PESE AL anuncio del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla y del presidente Gustavo Petro de que este año no iba a subir más el precio de la gasolina, desde el 1 de febrero hasta ahora, el valor se ha incrementado en $262,49.
Esta es la suma de un primer aumento el 1 de febrero de $164,49 con el argumento de “indexaciones de los impuestos y del margen minorista”, y el último el pasado 24 de febrero por “el mejoramiento de la mezcla de alcohol carburante que pasa de 8% a 10%”.
Con ello, el precio de la gasolina quedó en promedio en $15.416 mientras el valor del diésel se mantiene congelado en $9.517.
Estos incrementos confirman lo que ya temían los usuarios y es que el Gobierno, antes de decidir un aumento al diésel, con la disculpa que se incrementaría la inflación, va a seguirle cargando el alza a los consumidores de gasolina.
Gradualidad
Desde que el Gobierno emprendió un incremento gradual en los precios de la gasolina desde octubre de 2022 para equiparar el precio de ese hidrocarburo con el de los mercados internacionales, para reducir el déficit del Fondo de Estabilización del Precio de Combustibles, el valor de la gasolina pasó de $9.300 por galón a $15.416, es decir que los usuarios han tenido que pagar $6.600 de más.
Han subido los precios de la gasolina en el país. Antes del gobierno de Gustavo Petro el galón se podía adquirir en un promedio de 9.300 pesos y para este último mes de 2023 su precio se ubica en 15.416 pesos.
De acuerdo con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) indica que el ajuste de la gasolina corriente de $97 se explica por una significativa mejora en su calidad y un impacto ambiental positivo. La entidad informó que el componente de alcohol carburante – etanol en la gasolina que se distribuye a nivel nacional pasará de 8% a 10%, lo cual disminuye la huella ecológica del consumo de este combustible.
“El ajuste de la gasolina corriente se explica por un incremento de la mezcla de alcohol carburante – etanol en el galón de gasolina distribuida en el país, lo cual mejora la calidad del combustible y disminuye su impacto ambiental”.
Así mismo, la CREG aclara que este ajuste por la mejora en la calidad de la gasolina es completamente diferente al del primero de febrero de 2024, el cual correspondió a las indexaciones (actualizaciones) de los impuestos nacional y al carbono, y del margen minorista.
En el comunicado oficial se explica que la variación en el precio de la gasolina también obedece a un ajuste en el precio del ingreso al productor del alcohol carburante – etanol, lo que incide en el costo final para el consumidor.
Cuando el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que en diciembre pasado que en 2024 solo se iba a presentar un aumento de $600 en el precio de la gasolina y que ahora se iba a estudiar de qué forma iban a subir el valor del diésel, los consumidores creyeron que ya había pasado lo peor.
Revisiones
Y aunque el funcionario había dicho que se estaba examinando “exactamente qué tanta falta por cerrar” la brecha entre el precio del combustible en el país y su costo internacional, en las últimas horas el presidente Gustavo Petro aseguró que esa brecha ya se había cerrado y que solo quedaba por hacer un aumento más.
“Hemos logrado cerrar la brecha de precio y acabar el subsidio a la gasolina”, comunicó Petro, a través de su cuenta X. El mandatario añadió que “nos espera un último incremento”, el cual correspondería, en efecto, al anunciado para enero por el ministro Bonilla.
De acuerdo con Petro, a partir de esa alza que se espera para 2024, “el precio fluctuará con los vaivenes del precio internacional”.