SI NO avanza el proceso de ajuste del precio del ACPM o diésel y eliminar el subsidio que actualmente cubre a los consumidores, el déficit del Fondo de Estabilización en el Precio de los Combustibles (FEPC), llegaría este año entre $6,1 billones y $4 billones.

Así lo señala un informe de ANIF, que la brecha que persiste en el precio del diésel seguirá generando un déficit considerable del FEPC. “Nuestros cálculos sugieren que el Gobierno tendría que implementar un ajuste de más de $5.000 por galón para cerrar también esta brecha”, sostienen.

Asegura el centro de pensamiento que, si el Gobierno toma la medida de aumentar los precios, el FEPC dejaría de ser una “carga consistente para el Presupuesto General de la Nación y libere recursos valiosos para avanzar en proyectos”.

Así como los ministerios de Hacienda y de Minas y Energía llevaron a cabo un proceso de ajuste paulatino del precio interno de la gasolina corriente desde finales de 2022, hasta enero de este año, asimismo se espera que esta acción suceda lo mismo con el ACPM.

Los precios

De hecho, el aumento reciente en los precios internacionales, en un entorno en el que el conflicto en Oriente Medio ha exacerbado los riesgos geopolíticos en el mercado de crudo, podría elevar el diferencial del precio interno del diésel”, aseguran los expertos.

Según el reporte, el año pasado, el diferencial para el ACPM promedió los $6.347 por galón, un nivel elevado, pero inferior al observado en 2022, cuando se ubicó cerca de los $11.008.

A pesar de que la referencia interna ha permanecido estable en los últimos tres años, la disminución en la brecha ha sido posible por la corrección de los precios internacionales y la apreciación del tipo de cambio. En línea con esta tendencia, en lo corrido de 2024 la brecha frente a la referencia internacional se ha ubicado cerca de los $5.800 por galón.

Esta particularidad revela un reto fiscal del Gobierno de cara al FEPC para el 2024: de no subir los precios del ACPM, el déficit causado bajaría levemente y se mantendría por encima de los $10 billones en el año completo.

Objetivos

Indican los analistas que “resaltamos que en 2022 el déficit por este concepto ascendió a los $20 billones y la posterior corrección del precio internacional permitió una disminución hasta los $15,2 billones el año pasado. Para 2024, los cálculos del Comité Autónomo de Regla Fiscal (CARF), apuntan a un déficit de $11,3 billones si no se ejecutan aumentos en el precio de venta. Entre tanto, un caso más alentador, en el que se implementan incrementos que sumen $2.000 a lo largo del año (34% de la brecha actual), llevaría el déficit a niveles de $9,1 billones. Esta estimación es consistente con la proyección de $9,5 billones que presentó el Ministerio de Hacienda en el Plan Financiero”.

Este año el déficit total causado del FEPC, agregando el superávit de la gasolina corriente y el déficit que se generará en ACPM, oscilará entre los $6,1 y los $4,0 billones.

Esto representa una mejora sustancial frente a los niveles observados desde el 2021, pero sigue muy por encima del promedio observado entre 2008 y 2020, que bordeó los $1,1 billones por año.

“Con esto queda en evidencia que, lejos de ser un fondo de estabilización, el FEPC ha tomado más una figura de subsidio al precio de los combustibles. Ahora bien, dada la situación macroeconómica reciente del país y los objetivos de impacto social del Gobierno, lo ideal es la recuperación del objetivo exclusivo de estabilización, antes que la figura de subsidio a los combustibles, tal que el FEPC deje de ser una carga estructural para el Presupuesto y libere recursos valiosos para avanzar en proyectos que tengan un impacto más profundo en el desarrollo económico y social del país en el mediano y largo plazo”.