En la última jornada del año, el dólar cerró en $4.810, lo que representó un aumento de $45 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicaba en $4.765.
El precio de apertura de la divisa fue de $4.760, mientras que su valor máximo durante la jornada fue de $4.855 y el mínimo de $4.760. Se negociaron más de US$519,9 millones a través de 685 transacciones.
El dólar ya venía con varias jornadas estables por debajo de los $4.800, e incluso hubo jornadas en donde se ubicó por debajo de $4.750, pero nuevamente sube cerca de $50. Sin embargo, la volatilidad de la moneda no es algo nuevo, pues durante el 2022 el dólar se ha caracterizado por altas y bajas que han dependido de factores nacionales e internacionales.
A propósito, Diego Alejandro Gómez, analista de contexto externo y mercado cambiario de Corficolombiana, sostiene que por ahora lo que se ve es una calma transitoria debido a que ha disminuido la aversión al riesgo global. “Por lo tanto, el dólar se ha debilitado y corregido parte de esa fortaleza que emprendió desde este semestre”.
Pero tanto para Gómez como para otros expertos, también hay que analizar cuál es la evolución del conflicto de Rusia en Ucrania, pues todavía es un interrogante grande que existe de cara al próximo año, así como la recuperación en China. “Cabe mencionar que en los últimos días se ha conocido que ya se han comenzado a relajar ciertas restricciones en ese país frente al covid, aunque todavía la tasa de contagios diarios y de nuevos contagios sigue alta”.
Lo que se espera, entonces, es que una vez se solucione ese tipo de situaciones internacionales y la Reserva Federal también consiga su tasa terminal en el segundo trimestre de este año, de acuerdo con los analistas, se podría ver un segundo semestre más beneficioso para los países emergentes, incluido Colombia; esto debido a un contexto de menor aversión al riesgo global, pero también de precios de commodities relativamente altos.
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Inversionistas
Por otra parte, Craig Erlam, analista senior de mercado de Oanda Europe Ltd, afirmó a Bloomberg que “los inversionistas van a 2023 con una mentalidad cautelosa, preparados para más aumentos de tasas y esperando recesiones en todo el mundo”.
Además, “está China y su cambio de sentido en la prevención de covid. Ha sido un gran cambio de luchar contra todos los casos a vivir con el virus y eso crea una enorme incertidumbre para el comienzo del año”, completa Erlam.
Previsiones
Para David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores-Fiduciaria, la previsión del dólar para el 2023 va a depender de factores internacionales como “la postura de la Reserva Federal y qué tanto adoptan ese mensaje los banqueros centrales. A nivel local en Colombia vamos a depender también de lo que sigue sucediendo con la política minero-energética”, sostuvo.
Agregó, además, que en la primera parte del 2023 se podría ver la moneda nuevamente rozando los $5.000, pero el año podría cerrar en $4.500 o $4.600.
En cuanto al precio del petróleo, cayó más de 2 % ayer, ya que el aumento de los casos de covid en China atenuaba las esperanzas de una recuperación de la demanda de combustible para el mayor importador mundial de crudo.
Entre tanto, el barril de petróleo Brent, la referencia para Colombia, baja 1,15 % a US$82,30 el barril, mientras que el WTI desciende 1,25 % a US$77,97.