Inicia el camino de la reforma monetaria | El Nuevo Siglo
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Lunes, 19 de Marzo de 2018
Redacción Economía
El Banco de la República en su Junta Directiva discutirá la iniciativa gubernamental

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Durante la junta directiva del Banco de la República que se reunirá esta tarde, se estudiará el proyecto propuesto por el Gobierno para eliminar tres ceros de la moneda colombiana.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, señaló que la junta no sesionará en la mañana como es habitual, debido a la agenda que cumplirán varios miembros del Gobierno en Argentina, donde se abordará la problemática económica de Venezuela con varios países.

Cárdenas dijo que este proyecto de eliminación de los tres ceros, ha recibido buen respaldo de fuerzas políticas y gremios de la producción, pues sirve para minimizar las transacciones, entre ellas las relacionadas con el turismo, pues a los visitantes en Colombia, les resulta complejo las conversiones con el sistema actual.

"Tenemos la firme convicción de que el país está listo para dar ese paso, lo cual servirá para ahorrar costos de transacción, simplificar la vida y facilitar el intercambio y conversión de monedas, pues actualmente quienes están cerca al sector turismo saben que es confuso para el extranjero", comentó el jefe de la cartera económica.

El Ministro de Hacienda aseguró que esta será una de las apuestas del actual Gobierno en lo que resta de esta administración, lo cual ha recibido el apoyo de varios sectores económicos, los cuales tienen la convicción de que este cambio traerá beneficios al país y se espera que una vez surtido este paso, se radique ante el Congreso de la República.

 

Beneficios

Para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, dentro de los beneficios de la reforma aparecen una mayor facilidad para hacer transacciones comerciales entre los diferentes agentes económicos, implicando una reducción de los costos de transacción de la economía y elevando la productividad; menores costos de almacenamiento electrónico de información y de despilfarro de recursos físicos, además de manejo contable-presupuestal más sencillo tanto en el sector público como privado.

Además, indirectamente hace visibles recursos de actividades ilegales, que deberían hacer la conversión a la nueva denominación, aunque esto ya se estaría logrando con la impresión reciente de nuevos billetes. Se ha mencionado excesivamente el supuesto costo de la producción de nuevos billetes.

En realidad, estos van rotando rápidamente y su sustitución por nuevas denominaciones ocurre de forma natural en horizontes tan cortos como de dos años. Así, el costo marginal de dicha reforma se limita a la acuñación de nuevas monedas.  Dicho de otra manera, los costos de cambio de planchas de billetes, de su software y las campañas educativas son mucho menores frente a los beneficios de facilidad transaccional al eliminar los tres ceros.

Si se actualizan los costos estimados en 2011, se tiene que el costo bruto no supera los $300 mil millones de 2017 (0.03% del PIB), muchos de los cuales corresponden al costo de la misma rotación que genera el deterioro causado por la circulación.

De hecho, la nueva denominación de billetes (circulando desde 2016) ya ha eliminado los tres ceros finales del peso, al cambiarlos por la palabra “mil” (... y nada de eso requirió Ley explícita, pues la Ley 31 de 1992 ya habilitaba al Banco de la República para actuar de tal forma). En consecuencia, bastaría proseguir por el mismo camino a través de esa “Resolución Externa” concertada con las autoridades contables de la Nación para dar ese último paso.

Los costos educativos de tal cambio se han ido reduciendo en los últimos años en la medida en que dentro de la “psiquis” de la población ya empieza a ser “normal” usar la moneda sin los tres ceros finales. Un ejemplo de ello es la práctica contable de poner la palabra mil al inicio de todos los estados financieros para simplificar las cuentas.