencia negativa de la gran mayoría de las semanas correspondientes a agosto, septiembre y lo transcurrido de octubre.

El informe del Bancolombia señala que el balance en lo corrido del año es positivo, con un crecimiento real del 7 % al cierre de septiembre. Sin embargo, los resultados desde finales de julio a la fecha reflejan una ralentización en los niveles de compras.

Este comportamiento se debe, primero, a un marco de comparación más alto a partir del segundo semestre de 2021. Por otra parte, las presiones inflacionarias son una gran limitante para el consumo y, como lo muestra el gráfico mensual, septiembre es el punto de inflexión donde los valores son inferiores en términos reales con respecto a 2021.

La información transaccional del grupo financiero tiene una alta representatividad a nivel nacional, permitiendo medirle el pulso a la economía colombiana con un menor rezago estadístico con respecto a las fuentes oficiales.

En este caso, el indicador de seguimiento a la economía del DANE (ISE), cuyo dato más reciente corresponde a julio, contrasta con el índice Bancolombia, que cuenta con información con cierre a septiembre.

Las ofertas

Durante el último mes el índice de consumo registró 136 puntos, reflejando un proceso de ajuste a la baja en el nivel de compras durante gran parte del tercer trimestre. Por otra parte, desde el lado de la oferta, durante septiembre se realizaron compras con tarjetas Bancolombia en 435.743 establecimientos de comercio, cifra 25 % superior con respecto al mismo mes de 2021 y 2 % por encima del valor registrado en agosto de 2022. Este resultado va en línea con el proceso de moderación en el consumo mencionado anteriormente.

Durante la semana del 29 de septiembre al 5 de octubre, Bogotá fue la ciudad con el mejor desempeño, con un crecimiento del 2 %. En contraste, Cali, Pereira y Pasto fueron las ciudades con las disminuciones más significativas en los niveles de compras, con variaciones negativas cercanas al 14 %.

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El balance del consumo a nivel de las principales ciudades del país ha sido mixto. El mejor desempeño corresponde a Bogotá, dinámica que puede explicarse por el buen desempeño del mercado laboral en la capital del país.

Asimismo, los datos del trimestre móvil junio-agosto de 2022 frente al mismo período de 2021 reflejan un balance positivo, en la medida en que la tasa de desempleo registró una disminución de 3,5 puntos porcentuales (pp) y el total de ocupados se incrementó en cerca de 780.000 personas.

Por otra parte, con la vuelta a la normalidad de la gran mayoría de actividades, las personas que debido a la emergencia sanitaria se desplazaron hacia las ciudades intermedias, han retornado a la capital del país. En el caso de Medellín, los niveles de compras se sitúan por encima de los registros de 2021; sin embargo, para el caso de las ciudades intermedias con cierre a septiembre, hay una ralentización en los niveles de consumo, particularmente en Santa Marta, Pasto y Armenia.

Los pagos

Durante la semana del 29 de septiembre al 5 de octubre, domicilios y pagos en línea fue la categoría con el mejor desempeño, con un crecimiento del 52 %. En segundo orden se encuentran deportes y restaurantes, con una variación real del 17 %. De acuerdo con la demanda, en lo corrido del cuarto trimestre, las categorías relacionadas con hipermercados y tiendas por departamentos, hogar y tecnología, y moda y variedades son las que presentan una mayor disminución en su participación sobre el total de las compras.

De otro lado, los resultados a nivel de categorías de comercio muestran con claridad el proceso de recuperación y vuelta a la normalidad de las diferentes actividades. Por ejemplo, desde el segundo semestre de 2021 y en lo corrido de 2022, segmentos como viajes y entretenimiento tienen un balance positivo, teniendo en cuenta que fueron algunas de las actividades más afectadas durante gran parte de la emergencia sanitaria.

Por otro lado, categorías como tecnología y vestuario y accesorios presentan un proceso de desaceleración durante los últimos meses, que se puede explicar por una disminución en la demanda por esta clase de bienes, debido a cuestiones como incrementos en los precios y ajustes al alza en las tasas de interés.