AL ANALIZAR la productividad laboral en el país, el centro de pensamiento de ANIF, en su informe trimestral, señala que, aunque la calidad del empleo está mejorando en el país, persisten las diferencias sobre las condiciones entre los hombres y mujeres.
El informe, expone que, para el primer semestre de 2024, destacan los comportamientos del tipo de contrato y los beneficios adicionales reportados por los trabajadores, incluyendo vacaciones remuneradas y cesantías.
Asimismo, la formalidad del empleo también mostró una contribución positiva al índice objetivo en gran parte del primer semestre de 2024. En el trimestre móvil abril-junio de 2024, los beneficios extras aportaron 0,5% a la variación total del índice (0,6%), siendo la variable que más contribuyó.
En contraste, el tiempo de desplazamiento al trabajo tuvo una contribución negativa de 0,4%. En el índice subjetivo, la satisfacción con la jornada laboral, la compatibilidad entre la vida personal y laboral y un menor deseo por cambiar de trabajo fueron factores relevantes.
Dinamismo
Para el total nacional, entre 2021 y el primer semestre de 2024, se observa una evolución en las dimensiones objetivas y subjetivas del empleo en el país. Se destaca el dinamismo que muestra el índice objetivo desde el trimestre móvil febrero-abril de 2023, registrando mayores variaciones en comparación a meses anteriores. Para el trimestre móvil abril- junio de 2024, el índice objetivo se ubicó en 104,0 representando una variación anual de 0,6% respecto al mismo trimestre en el anterior. Por su parte, el índice subjetivo muestra una dinámica similar al objetivo, aunque reporta un comportamiento menos fluctuante.
Por otra parte, al analizar la calidad del empleo entre hombres y mujeres, se observa una brecha en la evolución de ambos índices durante los años analizados. El índice objetivo promedio para los hombres se sitúa en 102,1, mientras que para las mujeres es de 100,4, lo que refleja una brecha de 1,7%, evidenciando un estancamiento en las condiciones laborales de las mujeres.
Para el trimestre móvil abril-junio de 2024, el índice objetivo de los hombres alcanzó 105,0, una variación anual positiva de 0,3% respecto a abril-junio de 2023. Por su parte, las mujeres registraron una variación positiva de 0,9% para el mismo periodo, obteniendo un índice de 102,1. El tipo de contrato (0,3%) y los beneficios extra (0,3%) fueron la dimensión que más contribuyeron a la variación anual de los hombres, mientras que en las mujeres la dimensión que más contribuyeron fueron los ingresos extras (0,7%) y el tipo de contrato (0,3%).
En contraste, el tiempo de desplazamiento al trabajo y la formalidad del empleo fueron las de menor contribución para ambos grupos.
Entre enero-marzo de 2021 y abril-junio de 2024, el índice subjetivo promedio fue de 101,7 para los hombres y de 100,5 para las mujeres, reflejando una brecha de 1,2% en la percepción de la calidad del empleo.
Jornada laboral
Señala el informe, que en el trimestre móvil abril-junio de 2024, el índice subjetivo de los hombres se ubicó en 103,7, mostrando una variación anual de 0,6% respecto al mismo mes del año anterior. Las principales dimensiones que impulsaron este resultado para los hombres fueron la satisfacción con la jornada laboral (0,3%) y un menor deseo por cambiar de trabajo (0,2%), aunque la satisfacción con los beneficios tuvo un impacto negativo de 0,2%.
Por su parte, el índice subjetivo de las mujeres en abril-junio de 2024 fue de 102,2 reportando una variación anual de 0,7% respecto al mismo periodo en 2023. Las dimensiones que más contribuyeron fueron el menor deseo de cambiar de empleo (0,44%) y aunque la conformidad con el tipo de contrato tuvo una contribución negativa de 0,2%.
Es importante destacar que la compatibilidad entre la vida personal y laboral tuvo menor peso en el índice subjetivo de las mujeres en comparación con los hombres, lo que sugiere que muchas mujeres enfrentan mayores dificultades para equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares.