Colombia tiene una gran oportunidad de convertir se una despensa alimentaria para el mundo, si se tiene en cuenta que en 2050 habrá 9,8 billones de personas en el planeta a los que hay que alimentar y nutrir.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Jorge Enrique Bedoya Vizcaya, en el editorial de la Revista Nacional de Agricultura, señala que para lograrlo el reto para los productores de alimentos a escala mundial tiene que ver con la implementación de prácticas sostenibles que contribuyan a aliviar la presión que existe sobre el uso de los recursos naturales en materia de producción, transporte, proceso y manejo de residuos de alimentos para abastecer al planeta, lo que deberá ser en adelante una prioridad para los actores de la comunidad agropecuaria global.
En Colombia, la implementación de esta iniciativa está en sus primeros pasos. Luego de que se priorizara al sector agropecuario como estratégico para la implementación de los planes de desarrollo del posconflicto, el Gobierno de Colombia anunció en su vinculación a la Nueva Visión de la Agricultura, NVA. Las cadenas de valor de la leche, el mango, el cacao y el aguacate Hass fueron definidas como prioritarias por quienes participaron en las diferentes sesiones de consulta.
Para Bedoya en su primer año de existencia en Colombia, la NVA generó el espacio para la creación de confianza entre los involucrados, permitió evaluar la alineación, o no, de intereses y visión de los diferentes sectores de la producción, y creó un escenario de discusión para priorizar los esfuerzos por desarrollar.
Calidad de vida
El dirigente gremial señaló que la mejora en la calidad de vida de los productores, la búsqueda de la rentabilidad y la consolidación de la sostenibilidad de las iniciativas agroempresariales deberán guiar la implementación de la NVA en el 2018.
El año electoral no solo dejará instalado un nuevo presidente y un nuevo Congreso, sino que también llevará a un cierre de Gobierno, en el que los temas que no resulten estratégicos no tendrán el mismo empuje que aquellos que se consideren claves. Hay confianza en que, y a pesar de ser una iniciativa joven en el país, el Ministerio de Agricultura le dará el impulso necesario.
La seguridad alimentaria, la generación de oportunidades económicas y la sostenibilidad ambiental también van de la mano de la empresarización del campo.
Agro como empresa
El dirigente gremial señaló que de cara a lo que viene y a las exigentes décadas que están por venir, uno de los grandes retos del campo está en hacer de éste toda una empresa, aclarando que hay sectores que han hecho una gran tarea en todo lo que tiene que ver con sistemas de producción como es el caso de la palma, la porcicultura, las flores, el banano y otros, pero el gremio manifiesta su alarma porque hay productores que aún no han hecho el cambio y en ese sentido se hace urgente adoptar tecnología, avanzar en métodos productivos, acercarse más al consumidor y entrar por un camino que garantice mayor sostenibilidad en el ingreso lo cual va de la mano de la visión de mercado porque empresarizar es tener condición de empresa, analizar negocios y priorizar la rentabilidad.
Un reto, también importante es el de la integración llámese vertical u horizontal, es decir generando economía de escala o asociatividad, pero generar riqueza que permita contar con mayores herramientas para adquirir insumos y para apostarle a mejores mecanismos de producción, a mayor logística y desde luego a ese determinante acercamiento con el consumidor.
No menos importante es la formalización de la mano de obra rural porque en opinión de la SAC, en el campo hay dificultades en este tema que amerita procesos regulatorios así como optimización en los sistemas de producción. El reto legislativo para el campo que no es ínfimo tiene que ver también con la ley de tierras en donde se hace trascendental la seguridad jurídica y todo el derecho que recae sobre la propiedad y la explotación de las tierras con fines alimentarios.
Un problema en mano de obra es el asistencialismo, pero Bedoya aseguró que en ese fenómeno entra la lógica del mercado porque con cargo al terrorismo, muchos agricultores migraron hacia las grandes ciudades lo cual se encontró lamentablemente con la baja rentabilidad en el campo y la precariedad en infraestructura porque muchos labriegos fueron muy productivos, pero no encontraron la forma de sacar sus productos con lo cual se vino a pique la posibilidad legitima de enriquecerse y ante ese escenario el campesino optó por dejar la parcela e ir a la ciudad.
Crecer con rentabilidad
A criterio del presidente de la SAC, los últimos datos del Producto Interno Bruto, PIB, que dan cuenta de un crecimiento del 1,8 % en donde el campo aportó un 4,9 % en el crecimiento, resulta estadísticamente positivo, pero consideró que antes que crecer en volumen o en aporte económico, lo ideal es ganar terreno en rentabilidad porque crecer por crecer no es afortunado, si este mejor comportamiento no viene acompañado de verdaderas utilidades y de un ejercicio económico que muestre prosperidad y mejoras en la calidad de vida de quienes siguen en la ruralidad.
“Para la muestra un botón, tenemos el caso del arroz, de la leche, de la papa y de otros productos que reportaron serios inconvenientes de rentabilidad. Si uno mira los datos del PIB y básicamente los IPP que es una variable cercana al ingreso al productor, en algunos casos hay unos líos tan grandes de oferta que se genera un impacto desfavorable al ingreso del productor”, explicó el dirigente gremial.
Agregó que el crecimiento del campo encaja en tres fases o grupos ya que están los exportados como es el caso del café, de las flores, del banano, del azúcar, la palma de aceite y de algunas frutas, entre ellas el aguacate hass que tuvieron un crecimiento positivo porque hubo dinámica en los negocios, a tal punto que la palma creció por encima del 42 % lo cual está bien porque son negocios y mercados que redundan en rentabilidad, otro grupo es el de los transformados como el cacao y demás con valor agregado, otros sectores o renglones importantes fueron porcicultura y agricultura que lograron un crecimiento destacado en consumo por todas las campañas para incentivar este factor.