Crean mecanismo para financiar empresas de mujeres | El Nuevo Siglo
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Viernes, 12 de Junio de 2020
Redacción Economía

 

Un mecanismo para invertir y financiar empresas constituidas por mujeres, fue creado por el Gobierno. En efecto se trata de una iniciativa de política integral que crea un patrimonio autónomo para promover, financiar y apoyar de manera exclusiva emprendimientos, formalización y fortalecimiento empresarial de las mujeres colombianas.

Este instrumento nace como respuesta para hacer frente a los efectos negativos de la pandemia que ha impactado, especialmente y, en mayor medida a las mujeres, aumentando su tasa de desempleo y poniendo en riesgo la estabilidad y supervivencia de sus negocios.

De acuerdo con la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, “los recursos que van a alimentar este patrimonio autónomo vienen de distintas fuentes: del presupuesto general de la Nación; de las entidades territoriales; queremos que los gobernadores y alcaldes sepan que en la medida en que nos apoyen, van a tener un multiplicador, porque van a lograr generar otros recursos, para que se invierta en las empresas de las mujeres, en sus departamentos”.

 

Políticas

Con este plan se busca generar proyectos concretos que empoderen económicamente a las mujeres, apoyando sus iniciativas empresariales y promoviendo su formalización. Esto impulsará la recuperación económica del país, la disminución de la pobreza y el cierre de brechas en cuanto a equidad de género.

“Una de las metas más importantes de nuestro Gobierno es lograr la autonomía económica de las mujeres. Un ingreso más masivo al mercado del trabajo, a las empresas formales, pero también un apoyo permanente a que esas mujeres cuenten con las herramientas necesarias para formalizarse a través de la capacitación, la financiación, la asistencia técnica a las empresas de mujeres porque necesitamos que su ingreso sea estable”, señaló la Vicepresidenta.

En este sentido, también se pronunció el director de iNNpulsa, Ignacio Gaitán: “Siempre hemos estado comprometidos con el desarrollo de las emprendedoras colombianas, y de primera mano, conocemos la creatividad, la fuerza y la innovación detrás de muchos emprendimientos liderados por mujeres maravillosas que ahora, tienen una nueva casa en esta iniciativa liderada por la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y que, desde hoy, cuenta con todo nuestro apoyo”, destacó.

 

Mujer rural

La mujer campesina es una de las prioridades de este patrimonio autónomo, como lo afirmó el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea. “Este decreto llega en un momento oportuno para ordenar la consecución de recursos, para centralizarlos. Debe abordar temas de financiación, asistencia técnica y todo el impulso a través de nuestros programas como “Alianzas Productivas” o “El campo emprende”, que necesitamos para reactivar la economía en el país y para el apoyo directo a nuestra mujer rural”.

La consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo Santos, aseguró que “se necesita un enfoque de género para superar una crisis tan compleja como la generada por el Covid-19.”

Este mecanismo, que será uno de los mayores legados, de este Gobierno, operará como un vehículo financiero a través de una sociedad gestora, para canalizar recursos públicos y privados del orden nacional e internacional destinados tanto a la estructuración como a la colocación de productos y servicios financieros para el segmento empresarial de las mujeres. De igual forma, operará también como un vehículo de desarrollo para brindar asistencia técnica que garantice el éxito de las iniciativas empresariales de mujeres para que sean rentables, escalables, replicables y sostenibles.

De acuerdo con cifras de la OCDE, las mujeres son mayoría en los sectores afectados inicialmente por el distanciamiento social tales como hotelería (60%), el comercio (62%) y los servicios de restaurante (53%).

Debido al cierre de escuelas y centros de cuidado a causa de la pandemia muchas mujeres han visto incrementada su carga de trabajo no remunerado. En Latinoamérica y el Caribe las mujeres dedican 39 horas semanales, en promedio, a actividades de cuidado no remunerado, mientras que los hombres dedican, en promedio, solo 14 horas.