Estrategia fiscal de Colombia no convence a calificadoras | El Nuevo Siglo
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Viernes, 3 de Abril de 2020
Redacción Economía

La caída abrupta de los precios del crudo y la crisis por el coronavirus, pusieron contra las cuerdas la calificación de la deuda soberana del país. En efecto, las perspectivas negativas de S&P y Fitch Ratings representan una advertencia significativa. Esto, en la medida en que una eventual reducción de la nota por parte de estas agencias dejaría a Colombia por debajo del grado de inversión.

Los responsables de Fitch para Latinoamérica, Richard Francis y Shelly Shetty, explican que en el caso particular de Colombia, su escepticismo frente a la estrategia fiscal del país fue un elemento clave dentro de su decisión. Esta calificadora ha afirmado, desde hace un buen tiempo, que la base de ingresos tributarios de Colombia es insuficiente para las necesidades del sector público, y que las reformas de los últimos años no han sido exitosas en cubrir de forma permanente este faltante.

A esto se suma que las expectativas de las autoridades con respecto al rumbo futuro de los ingresos y los gastos públicos están basadas en supuestos que para Fitch resultaban poco plausibles. En tales circunstancias, a juicio de la agencia, el país ya no cuenta con el elemento diferencial que le permitía ostentar una calificación que estaba un escalón por encima del que justificaban sus métricas fundamentales.

 

Revisiones

Las revisiones efectuadas por las calificadoras en las últimas dos semanas validan la acción de precios que ha tenido lugar a partir de marzo. En efecto, desde que el brote del coronavirus empezó su avance global, la prima de riesgo soberana de Colombia ha experimentado un incremento significativo. Es así como el spread del índice EMBI Global de Colombia (Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) es en estos momentos, más del doble de lo observado al cierre del año anterior.

Este es el aumento porcentual más alto registrado para los principales países latinoamericanos y también, es superior al de otros países emergentes. En línea con lo anterior, el mercado de derivados pone en este momento de forma implícita a Colombia en BB+, un peldaño por debajo de grado de inversión.

Señalan los directivos de Fitch que el momento en el que se han dado los anuncios de las calificadoras es relevante de cara a las decisiones que tomen las autoridades para mitigar el impacto económico del coronavirus. Hasta ahora, el Gobierno colombiano ha adoptado una postura gradual y responsable, en particular, frente al efecto sobre las finanzas públicas que pueden generarse con la atención de la pandemia. De hecho, el grueso del paquete de recursos anunciados hasta el momento (un poco más de $14 billones) provendrá de fuentes como el FAE y el Fonpet.

 

Emergencia

Sin embargo, una emergencia más prolongada o con afectaciones más acentuadas puede requerir de un esfuerzo adicional muy significativo desde el frente fiscal. En tal sentido, que Standard and Poor’s y Fitch se hayan pronunciado recientemente en contra del país debería llevar a que se mantenga la postura ortodoxa y que por lo tanto, se descarten medidas poco responsables.

De hecho, Fitch afirma que, de no lograr una consolidación fiscal, una reducción de la carga de la deuda pública y un retorno del crecimiento económico consistente con su potencial de mediano plazo (superior al 3%), el grado de inversión en la calificación soberana se podría ver comprometido más adelante.

La agencia estima que la economía sufriría una contracción del 0,5% en el PIB en 2020. Esto sería resultado del debilitamiento en la demanda interna atado al contexto vigente de emergencia sanitaria, junto al impacto del contexto internacional petrolero en la producción interna y exportaciones de la materia prima. Además, la recuperación económica sería moderada de cara a 2021, con un crecimiento proyectado del 2,3%.

Así pues, la calificadora prevé un desbalance corriente equivalente al 4,6% del PIB en 2019, en donde la caída en las exportaciones y los ingresos de remesas dominarían la dinámica.

Las decisiones recientes de Fitch y Standard and Poor’s ponen de relieve que la dependencia al petróleo deja a Colombia en la actual coyuntura en una situación más comprometida que la de otros países con calificación BBB-. Si bien, el coronavirus es un fenómeno de carácter global que dejará a su paso efectos negativos sobre el crecimiento económico y la situación de las finanzas públicas tanto en los países desarrollados como los emergentes, la coincidencia de la pandemia con un desplome significativo de las cotizaciones del crudo afecta simultánea y adicionalmente, tanto la posición fiscal como externa de nuestro país