TRAS EL pobre crecimiento de la economía colombiana en el primer trimestre de este año, cuando apenas llegó a 2,8%, es claro que todas las alarmas están prendidas. Si bien el gobierno Duque se muestra optimista y sigue apostando a que 2019 terminará creciendo a un 3,5% anualizado, otros analistas consideran que está pensando con el deseo y será necesario recortar, en pocos meses, esa meta a un porcentaje más conservador.
¿Cuál es la realidad? Nadie lo sabe, cada gremio, analista, ministerio y centro de estudios nacional o internacional tiene una lectura bastante distinta. Los indicadores sectoriales continúan siendo igualmente disímiles. El desempleo se mantiene como el más negativo pero otros relacionados con consumo e industria presentan panoramas esperanzadores.
La semana que termina, por ejemplo, fue una prueba de ello. De un lado, concluyó el ciclo de evaluación por parte de las firmas calificadoras de riesgo con un balance positivo, según el Ministerio de Hacienda.
En lo corrido de 2019, las agencias Moody’s (23 de mayo), Fitch Ratings (23 de mayo), Rating & Investment (22 de mayo) y DBRS (12 de abril) ratificaron la calificación de la deuda a largo plazo en moneda extranjera de Colombia en BBB, un escalón por encima del grado de inversión.
De acuerdo con el balance hecho por la cartera de finanzas, mientras Moody´s cambió la perspectiva de calificación de Negativa a Estable y R&I y DBRS mantuvieron la perspectiva de la calificación en Estable, Fitch la revisó de Estable a Negativa.
Tras las decisiones de las calificadoras de riesgo, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla reiteró el compromiso del Gobierno nacional para adelantar las políticas que permitan reactivar el crecimiento económico, reducir el déficit fiscal, estabilizar la deuda pública y mantener un ambiente propicio para la inversión.
Según el Ministerio, Colombia se destaca como el país con grado de inversión que más creció (2,8%) en América Latina en el primer trimestre del año, superando a las economías de Chile (1,6%), México (1,3%) y Perú (2,3%), de acuerdo con la última información disponible.
Adicionalmente, en materia fiscal, por primera vez el Gobierno nacional tiene una meta de déficit fiscal (2,4% del PIB) inferior al techo establecido por la regla fiscal (2,7% del PIB). Este resultado generará el primer superávit primario en siete años (0,6% del PIB), el más alto desde 2008, y contribuirá a estabilizar la trayectoria de la deuda pública.
Las medidas implementadas por el Gobierno en materia fiscal han sido efectivas en lo corrido del año. El recaudo tributario creció 8,8% a abril, cumpliendo 100% la meta de la Dian. La política de ajuste en el gasto público se ha materializado en un congelamiento y subejecución de $10 billones (1.0% del PIB). La posición de liquidez del Gobierno es sólida, con $29 billones en depósitos en el Banco de la República.
Visión de la OCDE
Esa visión optimista del Gobierno encontró eco en el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto al panorama de Colombia este año. Según ese organismo, el PIB podría crecer en 3,4% en 2019 y 3,6% para 2020.
En una radiografía muy detallada la organización que reúne a 36 países con “buenas prácticas de gobierno” -de la cual Colombia es parte-, sostuvo que el descenso del impuesto corporativo potenciará la inversión en el país, en tanto la baja inflación y tasa de interés respaldarán el consumo.
Pero asimismo para la OCDE es claro que el déficit de cuenta corriente se ampliará ante un crecimiento impulsado por la demanda y un pobre desempeño de las exportaciones. También concluyó que aunque el nivel de pobreza ha disminuido la desigualdad y la informalidad siguen siendo altas.
Otra de las conclusiones del informe es que la postura medianamente expansiva de la política monetaria es adecuada, tomando en cuenta que las expectativas de inflación son próximas a la meta fijada y el alto nivel de desempleo.
La política fiscal, asimismo, tendrá que mantener un carácter ligeramente prudente para que el déficit descienda de manera paulatina, en consonancia con la regla fiscal. Para impulsar la productividad es necesaria más competencia y una mayor apertura al comercio. Una mejor focalización de las políticas sociales y esfuerzos adicionales para atajar la informalidad del mercado laboral, recortando aún más los costos laborales no salariales, reducirían las desigualdades.
Más confianza
Otro hecho que permite mantener el optimismo respecto al corto plazo de la economía local fue el resultado de la Encuesta de Opinión Empresarial que reveló esta semana Fedesarrollo.
Según esa medición, el Índice de Confianza Comercial y el Índice de Confianza Industrial aumentaron respecto al mes anterior y frente a abril de 2018, ubicándose en 29,7% y 4,4% respectivamente. Respecto a la medición anterior, la percepción de los industriales acerca del valor exportado disminuyó y la rentabilidad de la actividad exportadora aumentó. Finalmente, el balance de las expectativas de los exportadores sobre el desempeño de su actividad en los próximos meses y los pedidos de exportación disminuyeron en ambos periodos de análisis.
Respaldo gremial
Precisamente para analizar el estado de la economía y las perspectivas a mediano y largo plazos, el presidente Iván Duque se reunió el viernes con algunos representantes del Consejo Gremial Nacional (CGN).
El presidente del Consejo, Jorge Enrique Bedoya, indicó que en el encuentro de revisaron la marcha de la economía, las cifras “de la buena dinámica” que tiene la Inversión Extranjera Directa (IED), el crecimiento, el informe de las calificadoras de riesgo. Calificó el panorama de positivo.
El representante gremial destacó la disposición del Gobierno para articularse con el sector privado y seguir avanzando en temas como la generación de empleo, el desarrollo económico y en la construcción de un mejor país.
De igual manera, pidió no generar desconfianza en temas económicos “acuñados en materia de la polarización”.