CUANDO LOS mercados esperaban que la economía creciera por encima del 0,5% mensual en noviembre de 2024, el indicador de seguimiento de la economía (ISE), que marca la evolución de la actividad, arrojó un aumento de apenas 0,36%, cuando en su serie ajustada por efecto estacional y calendario se ubicó en 121,35, lo que representó un decrecimiento de 0,94%, respecto al mes de octubre de 2024 (122,50).
De acuerdo con el equipo de investigadores económicos de Credicorp liderados por Daniel Velandia, “el crecimiento de ISE decepcionó significativamente por debajo de la media anual del 1,8”.
Indican los analistas que “secuencialmente, la economía se contrajo un -0,9% mensual. En particular, las tres principales actividades económicas cayeron. La actividad primaria disminuyó un +3,6% (octubre +1,6%). Asimismo, las actividades secundarias reportaron una variación de -1,2% (octubre +0,7%). Por su parte, las actividades terciarias disminuyeron un -0,4% (octubre +0,7%) a pesar del sólido desempeño en las ventas minoristas y el comercio)”.
Actividades
En las actividades terciarias, se destaca que los datos mensuales de ventas minoristas y comercio mostraron un avance (+5,76%) que refleja parcialmente las cifras reportadas por el DANE al respecto. Por el contrario, en línea con los desafíos relacionados con los ingresos fiscales, las actividades relacionadas con el gasto público reportaron una disminución significativa de -1,17% anual.
Para la ANDI, las tasas a las que está creciendo la economía son insuficientes. “Esas tasas de crecimiento no producen riqueza ni desarrollo; no se logra impactar a todos los sectores económicos, la inversión sigue rezagada y perdemos nuestra posición de liderazgo entre las economías emergentes y en la región”.
Según los empresarios, una de las mayores preocupaciones tiene que ver con la debilidad de la inversión productiva, que en términos médicos equivaldría a una “nutrición balanceada”, que evidenció tasas negativas durante cinco trimestres consecutivos y solamente en los últimos meses del 2024 empezó a revertirse. “La productividad de la economía y del trabajo solo se aumentan con significativos crecimientos en la inversión”, sostuvieron.
Acumulado
Con todo, la economía ha crecido 1,7% en lo que va de año, mientras que la percepción se sitúa en 1,6%. “Ambas cifras siguen siendo coherentes con nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2024 del 1,8%. Dados los datos de noviembre es difícil mantener el sesgo alcista sugerido anteriormente por el desempeño del ISE y otros indicadores mensuales de actividad económica”, señalan los investigadores de Credicorp.
Añaden que “en particular, en medio de crecientes desafíos fiscales, la contracción en el desempeño de los sectores relacionados con el gobierno puede presagiar una moderación del impulso fiscal sobre el crecimiento económico este año. Recordemos que mantenemos una proyección de crecimiento del PIB para 2025 por debajo del consenso (2,1%)”.
En cuanto al año corrido de 2024, la labor que más ha crecido es Administración pública y defensa con 4,6%, seguida de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con 3,3%. En el tercer lugar aparece el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado con 2,0%.
Por otra parte, la economía colombiana registró una recuperación lenta y heterogénea en 2024, alcanzando un crecimiento anual de 1,6% en los primeros tres trimestres del año, frente al 0,6% observado en 2023.
Consumo
Para los analistas de Corficolombiana, “la demanda interna mostró un mejor desempeño gracias a un repunte moderado del consumo privado y una recuperación débil de la inversión, la cual sigue rezagada frente a sus niveles prepandemia.
Para 2024, los expertos de esta entidad financiera proyectaron un crecimiento de 1,8%, en línea con una aceleración de la demanda interna y el sector externo. Y para este 2025, calcularon un crecimiento de 2,6%, que prevén esté impulsado por la expansión tanto del consumo privado como de la inversión, aunque con una contribución más reducida del gasto público y las exportaciones.
Igualmente, indicaron que las señales de mejora en la actividad económica durante este año están soportadas en el desempeño de los diversos sectores de la producción que se ubicarían en terreno positivo, excepto minas y canteras. Los principales motores del crecimiento serán el comercio, el entretenimiento y las actividades financieras. “Factores como el alto costo del financiamiento, la elevada carga tributaria y la persistente incertidumbre seguirán afectando este panorama”, concluyeron.
Empleo
Asimismo, en el análisis sobre la actividad productiva, la ANDI dice que “el bajo crecimiento económico impacta al mercado laboral. Si bien se generaron algunos puestos de trabajo en 2024, la creación de empleo se ha desacelerado y la tasa de informalidad lleva a que 6 de cada 10 trabajadores colombianos estén en la informalidad”.
Para noviembre de 2024, la tasa de desocupación fue 8,2%, según el DANE. Analistas de Bancolombia explicaron que la buena dinámica del indicador de un solo dígito ha estado asociada a la resiliencia de las actividades de servicios, especialmente de la Administración pública.
Por otro lado, los investigadores de Credicorp, explican que “como se esperaba, la reducción de la inflación y las tasas de interés han propiciado una recuperación gradual del consumo privado, liderando el proceso de recuperación de la economía (1%). Por su parte, la inversión total (2.6%) se ha beneficiado de condiciones financieras más holgadas, ejecución de proyectos por gobiernos regionales y un proceso de reposición de inventarios tras su fuerte caída el año pasado”.
Consideran los expertos que “la recuperación de la inversión sigue siendo lenta teniendo en cuenta la reducción observada en 2023 (-26%); la inversión fija solo ha avanzado 0,6% (2023: -9,5%), reflejando el mayor ruido regulatorio en sectores estratégicos como energía, petróleo y gas, infraestructura y vivienda (inversión residencial: -5%). Por último, las exportaciones netas han contribuido positivamente (exportaciones: 5% frente a importaciones: 1,4%)”.
Desafíos fiscales
Explican en su análisis los economistas de Credicorp, que “los desafíos fiscales han comenzado a afectar la actividad. Como se esperaba, el gasto público fue un importante motor de la actividad en el primer semestre del 2024 en medio del segundo año de la Administración Petro. Sin embargo, el ajuste del gasto requerido para cumplir con las metas fiscales comenzó a reflejarse en el tercer trimestre, cuando el consumo público cayó -4,3%. Dada la perspectiva fiscal actual, esperamos que el gasto público mantenga una tendencia moderada en los próximos trimestres”.
Para este año, los analistas consideran que “el consumo privado seguirá liderando la recuperación en 2025. Esperamos que la tendencia gradual al alza del gasto de los hogares continúe a medida que la inflación y las tasas de interés sigan bajando. La recuperación reciente en la confianza del consumidor (actualmente en su nivel más alto desde agosto de 2022) y de otros indicadores líderes como las ventas de automóviles (+20% desde julio en promedio) respaldan nuestra opinión. Dicho esto, el futuro de la ley de financiamiento será un factor clave para el resultado final del consumo privado, en medio de la propuesta de aumentar aún más los impuestos para las personas de altos ingresos”.
Recuadro
PIB de 2,1% para este año
Los analistas de Credicorp, sostienen que “nos mantenemos cómodos con nuestra previsión de crecimiento del PIB de 2,1% para 2025, mantenida desde hace tiempo y por debajo del consenso, dada la recuperación gradual de la economía en lo que va de este año y por factores que probablemente impidan que se alcance el crecimiento potencial (2,5 - 3%)”.
Consideran que “la inversión fija privada seguirá siendo modesta debido a la elevada incertidumbre regulatoria en sectores estratégicos de la economía y considerando que 2025 es un año preelectoral, lo que probablemente conducirá al aplazamiento de algunas decisiones de inversión”.
Aseguran que “el gasto público seguirá siendo moderado en medio de restricciones fiscales, así como una contribución negativa de las exportaciones netas, que tiende a ampliarse a medida que se recupera la demanda interna (mayores importaciones) debido a la debilidad estructural de las cuentas externas; y la creciente incertidumbre sobre los precios del petróleo bajo la Administración Trump”.