Desempleo se habría deteriorado de nuevo por caída de economía | El Nuevo Siglo
EL DESEMPLEO se resiste a caer, sobre todo por el desplome de la demanda por parte de las empresas. /Archivo
Lunes, 30 de Octubre de 2023
Redacción Economía

DEBIDO A la disminución del crecimiento económico de los últimos meses, el desempleo habría detenido su caída que registró hasta agosto, y en septiembre la cifra volvería a dos dígitos.

De acuerdo con un informe del Bancolombia, “estimamos que durante septiembre la tasa de desempleo urbano (13 principales áreas metropolitanas) se habría situado en 10,6% en su serie original, lo cual implicaría un mayor desempleo en términos interanuales (0,2%)”.

Sostiene el análisis, que “de igual forma, esto sería coherente con un cuarto aumento consecutivo en la tasa de desempleo en las grandes ciudades, tal que el indicador dejaría de ubicarse en 1 dígito tras pasar de 9,9% en agosto a 11,1% en septiembre”.

Desaceleración

Señala el informe que “esta desaceleración en el mercado de trabajo sería consecuencia de una debilidad en la demanda del sector privado por mano de obra a raíz de la desaceleración económica, que estaría causando una mayor dificultad para generar nuevos puestos de trabajo o mantener los existentes”. Indica el análisis de la entidad financiera que “por su parte, la participación laboral sostendría las presiones alcistas ante el mayor volumen de ciudadanos que buscan compensar la pérdida de poder adquisitivo ante la persistencia inflacionaria, ya sea a través de un nuevo empleo o de aumentar el número de horas trabajadas”.

Ante esta situación los investigadores dicen que “anticipamos que el mercado laboral profundizaría esta tendencia de menor dinamismo durante el resto del 2023 y buena parte del 2024, ante un contexto económico que se sostendría desafiante en términos de bajo crecimiento económico (1,2% para el 2023 y 0,9% en el 2024) y un lento descenso en la inflación”

 

En los últimos resultados dados a conocer por el DANE, el mercado laboral colombiano parecía haber alcanzado el statu quo que tenía hace ya un par de décadas, con una tasa de desocupación para agosto de 9,3%, lo que significa una reducción de 1,3 puntos porcentuales frente al 10,6% contabilizado en el mismo mes del año pasado. En ese resultado se trataba de un regreso a los niveles usuales antes del choque por la pandemia.

Eso significó que, en agosto, según las estimaciones del DANE, de las 39.615.000 personas en edad de trabajar, 23.161.000 personas estuvieron ocupadas durante ese mes. Esa última cifra refleja un aumento de más de un millón de personas frente al mismo mes del año anterior, otra manifestación del regreso de la normalidad después del choque de 2020.

Ese aumento de personas ocupadas se debe al crecimiento en casi todas las ramas en las que la entidad estadística divide el mercado laboral, especialmente por las 206.000 personas más en las industrias manufactureras; las 184.000 extras en la administración pública, defensa, educación y salud; y las 178 adicionales en agricultura, ganadería y pesca.

Actividades

En ese informe, la entidad de estadística hizo énfasis en el aumento de 151.000 personas en el sector de actividades inmobiliarias, ya que la velocidad de crecimiento para ese sector es significativamente mayor que la de todo el mercado en su conjunto.

A pesar de esas buenas cifras, tres rubros vieron descenso: la construcción, con 51.000 personas menos, el suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos, con una caída de 75.000 personas; y especialmente el de comercio y reparación de vehículos, pues en 2023 hubo 139.000 personas menos dedicadas a ello que en 2022.

Esa recuperación del trabajo ha ayudado, además, a reducir la brecha entre hombres y mujeres. Aunque la tasa de desempleo sigue siendo mayor entre ellas, con 11,8% contra 7,4%, entre los nuevos ocupados hay 509.000 mujeres contra 492.000 hombres. Por eso, la brecha de género ha caído desde agosto de 2002, aunque la cifra de agosto pasado es la más alta que en los dos periodos anteriores.

El crecimiento en el trabajo femenino se debe especialmente al trabajo en servicios, liderados por el sector de alojamiento y servicios de comida, con 176.000 trabajadoras nuevas.