Acciones para enfrentar el difícil escenario de los productores de café adoptaron los representantes de este gremio de Brasil y Colombia, al término de una reunión en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, en Brasilia.
La crisis de precios mundiales del café y el desequilibrio económico en la cadena productiva, que golpea a los caficultores a nivel mundial, fueron los ejes de la reunión.
En la actualidad, los precios internacionales del café están por debajo de los costos de producción, comprometiendo la sostenibilidad económica y la supervivencia de 25 millones de familias cafetaleras en el mundo.
Una gran preocupación son los factores externos que afectan negativamente el precio internacional y a los productores, tales como la especulación financiera de actores ajenos a la cadena que, de forma inconsecuente y perversa, presionan negativamente las cotizaciones del café, forzando movimientos migratorios motivados por la pobreza y el surgimiento de cultivos ilícitos en algunos países.
Los poseedores de los inventarios de café tienen mayor influencia en la formación de los precios internacionales. Por eso es fundamental reequilibrar la balanza actual, desplazando dichos inventarios de los países consumidores a los países productores.
Asimismo dijeron que es necesario el desarrollo de políticas internas en los países productores para apoyar el ordenamiento de la oferta, como el caso de Funcafé en Brasil, que financia la administración de inventarios para evitar la venta en momentos de precios bajos.
Es importante que los inventarios en poder de los países productores sean administrados por el sector privado con base en herramientas de gestión de riesgo de mercado.
Otro punto a trabajar es aumentar el consumo de café en los mercados emergentes y en los países productores, para lo cual se espera contar con el apoyo de la Organización Internacional del Café (OIC).
La gran preocupación de todos los países productores es la concentración de la industria y del sector de distribución, que imponen a los cafeteros, por ejemplo, condiciones de pago abusivas de más de 200 días, que aniquilan cualquier posibilidad de que haya sostenibilidad económica para los productores.
Los programas de algunas compañías multinacionales para promover la sostenibilidad son anulados por sus prácticas comerciales. Igualmente, las organizaciones internacionales sin fines de lucro, que promueven el cultivo de café, tienen que asumir la responsabilidad de la absorción de los excedentes que tienden a ser producidos.
Brasil, Colombia y los demás países productores, tal como expresaron en el Primer Foro Mundial de Productores de Café, en Medellín, Colombia, en julio de 2017, considerarán todas las acciones necesarias para solucionar la crisis que compromete la futura oferta de café y esperan que todos los eslabones de la cadena productiva actúen en forma conjunta y corresponsable debido a la grave situación.
Las naciones cafeteras volverán a reunirse en septiembre, durante la semana de reuniones de la OIC en Londres, para profundizar esta discusión.
Es prioridad de los productores comunicar a los consumidores a nivel mundial la situación actual y la forma en que este escenario del mercado genera una espiral de pobreza en los países productores.