A LA espera de la decisión que se tome con el aumento del salario mínimo, las alzas en los peajes y los combustibles, los impuestos a los alimentos ultraprocesados, los precios de las materias primas, la subida de los servicios públicos y el impacto del fenómeno del Niño, serán factores esenciales para aumentar el costo de vida de los colombianos desde el inicio del 2024.
Pese a que hoy la inflación está disminuyendo paulatinamente, ese descenso no será tan pronunciado por el impacto de las alzas. Además, los expertos prevén que la caída en el Índice de Precios al Consumidor no será tan drástica el próximo año, dada la cascada de incrementos.
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Combustibles
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó que la gasolina tendrá un nuevo incremento en enero para equiparar su precio con el promedio internacional, que se ubica en aproximadamente $ 16.000 por galón. “A partir de allí, los aumentos dependen del precio internacional”, dijo el funcionario.
El otro combustible que comenzará su escalada es el diésel, dado que se requiere reducir el déficit que registra el fondo de estabilización de precios de los combustibles. El aumento sería a partir de febrero, y la recomendación es que cada mes suba $ 400. Esto impactará los precios de los insumos y de los alimentos, responsables en buena medida del alza en los precios al consumidor (IPC) en el último año.
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Ultraprocesados y azucarados
Desde el 1 de noviembre comenzó a regir el impuesto a los alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas con el 10%. Sin embargo, a partir del primero de enero este tributo pasará al 15% y afectará productos típicos de la canasta familiar de los colombianos como el chocolate, los productos de panadería y galletería industrial, los embutidos, entre muchos otros.
Según el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, este impuesto tendrá efectos sobre la inflación total del país correspondientes a 0,21% en 2023, 0,11% en 2024 y 0,12% en 2025.
Minhacienda aclara que los efectos inflacionarios se materializarán una sola vez con la entrada en vigor del impuesto y son consistentes con el escenario macroeconómico proyectado en el Marco fiscal de mediano plazo de Colombia para 2023.
Es de aclarar que los productos gravados con este impuesto corresponden a aquellos alimentos ultraprocesados que cuenten con el sello frontal de advertencia establecido por el Ministerio de Salud y pertenezcan a las partidas y subpartidas arancelarias establecidas en la reforma tributaria, tales como los dulces y golosinas, embutidos o paquetes de frituras. Por su parte, estarán exentos del impuesto alimentos de consumo ordinario, así como pan, obleas, salchichón, mortadela, arequipe y bocadillo.
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Los peajes
El Gobierno ya reveló el proyecto de decreto con el cual incrementará el costo de los peajes el próximo primero de enero con 13,12% inicial y luego con un 9,6% proyectado, alza que sería para junio, sumando un reajuste de casi el 24%% para todo el año.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, indicó que el impacto será marginal, y tocará la inflación con apenas entre 0,02% y 0,025%.
Fedesarrollo realizó un estudio sobre el impacto del aumento de los peajes en la inflación en donde evidenció que, si el Gobierno hubiera aumentado los peajes en 13,12% en enero de este año, el impacto a la inflación sería de apenas 0,01%, es decir, a hoy la inflación no sería de 10,48%, sino 10,49%.
“Hay dos tipos de canales: el canal directo, que es cuando se mira el componente en la canasta familiar, allí hay un componente muy pequeño de los peajes y el canal indirecto, que es cuando suben los peajes esto tiene un impacto en los costos de transporte, que eventualmente puede encarecer los alimentos”, explicó Mejía.
Sobre los resultados, el director de Fedesarrollo fue enfático en que esta medida adoptada por el Gobierno no tuvo ninguna consecuencia fundamental.
“Pero sí tuvo consecuencias en materia fiscal, que puede estar por encima de los $ 500.000 millones, nuestros cálculos eran $ 800.000 millones en el documento que publicamos en marzo, sino también ha generado incertidumbre en un sector que está llamado a ser uno de los grandes dinamizadores del crecimiento económico y la generación de empleo”, indicó el director de Fedesarrollo.
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Impacto del Niño y energía
Preocupa que la sequía que se prevé para fin de año tenga consecuencias económicas a mediano plazo. Puede haber un aumento en los precios de la energía por las sequías desde febrero del año entrante.
El director ejecutivo de Andeg, Alejandro Castañeda, dijo que “las hidroeléctricas son las que definen el precio; sube o baja dependiendo de qué sequía están viendo hacia adelante. Si ven que habrá sequía suben los precios, pero si llega más agua bajan los precios”.
Para evitar el impacto económico, los expertos aseguran que se debe encontrar un equilibrio entre la cantidad de agua que se utiliza y reservas existentes en las hidroeléctricas de toda Colombia.
Por su parte, Camilo Sánchez, presidente de Andesco, advirtió que es necesario dejar recursos del Estado frescos para controlar las tarifas, por lo que es necesario una opción tarifaria, que no se pagó durante la pandemia del Covid-19, se pague ahora.
“Eso va a incrementar la tarifa, por consiguiente, tenemos que buscar una fórmula con el Gobierno para postergar la entrada hasta después del fenómeno de «El Niño»”, insistió Sánchez. En cuanto a la subida, indicó que eso depende también de cada una de las empresas
“Ahí se tienen unos topes. También está la capacidad financiera que tienen las empresas. Puede estar en el 5%, 8%, 10% o hasta el 18% en algunos casos”, anotó el presidente de Andesco.
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Materias primas
Frente a los incrementos en las materias primas, los analistas esperan que los precios del petróleo promedien los US$ 90 por barril en el trimestre actual, antes de caer a un promedio de US$ 81 el próximo año, en la medida que se desacelere el crecimiento económico mundial.
También detallan que los precios de las materias primas disminuyan en un 4,1% el próximo año, estimando que en especial los valores de los productos agrícolas se contraigan en el 2024, a medida que aumenten los suministros.
Al tiempo, prevén que los precios de metales básicos bajen un 5% para el próximo año. Cabe resaltar que, de acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial, los precios de las materias primas se estabilizarían en el 2025.
Aunque la economía mundial se encuentra en una posición mucho mejor que en la década de 1970 para hacer frente a un gran shock de los precios del petróleo, una escalada del último conflicto en Oriente Medio, que se suma a las perturbaciones causadas por la invasión rusa de Ucrania, “podría empujar a los mercados mundiales de materias primas a aguas desconocidas”, afirman.
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Salario Mínimo
Existen dudas respecto a las implicaciones que tendría un incremento desmedido del salario mínimo en Colombia para 2024, pues existe un tope mínimo, pero no uno máximo.
En ese sentido, el informe publicado por el Banco de la República ‘Efectos macroeconómicos del salario mínimo en Colombia’, este incremento desmedido puede reducir la creación y aumentar la destrucción de puestos de trabajo.
También alerta sobre el crecimiento en la separación y caída en la contratación de trabajadores, todo lo cual conlleva pérdidas de empleo formal.
Y aunque existen efectos positivos en el ingreso de la mayoría de los hogares, se observan impactos negativos en los ingresos de las familias más pobres.
De igual forma, los aumentos del salario mínimo aumentan la probabilidad de estar por debajo de la línea de pobreza monetaria e incluso, por debajo de la mitad de la línea de pobreza monetaria.
Es decir, la implementación de la figura del salario mínimo en Colombia no está favoreciendo a los hogares más pobres. Aumenta la desigualdad de los hogares y del grupo de trabajadores ocupados, aunque para algunos subgrupos de ocupados el coeficiente Gini, disminuye.