Esta semana se realizará la última reunión de la Junta Directiva del Banco de la República y los mercados prevén que los directivos decidirán un recorte de 0,5% ante la disminución de la inflación. Con ello, la tasa quedará en 9,25%.
Ante este hecho, los investigadores del Bancolombia, en un análisis conocido por EL NUEVO SIGLO, señalan que “aunque progresivamente menos, la postura de política se mantendría contractiva y consistente con el objetivo de conducir la inflación hacia la meta. Si bien el ciclo de recortes acompañaría el proceso desinflacionario, la postura de política monetaria continuaría en claro terreno contractivo como resultado de un contexto inflacionario que, aunque proseguiría en moderación, no se encuentra del todo resuelto, al mantenerse vigentes registros superiores al rango de tolerancia y con riesgos sesgados al alza”.
Señalan los investigadores que lo más seguro es que la tasa de interés de política monetaria continuaría en tendencia de descenso, en medio de la cautela que demanda la persistencia inflacionaria y las condiciones financieras internacionales.
Reducciones
Señalan que la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) ha reducido, con corte a noviembre, en 350 puntos básicos (pb) la tasa hasta 9,75%. Sin embargo, en sus comunicaciones ha enfatizado que persisten riesgos como la devaluación de la tasa de cambio, la creciente preocupación por el financiamiento del presupuesto de 2025 y la incertidumbre por las perspectivas fiscales de mediano plazo asociadas al acto legislativo aprobado que incrementa las transferencias a los entes territoriales. El impacto de esto en la percepción de riesgo país y en la tasa de cambio ha limitado la capacidad de acelerar los recortes de la tasa de interés.
Ahora bien, los recortes continuarían en adelante, motivados por el descenso de la inflación, sus medidas subyacentes y sus expectativas.
Señalan los investigadores que la inflación anual se ha reducido de manera consistente, al caer 315 puntos básicos en lo corrido de 2024, desde 8,35% en enero a 5,20% en 2% noviembre. La medida sin alimentos cayó 381 pb hasta 5,91% y la sin 0% alimentos ni regulados retrocedió 244 pb hasta 5,41%. Por su parte, las expectativas a 24 meses del consenso de analistas de mercado se han mantenido estables en alrededor de 3,5%.
Indican que antes este comportamiento, “en adelante, se extenderían los recortes de 50 pb hasta abril de 2025, luego de lo cual prevemos recortes de 25 pb, de manera que la tasa finalizaría el 2025 año en 6,50%. Esta normalización terminará en marzo de 2026, cuando la tasa alcanzaría el 6,00%, que, estimamos, es el nivel coherente con una postura neutral de mediano plazo”.
Inflación
Explican los expertos que “ahora bien, la cautela permanecería como el principal atributo en la velocidad y magnitud de la senda de recortes. Tal rasgo sería clave de cara a una evolución de la inflación que continuará en tendencia descendente, pero a un menor ritmo. Además, la visión actual de tasas más altas por mayor tiempo en EE.UU, ante el potencial impacto de la política económica del gobierno de Donald Trump en el comportamiento de los precios en ese país, refuerza el mensaje de prudencia para la JDBR, para evitar efectos de segunda ronda que podrían ser perjudiciales para el descenso de la inflación y la estabilidad macrofinanciera del país”.
Precisamente, en unas declaraciones recientes a Caracol, el gerente del Emisor, Leonardo Villar, dijo que la economía colombiana está en estos momentos “relativamente bien” después de los momentos difíciles de la pospandemia, cuando se vieron obligados a subir las tasas de interés para reducir la inflación a costo de la desaceleración de la economía.
En ese sentido, el gerente del Banco de la República destacó que han podido bajar las tasas de interés constantemente desde diciembre del año pasado, “porque la inflación viene bajando de manera importante”.
Cautela
Sin embargo, destacó la “cautela” de la institución, puesto que movimientos más radicales podrían afectar la estabilidad de la economía.
Sostienen los analistas financieros del Bancolombia, que bajo este contexto, la política monetaria fue restrictiva durante todo el año, evidenciando la postura cautelosa en el ritmo de recortes de la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte de la mayoría de los integrantes de la Junta del BanRep.
Normalización
Haciendo un recuento, los investigadores explican que el proceso de normalización monetaria empezó en diciembre de 2023 con un recorte de 25 pbs en la Tasa de Política Monetaria (TPM), desde un nivel de 13,25%- seguido por uno de igual magnitud en enero de este año. En las reuniones de marzo, abril, junio, julio, septiembre y octubre, la Junta decidió por mayoría recortar en 50 pbs la TPM, priorizando el anclaje de las expectativas de inflación por encima de la necesidad de impulsar con mayor fuerza el crecimiento económico.
Vale la pena señalar que las condiciones macroeconómicas cambiaron de forma importante en el último trimestre del año, reforzando los argumentos de cautela del grupo mayoritario de codirectores.
“Hasta septiembre, considerábamos que el descenso de la inflación y de sus expectativas era consistente con una reducción más agresiva de la TPM que diera un impulso adicional a sectores de la economía que mantienen una dinámica débil, como industria, construcción y comercio. Sin embargo, a partir de octubre se intensificaron algunos de los riesgos que venían argumentando varios codirectores la Junta”, señalan los economistas.
Por otra parte, la incertidumbre por los efectos del cambio de gobierno en Estados Unidos y la expectativa de una postura menos laxa de la Reserva Federal en los próximos meses impulsaron un fortalecimiento global del dólar. A lo anterior se sumó la sorpresiva reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), que en ausencia de modificaciones generará presiones estructurales negativas para las finanzas públicas.
Estos factores se reflejaron en un aumento de la prima de riesgo país y una depreciación del tipo de cambio a los niveles más altos del último año. Bajo este contexto, la TPM descendió de 13,0% al inicio de año a 9,75% en octubre y esperamos que, en su última reunión del año, la Junta de BanRep decida por mayoría recortarla nuevamente en 50 pbs, a 9,25%. Así, la TPM cerraría el 2024 con una reducción acumulada de 3,75%, inferior a la caída de 4,3% en la inflación.
De esta forma, tanto la tasa de interés real expost -descontando la inflación- como la tasa real real exante -descontando las expectativas de inflación a 12 meses- se mantuvieron en niveles contractivos durante todo el año (por encima de la tasa real neutral).
Recuadro
No tan rápido
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, dijo que “si se percibe que bajamos la tasa de interés más rápido de lo necesario, la inflación, entonces, va a volver a subir, o si una reducción demasiado rápida genera una depreciación del peso importante, que genere expectativas de inflación hacia futuro; eso podría llevar a que tuviéramos que volver a subir las tasas de interés y eso sería desafortunado”.
Otro de los riesgos de bajar las tasas de manera muy intempestiva es “no poderlas seguir bajando” y no poder llegar a la meta de inflación del 3 % establecida por el banco para poder tener tasas mucho más estables a la baja.
Así las cosas, desde la institución que administra el dinero, recomendaron a los ciudadanos que planean endeudarse en diciembre tener “mucho cuidado”.
Destacado
Los investigadores explican que el proceso de normalización monetaria empezó en diciembre de 2023 con un recorte de 25 pbs