La ministra de Agricultura, Cecilia López, asumió uno de los pilares del programa de gobierno: la reforma agraria. Esta titánica tarea tiene varios obstáculos en el horizonte, y el primero de ellos es la invasión de predios.
La jefa de la cartera habló con EL NUEVO SIGLO y explicó qué sucede con este problema, además de mostrar cómo se avanza en la reforma y, sobre todo, dejar claro que esta ya es una realidad.
Además de la entrega de títulos de tierras hay tres noticias: el acompañamiento permanente a los terratenientes, la reducción de los precios de los insumos agropecuarios de manera inmediata y de dónde saldrá el dinero para la compra de tierras.
EL NUEVO SIGLO: Usted anunció la entrega de más de 600 mil hectáreas de tierra, pero el Presidente dijo que hacen falta $60 billones para cumplir el primer punto del acuerdo de La Habana, ¿cómo se logrará?
CECILIA LÓPEZ: Con la entrega de más de 681 mil títulos, empezamos el tema de la legalización, que en el caso del punto de La Habana son siete millones. O sea, tenemos más o menos el 7%, empezamos bien y este es el primer mes; esto se va a hacer hasta el 15 de noviembre y se seguirá realizando.
La verdad es que la agencia de tierras tiene más de 30 mil procedimientos en curso y legalizar eso, obviamente no todos, es un proceso que va a continuar y que nos va a acercar mucho a la meta del primer punto de La Habana, que son siete millones. Sobre la distribución de tierras nos piden tres millones de hectáreas que adjudiquemos. En este primer anuncio hay una pequeña parte, que son tierras nuevas; todavía es una pequeña parte, pero el grueso viene después.
Además, una parte viene de la tierra de los de los narcos. Ahí viene trabajando muy intensamente la SAE con la Agencia Nacional de Tierras, para ver si en noviembre logramos cambiar algunos de los arrendatarios y pasamos a organizaciones campesinas. Eso no quiere decir que de pronto no haya tierra que se pueda adjudicar, pero nos comprometemos con esa primera parte. Y estamos acelerando en el tema del catastro. Tenemos que llegar a la propuesta que he venido haciendo desde el principio, y es que, dado que el catastro es complejo y que se demora, escogemos unas zonas donde sabemos que hay tierra subutilizada, de manera que se aplique allí la entrega y que se empiece a dar señales de lo que pasaría.
Valor catastral
ENS: ¿Qué pasaría con ese catastro?
CL: Al dueño de la tierra se le acerca el valor catastral a su valor comercial. Entonces, donde ha habido valorización significativa por estar cercana a las vías 4G o a las 5G, donde ha habido mayor conectividad, que son las grandes fincas que están en áreas en las que se ha producido modernización, a estas les van a subir sus impuestos.
¿Qué hace el dueño? El dueño evalúa si lo que está produciendo le permite pagar el impuesto y tener algún rendimiento. Si esto se lo permite, perfecto, se queda con su tierra; si no se lo permite, porque lo que produce no es suficiente, tiene varias posibilidades. Una es decir: “bueno, ¿cómo puedo utilizar esto para ser más productivo?”. Si lo hace, y hace los cálculos, perfecto, se queda con su tierra, pero si ve que no tiene la alternativa, meterlo en el mercado de tierras y allí el Estado como comprador compite con compradores del sector privado. Ahí el Estado pagará los precios comerciales, más o menos lo que dice el Presidente, y se pagará con deuda pública.
Hemos tenido anuncios de algunos sectores que quieren aportar tierra, eso me ha sorprendido, y dicen: “yo tengo tantas hectáreas, quisiera aportar”, sin costo. Hemos tenido ya unos primeros donantes.
La situación
ENS: Algunos sectores dicen que este tema se está saliendo de las manos. ¿Cómo ayudaría este proceso a disminuir la invasión y cuál es la realidad?
CL: Hay una combinación de todo. El principal problema que hay que entender, que lo estamos entendiendo sobre el camino, es que esa ocupación, invasión de tierras, como la quiera llamar, no es homogénea. Hay un análisis de la Defensoría del Pueblo diciendo que grupos armados sí se están metiendo, pero también hay otro sector, sobre todo en la costa Atlántica, donde hay negocios, donde hay inclusive politiquería para crear malos ambientes, y ahí la decisión la ratifica el ministro del Interior y es aplicar toda la fuerza de la ley.
Eso es clarísimo, esos son cosas perversas que están aprovechando una coyuntura para que se oculten dentro de otro tipo de ocupaciones y se les perdona todo y hagan lo que quieran. ¡No! Ahí toda la fuerza de la ley. Otra cosa son las ocupaciones de grupos, sobre todo indígenas, que están pidiendo reivindicación. Sí, hablan de la deuda histórica, pero también hablan de que nunca se les ha cumplido. Ahí lo que está haciendo el gobierno es: primero, lo que hicimos en el Cauca y lo que seguimos haciendo que son diálogos; tratemos de dialogar, no queremos la fuerza, pero si ya no hay forma entonces toca usar lo que la Policía permite, 48 horas y desalojo. Lo que yo quiero decir es que aceleramos la tarea del Ministerio de Agricultura y por eso hicimos un esfuerzo muy grande para dar un mensaje contundente: la reforma agraria ya empezó.
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El mensaje
ENS: ¿Entonces les entregarán tierras a aquellos invasores que no estén asociados a la ilegalidad?
CL: Yo no sé si soy exageradamente optimista, pero que eso sea un mensaje para esos grupos legales, es decir, los grupos que están demandando, lo que obviamente afecta a la propiedad que es legal, hay que actuar y desalojar y convencer que nos den tiempo; pero el mensaje para ellos es tiempo. Estamos corriendo, estamos haciendo lo posible, pero esto es una realidad, este país no ha hecho reformas, aquí ya empezamos. Espero que ese mensaje baje la presión en estos grupos, y a los otros, en donde hay motivos perversos, se debe aplicar toda la ley.
Que quede claro, el Ministerio de Agricultura no es el dueño de la Policía, ni manda en la Policía, ni manda en el Ejército, pero sí participa en los diálogos que lidera el ministro del Interior y obviamente hemos estado en coordinación con el ministro de Defensa.
Insumos bajarán de precio
ENS: El embajador en Venezuela anunció que ya está llegando urea desde ese país, ¿cómo se verá reflejado eso en el precio de los alimentos?
CL: Primero, en lo que nosotros podemos actuar inmediatamente es en insumos, y aquí ha habido un trabajo conjunto que es muy importante, en donde obviamente el Presidente lidera este acercamiento. Monómeros pasó al gobierno venezolano. Venezuela tiene una producción importante, eso llega a Monómeros e inmediatamente entra al canal de distribución.
Mientras tanto, ¿nosotros qué tenemos? El Ministerio de Agricultura tiene ya US$20 millones, unos $85 mil millones para actuar ya en el mercado, y estamos contratando US$50 millones con el Banco Mundial para subsidiar insumos. Estos $85 mil millones servirán para que los campesinos puedan tener un descuento del 20% en sus compras de insumos.