Empresarios culpan al Gobierno de desatender situación económica del país | El Nuevo Siglo
JAIME ALBERTO Cabal, presidente de Fenalco. /Foto: @FenalcoNacional
Martes, 27 de Febrero de 2024
Redacción Economía

UN LLAMADO desesperado hicieron los empresarios del país sobre la caída de la economía colombiana y sobre todo por la desatención que está mostrando el Gobierno con la grave crisis que han dejado los resultados del Producto Interno Bruto en 2023.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), calificó como grave la situación económica del país “pero más grave aún la posición del Gobierno, que no responde el llamado de los gremios y de académicos a trabajar unidos para sacar adelante un plan de choque y reactivación”.

De acuerdo con el vocero de los comerciantes la empresa privada vive un estado alarmante de postración, hecho que se refleja en la caída del PIB y el pronunciado crecimiento negativo de la industria (-3.5), el comercio (-2.8) y la construcción (-4.2); precisamente los sectores que más generan empleo en el país y que de no hacer algo las consecuencias en los niveles de desempleo se incrementarán en los próximos meses.

Fenalco coincide con ANIF que, excluyendo la actividad del gasto público, los sectores productivos ya están prácticamente en recesión, como consecuencia del crecimiento negativo de la economía.

Desistimientos

Para el año completo, el PIB total creció 0,6%, pero si se excluye la Administración pública, el aumento fue de solo 0,3%, con el agravante de que, en el segundo, tercero y cuarto trimestre se registró saldo en rojo. Así mismo agregó que las compras de muchos de los bienes y servicios que demanda la clase media, han sufrido una caída muy fuerte en los últimos 12 meses por la incapacidad de los compradores de adquirir dichos bienes como muebles y electrodomésticos, productos para la remodelación del hogar, computadores, vehículos de gama media, servicios educativos, restaurantes y hoteles.

Otro caso preocupante es el de los desistimientos de compra de vivienda que se registran con gran intensidad en los estratos medios. El dirigente gremial señaló que esta tendencia que se vivió durante el año 2023 ha continuado en el comportamiento de los meses de enero y febrero del presente año, lo cual hace más grave la situación.

Cabal señaló que la incertidumbre y la desconfianza siguen permeando el ambiente de los negocios y las decisiones de empresarios y consumidores. “Lo más preocupante de esta situación es que estas inquietudes no provienen tanto de acontecimientos mundiales, sino de declaraciones y decisiones del Gobierno que enrarecen sobremanera el panorama y generan más incertidumbre política y económica”.

“No ayudan para nada a recuperar la confianza inversionista recientes episodios como cerrar la llave al financiamiento de la Concesión Autopistas del Caribe; el sugerir darle poderes adicionales al presidente de la República para asignar los recursos públicos; no desglosar partidas presupuestales para vigencias futuras o insistir en la aprobación de las reformas laboral, a la salud y pensional, cuya relación costo/beneficio para el país es muy negativa”, subrayó Cabal Sanclemente.

“No hay más espera”

Si el gobierno no diseña urgente y concertadamente un plan anticíclico, el comportamiento del PIB en este año podría incluso ser peor que el del 2023, lo que se reflejaría en un empobrecimiento de la población. “Terrible sería que una parte de la clase media del país pase a ser población vulnerable, lo cual, al paso que vamos, sería perfectamente posible si no se actúa con decisión y audacia por parte del Gobierno. Un plan de choque ya no da más espera”, concluyó.

Por otro lado, según los datos del DANE, en diciembre de 2023, las ventas reales del comercio minorista decrecieron 4,7% y el personal ocupado creció 0,3% en relación con el mismo mes de 2022. Excluyendo el comercio de combustibles, la variación de las ventas reales del sector fue de -4,9%.

Si se comparan los resultados de diciembre de 2023 con los de diciembre de 2019 se evidencia un incremento de 6,5% en las ventas del comercio minorista y con relación al personal ocupado un decrecimiento de 0,7%.