El 2019 será el de la consolidación del crecimiento económico para el próximo quinquenio con una meta oficial del 3,5% en el Producto Interno Bruto (PIB). Ana Fernanda Maiguascha, codirectora del Banco de la República dijo que en materia de crecimiento económico, “la magnitud del aumento del crecimiento de 2019 dependería del comportamiento de la inversión. De esta manera, si persiste el nerviosismo de los empresarios, la brecha del producto podría tardar en cerrarse”. Así, Maiguascha prevé que el crecimiento de este año sea de 2,7% y 3,5% en 2019.
Desafíos
Sin embargo, el país tendrá que enfrentar varios desafíos, como lo destacan los investigadores de Bancolombia.
“Desde principios de este año hemos visto cómo el país se ha enfrentado a dos tendencias contrapuestas: una mejora gradual del desempeño interno frente a unos crecientes desafíos en el entorno global y los mercados financieros. Creemos que estas dos fuerzas seguirán marcando el rumbo de nuestra economía durante 2019, aunque estarán condicionadas por las definiciones en materia tributaria y de política económica que se tomarán en los próximos meses”, indicaron.
Señalan además que en materia de crecimiento, “reafirmamos nuestro pronóstico de variación del PIB de 2,6% para 2018 y 3,2% en 2019. La actividad productiva ganará tracción, especialmente a partir del segundo trimestre del próximo año. La aceleración paulatina del crecimiento provendrá de la dinamización de la adquisición de bienes durables y de capital, así como por un mayor gasto de funcionamiento e inversión del sector público”.
Un elemento que podría incidir en el desempeño de corto plazo de la economía es la ley de financiamiento. Los cambios que incrementen la tributación de las personas naturales y reduzcan la de las empresas, provocarán un impacto en el consumo a principios de 2019, que sería compensado por una aceleración de la inversión.
Producción
En lo que respecta a las actividades productivas, se prevé que la minería y la construcción volverán a mostrar registros positivos en 2019, que la industria continuará acelerándose de manera gradual, que la administración pública se expandirá por encima del PIB total, y que, por vía de una mayor colocación de cartera, el sector financiero experimentará un mayor dinamismo.
Inflación
Indican que con respecto a la inflación, “pronosticamos que, para el cierre de 2019, los precios al consumidor tendrán una variación de 3,4%, resultado similar al que prevemos para diciembre de este año. Sin embargo, para los primeros meses del próximo año anticipamos una aceleración de la inflación -hasta 3,81% en marzo- por cuenta de la ocurrencia de un Fenómeno del Niño de carácter moderado, aumentos adicionales en el precio de los combustibles y una mayor presión en la tasa de cambio”.
Tales choques serían contrarrestados por un desempeño favorable de la inflación básica, la cual tenderá a converger hacia el 3% ante la ausencia de presiones significativas de demanda. Otros frentes sobre los cuales hay incertidumbre hoy en día, y que podrían afectar el comportamiento de los precios en 2019, son: el impacto del IVA a algunos bienes básicos o servicios en la ley de financiamiento y un eventual ajuste real del salario mínimo por encima del aumento de la productividad registrada en 2018.
Los analistas señalan que también se debe considerar el anuncio que hará el DANE sobre la nueva canasta para el cálculo del IPC en los primeros meses de 2019. Uno de los principales cambios que tendrá esta metodología será la reducción de la participación de los alimentos.
“De acuerdo con nuestros análisis, el peso de esta categoría podría pasar a ser menor al 24%. Dado el comportamiento previsto de los diferentes rubros para 2019, estimamos que el uso de la nueva base podría reducir la inflación anual en cinco puntos básicos. Además, la volatilidad de la inflación se disminuiría en 10 puntos.
Sostiene que en cuanto a la política monetaria, “esperamos que el Banco de la República ajuste de forma cautelosa su postura durante próximo año, mediante el incremento de 50 puntos en su tasa de referencia, que cerraría en diciembre en 4,75%. Tales ajustes, que esperamos se produzcan en el segundo semestre del año, se darían en un contexto de incrementos adicionales en las tasas de interés en Estados Unidos y en una economía cuyo crecimiento tendería a alinearse paulatinamente con su tasa potencial”.
Metas fiscales
De otro lado los expertos consideran que aun con la aprobación de la reforma tributaria el panorama fiscal de mediano plazo plantea retos significativos. De acuerdo con los cálculos, las necesidades adicionales de ajuste fiscal ascenderían a 1% del PIB en 2020 y se incrementarían en los años subsiguientes. Para hacer viable la senda contemplada en la regla fiscal, serían necesarias acciones extras que mejoren el balance del GNC en una magnitud de por lo menos dos veces el recaudo que se obtendrá en 2019 por la ley de financiamiento.
De este modo, uno de los principales desafíos que se vislumbran para la política económica en Colombia en corto y mediano plazo es garantizar la observancia de las metas fiscales. Esto es también un requisito para que el país mantenga su calificación crediticia en grado de inversión.
Uno de los sectores que se espera recuperen la senda positiva es la construcción. De allí que Camacol señale que en 2019 se prevé bajo un entorno de recuperación gradual. Bajo este escenario, el gremio considera que el crecimiento del sector edificador en 2019 estará entre 3,1% y 4,1%.
En materia de vivienda, se estima un crecimiento de 3,7% en el número de unidades de vivienda vendidas durante el año, llegando a 175.600 unidades con $35.2 billones en inversión. 102.200 unidades serán del segmento VIS, 50.300 en el segmento medio y 23.100 en el segmento alto.
De acuerdo con la presidenta Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “la reducción de las tasas de interés, la recuperación gradual en la intención de la compra de vivienda, y los resultados favorables en la generación de empleo, son algunas de las condiciones necesarias que alimentan una mejor perspectiva para el próximo año".
Sin duda, “el gran jugador del mercado seguirá siendo la vivienda social, y para para eso se requiere asegurar la continuidad de los programas ‘Mi Casa Ya’ y ‘Frech VIS’, con al menos 65.000 cupos para 2019, así como trabajar en la planeación de los subsidios que se demandarán en los próximos años”, agregó la Dirigente Gremial.