Como inconveniente e inoportuna consideró la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), la discusión al mismo tiempo del salario mínimo y el proyecto de reforma laboral.
En carta dirigida a cada uno de los miembros de la comisión VII de la Cámara de Representantes, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, propuso posponer el debate del proyecto de reforma laboral.
De acuerdo con el vocero de los comerciantes, no es procedente discutir una reforma laboral en paralelo a la discusión del incremento del salario mínimo. Las consecuencias que esta reforma trae en materia de incremento de costos laborales, eliminación del derecho colectivo y la rigidez en la contratación, entre otras, podría ubicar a los empresarios en un difícil escenario.
“Los empresarios se encuentran en una encrucijada como consecuencia de los altos impuestos, la contracción de la economía, las altas tasas de interés y el aumento del costo de vida. Así mismo, el alza del precio de la gasolina, que se viene registrando, y el del diésel y los peajes, que anunció recientemente el Gobierno, afectará sensiblemente la estructura de costos, lo que comprometería la viabilidad de muchas micro, pequeñas y medianas empresas del país y en consecuencia la generación de empleo formal”, afirmó Cabal.
Cautela
De igual manera indicó, que cualquier decisión en materia del incremento del salario mínimo debe ser cautelosa y ponderada. Esta debe estar ajustada con base en la inflación y el índice de productividad para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores. Cualquier incremento adicional por encima, como ocurrió en los dos últimos años, puede traer efectos inflacionarios en momentos de desaceleración y contracción económica.
“La responsabilidad de cada uno de los congresistas con sus electores y con sus regiones en el trámite de estas reformas, como la laboral, va a ser determinante para el futuro económico, pero también político del país. Los ojos de todos los colombianos siguen con atención los debates y decisiones que se toman en el legislativo”, agregó.
El dirigente gremial aseguró que la discusión del salario mínimo en el ámbito de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales es un trámite de orden constitucional y legal que, hasta ahora, ha permitido la discusión franca y respetuosa de los asuntos salariales.
“El trámite de una reforma laboral, que no ha sido concertada con el sector productivo, dificultará las negociaciones, generando elementos adicionales a ser tenidos en cuenta por quienes hacen parte de la Comisión”, concluyó.
Al mismo tiempo, Fenalco sostiene que “de aprobarse el proyecto, el aumento de costos laborales – calculado parcialmente-, para una microempresa (con dos empleados contratados por un salario mínimo y un administrador contratado por dos salarios mínimos sería del 18.6%.
En este cálculo no se incluye, dado el tamaño de la empresa que se usó en la simulación, el resultado de aumentar, con cargo a los empleadores -como se propone en el proyecto de reforma laboral, la remuneración de los aprendices. Solo este costo adicional supondría una nueva carga para el sector productivo, superior a los $3 billones anuales, sin contar con el aumento de salario mínimo para el año 2024.
Los costos
De esta forma, el aumento de costos al que se sometería al sector productivo estaría entre el 30% y el 40%.
Señala el gremio que “los efectos de estos aumentos son predecibles: más desempleo, más informalidad y aumento de precios en los bienes finales”.
El Banco de la República, atendiendo un mayor número de variables señaló que el impacto en pérdida de empleos (aumento del desempleo y la informalidad) sería, en promedio, de 454.000 con un cálculo medio, y conservador, de aumento de costos laborales. De acuerdo con dicho estudio, los sectores más afectados serían las actividades profesionales, las artísticas, de recreación y similares, el alojamiento y servicios de comida y el comercio.
Asimismo, ayer el presidente de la Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC), Jorge Enrique Bedoya, dijo que “sobre el proyecto de #ReformaLaboral radicado en el Congreso, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Tal y como fue radicado no se debe aprobar porque puede ser muy perjudicial para el poco empleo formal que genera la ruralidad".