A RAÍZ de la oleada violencia que viene padeciendo el país y el aumento de delitos como masacres, extorsión, secuestro, las acciones terroristas de grupos criminales organizados, hurtos y homicidios a la población civil, líderes sociales y uniformados, el Consejo Gremial se ha reunido con el Ministerio de Defensa Nacional, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional para buscar una solución a tan difícil panorama.

Producto de los encuentros y en particular sobre la preocupación del deterioro de varios indicadores de seguridad en el país, el Consejo Gremial se propuso crear un Observatorio de Seguridad, esto con el fin de hacer un seguimiento y analizar permanentemente dichas cifras, tanto a nivel agregado como a nivel regional.

Tal y como lo revela el informe, Colombia atraviesa un momento crítico en materia de seguridad, ya que luego de los avances que se han dado en este tema durante los primeros 15 años de este siglo, en los últimos ocho años se observa una preocupante reversión y un deterioro en varios de los principales indicadores de inseguridad, como son la tasa de homicidios, las masacres, los homicidios de líderes sociales y defensores de DD HH., los secuestros y la extorsión.

Frente a este panorama, EL NUEVO SIGLO habló con Daniel Mejía, consultor de seguridad del Consejo Gremial Nacional para saber qué tanto se han elevado las preocupaciones del sector empresarial ante las condiciones de seguridad del país.

Según Mejía, desde hace por lo menos cuatro o cinco meses, el gremio está teniendo reuniones regionales con el Ministerio de Defensa, la Fuerza Pública, los comandantes de la región (Fuerzas Militares, Policía y Armada) para abordar los principales aspectos que preocupan al sector empresarial colombiano, a los gremios. En estas se manifiestan las preocupaciones y se plantean las acciones contundentes para enfrentar estos problemas de inseguridad que se están viendo en las regiones.

“Es ampliamente conocido lo que está pasando en Cauca y Valle del Cuca, pero también un aumento más pronunciado de homicidios en Norte de Santander y especialmente en Cúcuta y, el aumento muy grande en todo el crimen violento y la extorsión en las principales ciudades de la costa Atlántica, donde hay grupos criminales que básicamente están ganando un control territorial al punto que dominan y fijan las reglas en amplias zonas de del territorio, por ejemplo, en Magdalena y la Guajira, los grupos criminales extorsionan a los hoteles, a los comercios, etcétera. Y tienen casi que un control territorial que se había recuperado hace un tiempo y que nuevamente se está perdiendo”, añadió Mejía.

Respecto a la incidencia que tienen los indicadores en la población colombiana, el experto indicó que “el informe identifica cuatro delitos de alto impacto que están creciendo a tasas muy preocupantes: primero extorsión y secuestro. En el caso de la extorsión, está creciendo en los últimos tres años entre 30% y 70%, es un delito que está afectando no solo a los ciudadanos, sino también al sector productivo, a las empresas del sector real y al comercio. En cuanto a secuestro, Colombia había recorrido un camino importante de disminuir esas cifras; sin embargo, en los últimos tres años, este ha aumentado en más de 110% de acuerdo con el Ministerio de Defensa y en más de 150% en concordancia con los registros de la Fiscalía”.

“En tercer lugar, vemos una tendencia preocupante de mediano plazo en homicidios, estas cifras vienen creciendo en los últimos dos o tres años, cuando también se había nivelado a 22-23 por 100.000 habitantes, ya según medicina legal está por encima de 27 por 100.000 habitantes, ahí vemos un patrón preocupante. Ya en temas de seguridad, vemos un crecimiento que no es solo de los últimos tres años, sino que lleva más de 10 años creciendo de manera sostenida y es el hurto a personas −que es un tema más de seguridad ciudadana− este viene creciendo muy rápido y ahí preocupa el caso de Bogotá, en donde hay un crecimiento mucho más pronunciado que las otras ciudades principales del país”, dijo.

Panorama Nacional

Los homicidios a líderes sociales también son una problemática que aqueja al país y que, sin lugar a duda, complica el proceso de paz, pero ¿cómo está el panorama actualmente?

Para el consultor de seguridad del Consejo Gremial, los homicidios de líderes sociales se incrementaron mucho entre 2013 - 2014 hasta el 2019 - 2020 y, desde ese año se han mantenido en niveles máximos históricos, entre 180 y 200 líderes sociales asesinados anualmente desde el 2020. Este es un tema que el actual Gobierno cuando estaba en campaña había dicho que iba a dar prioridad, y a su turno, la Fiscalía también enfatizó que iba a poner en primer lugar la investigación de asesinatos de líderes sociales para dar con los actores materiales intelectuales. No obstante, para Mejía no se ve una disminución al respecto, pues se encuentra todavía en máximos históricos y según el último dato de la entidad, se habla de un ligero aumento en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Así las cosas, “en homicidios de líderes sociales vemos que están elevados, lleva tres años en niveles máximos históricos. Ahí hay otro tema relacionado y es masacres, de acuerdo a los datos del Ministerio de Defensa, crecieron el año pasado, de 93 a 100, lo que significa un aumento de un poco más del 7% en masacres y eso preocupa, lo estamos viendo este año, porque a pesar de que los cuatro primeros meses del año venía disminuyendo, pues últimamente en las noticias se ha visto lo contrario”.

Frente a la pregunta de si falta más acciones por parte de las autoridades, Mejía señaló que “sí y sobre todo en los delitos de terrorismo, extorsión y secuestro, es decir, los temas asociados a seguridad pública”.

Según el experto, una cosa sobre la cual llamó la atención Bruce Mac Master, el presidente del Consejo Gremial, es que esta política desordenada de abrir negociaciones de paz, otorgarse cese al fuego donde realmente quien queda con las manos amarradas es la Fuerza Pública, pues, uno la deja maniatada, dos desprotegida a la población civil y tres, hay un aumento muy pronunciado en los últimos dos o tres años del número de municipios que tienen presencia de grupos armados ilegales.

“Esto claramente es un retroceso frente a lo que el país había alcanzado en los últimos 20 a 25 años; uno en donde se había logrado retomar el control territorial de muchas zonas del país y que a hoy se está perdiendo a tasas que son preocupantes, porque el aumento de la presencia de estos grupos armados ilegales en los territorios está por encima del 70% y llega para algunos grupos casi que al 140% en los últimos dos o tres años, esto es un llamado de atención y ahí entonces, hay que trabajar bien y de manera más organizada en cuánto se otorgan ceses al fuego y en la negociaciones que se están abriendo con grupos ilegales, ya que no están cumpliendo con lo pactado”, acotó Mejía.