Gobierno cumplirá con meta de regla fiscal para este año | El Nuevo Siglo
Pie de foto EL ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, deberá hacer varios ajustes para cumplir este año con la meta de Regla Fiscal. /Archivo
Lunes, 10 de Julio de 2023
Redacción Política

Luego de la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) el Gobierno ha insistido que se van a cumplir con los objetivos comprometidos de la Regla Fiscal para este año de bajar incluso del déficit de 4,3%.

El director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda de Colombia, José Roberto Acosta, declaró el fin de semana que “la Regla Fiscal es bastante draconiana, pero es esa y queremos sobre cumplirla y si las cosas van bien podamos tener datos más favorables al cierre del año”.

Con eso de base, Acosta anticipó que la cifra de déficit fiscal podría ser mejor que el 4,3 % estimado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo para el año 2023 gracias a factores como el dólar estable e inflación y tasas bajando.

“El gran celo del Ministerio de Hacienda, dijo Acosta, fue garantizar el superávit primario en las cuentas del Gobierno Nacional Central tal como quedó definido”.

Asimismo, el funcionario recalcó que este gobierno no va a cambiar la Regla Fiscal, esto ante anuncios sobre modificaciones a lo que se había contemplado en 2022.

Proyecto

El Gobierno del expresidente Iván Duque le presentó al Congreso de Colombia un proyecto de ley para cambiar la Regla fiscal después de superar la pandemia.

Eso se debió a la inelasticidad a la que llegó esa regla fiscal luego de que Colombia tuviera que elevar su deuda a niveles récord para atender las necesidades en salud y temas sociales.

Por definición desde su origen, la Regla Fiscal solo puede cambiarse en el Congreso de la República y, por lo tanto, ese proyecto de ley que se presente debe superar cuatro debates en el Legislativo.

Asimismo, en anuncios del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, recordó que la estrategia de corto plazo en materia fiscal tiene la tarea de financiar reformas y programas sociales, la sostenibilidad de la deuda y la preservación de la estabilidad macroeconómica “dentro del cumplimiento estricto de la regla fiscal”.



Si bien el déficit fiscal en 2022 terminó en 5,3% como porcentaje del PIB, la proyección para este año está en 4,3%.

“La previsión económica decía que podíamos haber terminado en 3,8%, pero el comportamiento de los precios del petróleo, la reducción de las importaciones, y por tanto del recaudo, nos hacen ser responsables para decir que 3,8% es imposible de cumplir y eso significa revisar al alza el déficit fiscal”, explicó el ministro.

Ajustes

A pesar de ello, destacó que se bajará en 100 puntos básicos el déficit fiscal frente a 2022. Y así mismo, indicó que para 2024 se espera un leve incremento del déficit fiscal a 4,5% del PIB, debido a los compromisos con los intereses en el pago de deuda.

“El país no se va a declarar en moratoria ni va a tener default, lo que no significa que no se buscarán otras posibilidades de financiamiento”, dijo el ministro, y mencionó propuestas de nuevas emisiones como bonos verdes y bonos sociales.

Por otra parte, en un análisis de Anif, señala que con las estimaciones entre ingresos y gastos que prevé el gobierno se presenten en la próxima década, el déficit fiscal se estabilizará en aproximadamente 2.8 puntos del PIB. Además, se contempla un equilibrio en el 2023 en el balance primario y luego un superávit promedio de 0.4% del PIB, lo que es consistente con la regla fiscal. Con eso, el gobierno retorna a la senda de cifras positivas en el balance primario que se vio interrumpida por la pandemia.

Al comparar las cifras con el MFMP de 2022, se encuentra que la anterior administración esperaba un ajuste inicial más fuerte en el balance en el 2024, que contrasta con el fuerte incremento en el gasto primario del actual gobierno y que impide continuar con esa primera senda.

Sostiene el informe que “caso similar sucede con la deuda pública. donde el gobierno anterior esperaba una corrección por de- bajo del ancla luego del 2025 y la administración de turno la planea para el final de sus estimaciones, el 2034. No obstante, como hemos mencionado, la prima de riesgo que se mantiene alta para Colombia en comparación con sus pares podría comprometer el pago de intereses y con eso incrementar las presiones sobre los niveles de deuda. Además, si se tienen en cuenta los riesgos que el Marco contempla, como choques internacionales en la oferta global que afecten la inflación y aumenten la percepción de riesgo en las economías emergentes, el problema podría empeorar”.

Perspectivas

Considera Anif que “si bien, de forma general los supuestos son consisten- tes y contemplan los riesgos internos y externos, la evolución de los ingresos y gastos es preocupante. En el caso de los primeros, se deposita una enorme responsabilidad en el recaudo de la Dian por concepto de mayor gestión y fiscalización, meta que si bien es deseable es muy poco realista en el corto plazo. Además, se espera un importante desempeño de los ingresos del Banco de la República que fueron excepcionales en el 2023 por cuenta de la tenencia de TES a altas tasas de interés. Si el gobierno contempla una disminución en la tasa de títulos del estado, los rendimientos del Banco Central se verían afectados. Por cuenta de las erogaciones llama la atención el fuerte incremento del gasto primario para la vigencia 2024 que pone en riesgo la estabilidad fiscal en el mediano plazo. Como mencionamos los ingresos no están en sintonía con la capacidad de gestión de la dirección de impuestos y crear gasto inflexible sin una fuente de ingresos permanente solo aumentaría nuestras necesidades de financiamiento”.

Las preocupaciones de los analistas

De acuerdo con Anif, preocupa que para el 2023 el gasto total del GNC alcanzará 23.6% el PIB, lo que equivale a un incremento de 2.0% del PIB en comparación con el 2022, resultado del incremento de la inflación de 2022 y el consecuente ajuste salarial. Eso se traduce en mayores presiones de gasto en personal y transferencias de salud y pensión de los funcionarios del estado. Además, el aumento en el gasto se debe a un incremento en $16.9 billones destinados a implementar el PND. Finalmente, uno de los mayores rubros del gasto del GNC obedece al Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc) en los cuales proyecta un gasto cercano a 1.6% del PIB, lo cual aumenta en 0.4% frente al año anterior para saldar el déficit causado de vigencias anteriores.

Ahora, en lo que respecta al 2024, se espera un leve incremento del déficit fiscal a 4.5% del PIB, debido a los compromisos con los intereses en el pago de deuda. Los ingresos totales muestran un aumento de 12.5%, lo que se traduce en un incremento de 1.6% como porcentaje del producto, jalonado en mayor medida por los ingresos tributarios (18.6%) y por los ingresos de capital en 1.6%. En cuanto a los ingresos tributarios, llama la atención que el Gobierno sustenta que el recaudo de casi $315 billones de ingresos por parte de la Dian, se impulsaría principalmente por una lucha contra la evasión (0.8%) y por producto de litigios tributarios de la misma entidad (0.9%). Es una meta ambiciosa que establece el gobierno nacional, pero de difícil cumplimiento. La dirección de impuestos ha estado en constante transformación des- de hace varios años, pero su capacidad de gestión aún es limitada.

La preocupación persiste si se tiene en cuenta el crecimiento de los gastos. Este rubro alcanzaría el 25% del PIB, incrementando en 1.4% con respecto al 2023. El aumento se explica principalmente por la implementación de los programas sociales del PND y el gasto social inflexible. Este comportamiento está jalonado en 20.5% por el gasto primario (incluyendo Fepc) y los 4.5% restantes por el pago de intereses. Puntualmente, el gasto primario sin Fepc aumenta por los componentes del Presupuesto General como lo son el SGP, aumento en gastos de personal y las implicaciones de transferencias a salud y pensiones. Si a esos gastos rígidos se les suma la indexación por inflación, el panorama no es alentador.