A pesar de caer 15,7% en el segundo trimestre, a partir de mayo, el Producto Interno Bruto (PIB) comenzó a recuperar parte de lo que había perdido en abril, para recortar en junio 9,09% la disminución.
Antes de que se presentara la pandemia, la economía colombiana era la que mostraba mejores resultados en Latinoamérica. Durante enero y febrero, el comportamiento tuvo variaciones positivas, que se deterioraron a partir de marzo. En enero, la economía creció 3,54%, mientras que en febrero avanzó 4,81%.
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Sin embargo, en marzo -mes en el que inició la cuarentena en el país-, las finanzas presentaron una variación negativa de -4,10%. En abril fue de -20,15%, el mes que más deterioro ha mostrado en el año. En mayo, la variación fue de -16,16% y finalmente, en junio fue de -11,06%.
De otra parte, mientras los mercados esperaban un retroceso del PIB superior a 17% en el segundo trimestre, finalmente, la economía cayó 15,7%.
De acuerdo con el reporte del DANE, durante el primer semestre de 2020, el PIB presenta un decrecimiento de 7,4%, respecto al mismo periodo de 2020. La actividad económica que más contribuyó al decrecimiento del segundo trimestre de 2020 fue comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas; transporte y almacenamiento; alojamiento y servicios de comida con -6,6 puntos porcentuales a la variación anual.
Asimismo, y con respecto al primer trimestre de 2020, cuando el PIB avanzó un 1,4%, la caída fue del -14,9%, señaló el DANE.
De acuerdo con los analistas del Bancolombia, “la pandemia del Covid-19 y las estrategias de contención de las curvas epidemiológicas detonaron un choque de magnitud histórica sobre la economía colombiana”.
Los rubros
Sostienen los expertos que “frente al escenario de nuestra última actualización de proyecciones sobresale un sesgo al alza desde la recuperación de la actividad manufacturera, la solidez del sector inmobiliario y la buena dinámica en los segmentos comerciales de mejor margen. Entre tanto, las presiones bajistas no previstas surgieron de la importante contracción en la inversión en obras civiles y la debilidad en la producción minera a pesar de estar en el grupo de actividades no restringidas por el aislamiento preventivo”.
Durante la presentación de los resultados del PIB y del seguimiento a la economía, Juan Daniel Oviedo, director del DANE, explicó que las actividades de comercio, construcción e industria manufacturera, que movieron la economía durante la emergencia, tuvieron una variación negativa mayor a 11,8% en la variación total de la economía.
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Las mayores caídas las tienen los sectores de actividades artísticas de entretenimiento (-37,1%), comercio al por mayor y al por menor, transporte, alojamiento y servicios de comida (-34,3%), además de construcción (-1,7%). El director del DANE recordó que estos sectores estuvieron restringidos durante todo abril, por lo que la cifra se debe a su inactividad económica durante un tercio del periodo medido.
Por el contrario, hubo tres actividades que sí tuvieron un crecimiento por encima de cero: actividades inmobiliarias (2%), actividades financieras y de seguros (1 %), así como agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (0,1%).
Timonazo
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, dijo que “muy preocupante la caída de la economía en el segundo trimestre, la caída del comercio, hoteles y restaurantes fue nunca antes vista, demuestra que la estrategia no está funcionando, estamos en el peor de los mundos con altos contagios y estamos empobreciendo y acabando con el sector productivo, la economía y el empleo. Hay que dar un timonazo, hay que dar manejo integral desde luego de la salud, pero también de la economía. Las cuarentenas están demostrado que nos llevan al fracaso”.
Seguimiento
De acuerdo con Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, el resultado estuvo en línea con sus expectativas y muestra además, que lo peor en materia económica ya pasó. “Lo positivo en un dato que es tremendamente malo es que el ritmo de recuperación paulatina sí se ve. Cuando usted abre la cifra de -15,7% en el trimestre, resulta que en abril tuvimos la peor contracción con -20,1%, luego en mayo mejora al -16,2% y en junio se ubica en -11,1%”, explicó Mejía.
Recuperación
Según Mejía, lo anterior muestra una recuperación gradual de la actividad económica en la medida en que se han venido reactivando distintos sectores productivos.
“En ese sentido, uno podría esperar un segundo semestre mucho más positivo, no necesariamente con cifras de crecimiento, pero sí con contracciones muy inferiores. A diferencia con la gran mayoría de los analistas del mercado, continúanos con el rango de -5% y -7,9% al terminar el 2020 porque consideramos que hay espacio para que lleguemos a cifras de caída económica cercanas al -3% en la segunda mitad del año. Todo esto va a depender de la dinámica de la crisis sanitaria y la necesidad de tomar nuevas medidas de confinamiento”, puntualizó.
Por otra parte, Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, dice que “una caída de -15,7% nos ubica en el contexto internacional dentro de un grupo de países que tuvieron las mayores contracciones”.
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Sostiene que “la cifra del comportamiento de la economía en el segundo trimestre es un resultado dramático que refleja cómo la economía se fue apagando y de alguna manera, flexibilizando en la medida en que el trimestre pasaba”.
Asegura que “estos datos son muy oportunos, sobre todo en un contexto donde en Bogotá se siguen prolongando las cuarentenas por localidades y creo que llama a generar mecanismos de reactivación inmediatos, por su puesto, manteniendo medidas de prevención y de autocuidado, pero muestra las consecuencias de medidas extremas que debemos replantear”.