Se mantiene mesa de negociación porque se busca que reajuste sea por concertación y no por decreto

____________

Un avance se dio en un nuevo pulso que sostuvieron los representantes de los trabajadores y los empresarios en la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales en pos de alcanzar un acuerdo para el incremento del mínimo para 2019, pues modificaron sus propuestas.

Las centrales obreras bajaron del 12% y el 10% que plantearon la CUT y la CGT, respectivamente, 9%; en tanto que los empleadores subieron su oferta del 4% al 5%.

A pesar de ello al cierre de esta edición se estaba lejos de alcanzar un acuerdo porque la diferencia entre las propuestas que hicieron las partes es de $39.000 en el incremento del mínimo el año próximo.

El ofrecimiento de los empresarios de un incremento del 5% se traduce en $39.062; mientras que la propuesta que unificaron las tres centrales obreras, la CUT, la CGT y la CTC, del 9% equivale $70.311.

La ministra de Trabajo, Alicia Arango, dijo que “todavía estamos lejos, por lo tanto decidimos aplazar hasta las seis de la tarde (de ayer) para retomar el tema y estudiar las propuestas en busca de un acuerdo”. Añadió que “los que pagan el salario mínimo son los empleadores. Esperemos a ver qué ocurre”.

En tanto que uno de los representantes de los empleadores en la Mesa de Concertación, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Jorge Enrique Bedoya, dijo que “hay que recordar que cuando se ha llegado a un acuerdo entre la Comisión Tripartita, siempre ha estado por el orden de la inflación y un poquito más. Pero en este caso el país tiene una inflación en 2018 del orden de 3,3% y 3,2%, estaríamos hablando que la oferta que se está haciendo es prácticamente 1,7% por encima de la inflación esperada”.

El salario mínimo de los trabajadores en el presente año tuvo un aumento del 5,9%, equivalente a $781.242, con un auxilio de transporte de $88.211.

El pasado miércoles el presidente Iván Duque se reunió en el Palacio de Nariño con representantes de cinco gremios de la producción y expresó su interés de que el incremento del mínimo para el próximo año sea acordado entre empresarios y trabajadores, y no se haga por decreto, como ha sucedido en la mayoría de ocasiones desde que fue creado el espacio de la Comisión de Concertación de Políticas Laborales y Salariales.

Sin embargo, en la reunión los gremios manifestaron su preocupación por los efectos que puede tener en el salario del próximo año el proyecto que crea una prima especial para los empleados que devenguen menos de tres salarios mensuales, el cual fue radicado hace algunos meses por el expresidente Álvaro Uribe.

De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce MacMaster, “lo que hicimos fue poner de presente una serie de preocupaciones respecto de unos proyectos de ley que vienen cursando en el Congreso, especialmente el proyecto de la prima que genera un ruido muy grande”.

Propuesta del Gobierno

Los representantes de los trabajadores manifestaron ayer su descontento porque el Gobierno sigue sin presentar su propuesta de incremento del mínimo para el año entrante.

La ministra Alicia Arango había dicho que el Ejecutivo presentaría una propuesta, aunque recalcó que lo ideal es que empleadores y trabajadores alcancen un acuerdo.

La funcionaria indicó también que si bien los salarios deben correr más rápido que la inflación, aunque los técnicos no estén de acuerdo, un incremento de 0,52% en la  productividad en 2018 -dato que arrojó la medición del Departamento Nacional de Planeación- no es suficiente para dar un salto importante en dicha remuneración.

El presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez, señaló que “estamos de cara a una enorme posibilidad de tener un incremento decente en el salario mínimo, por lo que no se puede ir a la OCDE a decir que estamos en óptimas condiciones sin ver la pobreza por la que pasamos”.

Para el dirigente sindical el gran problema del país es que es uno de los más desiguales del mundo. “En América Latina somos el más desigual, puede que haya países con peores condiciones que nosotros, pero la concentración de la riqueza en Colombia está en pocas manos. Aumenta el número de pobres y se perjudica la clase media, que es fundamental para la democracia en cualquier parte del mundo”.

Dijo que “hoy en día con el salario mínimo la gente no tiene la posibilidad de vivir con un mínimo de decencia, de decoro. Es imposible que una familia viva con un salario mínimo legal. Al menos tres personas en una familia tendrían que trabajar para alcanzar el costo de la canasta familiar y tenemos además una tasa de desempleo e informalidad muy altas”.

Repercusiones

Para los expertos cualquier determinación que se tome sobre el incremento del salario mínimo tendrá repercusiones sobre todo en la generación de empleo.

Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, la definición del salario mínimo debe atender, en primer lugar, el comportamiento de la inflación del año precedente, pues la idea es cumplir la exigencia de la Corte Constitucional de garantizar la capacidad adquisitiva de los colombianos, y en segundo término, el comportamiento de la productividad.

Mejía considera que un incremento muy alto del salario tendría un efecto negativo para el empleo si no se tienen en cuenta estos dos criterios técnicos. “Si hacemos un análisis del impacto que tiene esto en términos de informalidad, sobre todo a nivel nacional y regional, vemos que los departamentos con más baja productividad tienen mayor informalidad”.

Por su parte la ANIF dijo hace algunas semanas que el aumento del salario mínimo no debe sobrepasar el 4%. La sugerencia de la asociación es que se siga la base universal en la que el incremento del salario mínimo es igual a la inflación más la productividad laboral.