El sector textil y de la confección, conformado en un 90% por pymes, ha mostrado preocupación por su suerte en la propuesta de reforma tributaria que llevó el Gobierno al Congreso de la República. La queja del gremio radica en que el impuesto de renta propuesto de 35% para las empresas “sea progresivo en el cual no se mida con la misma vara a las mipymes con respecto a las grandes empresas”.
La solicitud tributaria al gobierno está liderada por la Cámara Colombiana de Confección, agremiación que reúne a empresas que generan más de 1,6 millones de empleos y que viene alertando sobre el mal momento que están pasando sus asociados en todo el país.
Los textileros y confeccionistas también solicitan al Gobierno la implementación de los máximos aranceles permitidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC) a la importación de prendas de vestir, disminución del tributo a la importación de hilos pasando del 10% al 5%, con el fin de que los confeccionistas puedan acceder a esos insumos.
“Las equivocadas y casi nulas políticas del Gobierno nacional con relación a las empresas colombianas del sector textil y confección siguen amenazando de forma alarmante su recuperación y subsistencia”, advierte el gremio.
Recuerdan los textileros y confeccionistas que en plena pandemia derivada de la covid-19 el ministro de Comercio de entonces, José Manuel Restrepo, “animó al sector textil y de confección para que volcaran sus fábricas a la producción de elementos biomédicos, en especial la fabricación masiva de tapabocas, al considerarlos como un gran reactivador y oportunidad para el sector”.
Impacto
Sin embargo, el gremio confeccionista sostiene que lo que en ese momento parecía una invitación sensata, “se convirtió en la peor de las pesadillas”. Producto de esta situación, actualmente varias microempresas han tenido que cerrar y despedir a sus colaboradores.
La invitación del Ministerio de Comercio fue aceptada por gran parte de los empresarios que volcaron el personal y presupuesto a la producción de estos productos. Sin embargo, el Gobierno nacional desmontó los aranceles y exonera del pago del impuesto de IVA la importación masiva de tapabocas terminados.
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Esa situación llevó a que empresas como Coltejer, entre muchas otras, vieran cómo sus ventas se desplomaron vertiginosamente al punto que varias terminaron en la quiebra.
El presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, Camilo Rodríguez, sostiene que “las noticias son alarmantes para los empresarios y microempresarios del sector textil y de la confección. Hoy el DANE en su informe, reafirma esta preocupación, registrando unas cifras de pérdida de empleo nunca antes vista, lo cual, como gremio golpeado, nos deja prácticamente en cuidados intensivos”.
Reactivación
Por mencionar uno de los muchos casos, el informe de la entidad referencia en Ibagué casos alarmantes de pérdida de empleo entre los confeccionistas, replicando la situación en todas las ciudades de Colombia.
Considera el gremio que “hoy las empresas del sector textil y de la confección, se encuentran “en cuidados intensivos”, víctimas de esas políticas equivocadas y promesas incumplidas, sostienen los empresarios afectados”.
La queja de los empresarios textileros y de las confecciones se conoce en momentos en que se realiza Colombiatex + Colombiamoda 2021, la feria textil y de moda más importante de Colombia y América Latina.
En su comunicado, los empresarios textiles indican que “ven con la mayor preocupación, casi a manera de estocada final, la intención de una nueva reforma tributaria que propone aumentar el impuesto a la renta al 35% sin tener en cuenta la progresividad de las empresas; ubicando en igualdad de condiciones a las pymes (pequeñas y medianas empresas), con las empresas de mayor fortaleza económica”.