EL GOBIERNO solicitará al Congreso de la República, mediante un proyecto de ley, un aumento del cupo de endeudamiento de la nación de US$17.600 millones.

El proyecto será radicado en las próximas semanas por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y busca que el Gobierno tenga margen de maniobra para hacer operaciones de manejo de la deuda.

Este año Colombia debe pagar el crédito de US$5.400 millones que se hizo al país durante los confinamientos del 2020. Hasta ahora el Gobierno ha hecho el pago de la primera de las 8 cuotas de este año por US$622 millones.

Bonilla dijo en el Congreso que ese crédito es barato y no tiene sentido refinanciarlo, por lo que se necesita el espacio del techo de deuda para maniobrar el resto de compromisos.

“A eso se comprometieron gobiernos anteriores con el FMI, y hay que pagarlo en ocho cuotas trimestrales, la primera en febrero entrante”, explicó Bonilla.

No más deudas

El jefe de las finanzas aseguró que a tal nivel de endeudamiento se llegó porque “se dejó la obligación de vivir con la deuda fiscal, pero no se generaron estrategias para pagarla”.

La última vez que Colombia amplió el techo de su endeudamiento fue en 2020, cuando el entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla obtuvo una aprobación por US$14.000 millones.

Bonilla aseguró que “el país no se va a endeudar más” si se aprueba el cupo.

El Gobierno tiene la meta oficial de mantener el nivel de deuda de la nación por debajo del 55% del PIB.

“En el momento en que se adquirió el crédito con el Fondo Monetario Internacional, quedó por fuera del cupo, ahora nos toca pagarlo. Ya pagamos la primera cuota, pero cuando se paga no amplía el cupo, no nos deja espacio para mirar otras opciones, eso significa que para ser realistas tenemos que plantear la alternativa de ampliar el cupo de endeudamiento”, explicó el funcionario a la prensa.

Sin embargo, el ministro señaló que, aunque el crédito es barato, no califica en el cupo de endeudamiento que tiene aprobado el Gobierno.

De aprobarse este proyecto, el techo de deuda de la nación quedaría en unos US$17.600 millones.

Contrastes

Esta petición de Bonilla, contrasta con lo que el funcionario afirmó en septiembre pasado, cuando dijo que el país no debe volver a endeudarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al recordar que en 2024 el servicio de la deuda equivale al 60% del presupuesto.

“El país no debe volverse a endeudar con el Fondo Monetario Internacional, sino que debe hacer lo que hacen todos los países del mundo: tener la tarjeta y el cupo, pero sin usarlos”, dijo el jefe de la cartera de Hacienda.

Al detallar las cifras dijo que el presupuesto de inversión será de $98 billones, sin volver a endeudar el país con el FMI, y llevar el servicio de la deuda a 55% del PIB.

A todas estas, Colombia tiene actualmente un cupo de la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI) que fue aprobado por ese organismo en abril de 2022 por US$9.800 millones. Ese acuerdo reemplazó al anterior de 2020 y es considerado por las autoridades colombianas como una línea de financiación de carácter precautorio para enfrentar riesgos externos.

La LCF es una facilidad creada por el FMI exclusivamente para países con fundamentos económicos muy fuertes y marcos institucionales de política económica sólidos. Su objetivo primordial es proveer un instrumento que facilite el acceso a liquidez inmediata a los países beneficiarios ante un escenario de riesgos extremos de carácter externo.

Adicionalmente, la LCF funciona como un sello de calidad ante la comunidad internacional, pues tener acceso a esta facilidad confirma que existe un marco de política económica muy sólido. Por la misma razón, el acceso a la LCF no conlleva condicionalidad alguna sobre las políticas macroeconómicas del país.