En el reciente informe de la ANIF, reveló que 2025 comenzaría con un déficit que asciende a $19,7 billones.
De acuerdo con la entidad, actualmente el sistema se enfrenta a retos en términos de financiamiento que ponen en riesgo la salud del país. Dado esto, en conjunto con la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (AFIDRO), desarrollaron un estudio con el objetivo de analizar las necesidades en términos de recursos del sector salud.
En este informe, se resalta que el problema de financiamiento del sector ha generado grandes preocupaciones en distintos países a nivel mundial, debido a factores asociados con el rápido envejecimiento poblacional y el aumento en el uso de los servicios de salud. Además, luego del Covid-19 se generaron presiones adicionales sobre los sistemas de salud, asociadas a un mayor uso del sistema por parte de la población.
Al analizar el porcentaje de personas que realizaron una consulta médica por prevención, como proxy del uso de los servicios de salud, se evidencia que en las últimas décadas hay un aumento pronunciado. Asimismo, entre 2018 y 2023, el porcentaje de personas que atendieron a una consulta de medicina general de manera preventiva aumentó en 0,8pp para las zonas rurales y en 4,2pp para las zonas urbanas.
El desfinanciamiento del sistema de salud en Colombia ha tenido efectos negativos evidentes en 2024, destacándose la intervención de la Nueva EPS y Sanitas, que suman 15,7 millones de afiliados. Además, se ha producido la liquidación voluntaria de Compensar y el retiro de Sura y Salud Bolívar. Históricamente, las EPS intervenidas suelen ser liquidadas, lo que incrementa la carga sobre las restantes, que deben absorber a los usuarios sin cobertura en un contexto crítico.
La entidad señaló que la falta de recursos también se ha reflejado en aspectos como la escasez de medicamentos y la cancelación de algunos servicios de salud. Según el comunicado del INVIMA con corte a septiembre de 2024, de los 207 medicamentos listados, 13 se encuentran desabastecidos y 9 están en riesgo de desabastecimiento.
Así mismo, si se analiza el indicador del porcentaje de cirugías canceladas por causas atribuibles a la institución prestadora, el panorama es preocupante. Desde 2021 existe una tendencia al alza.
El aumento nominal decretado por el Gobierno ha estado subestimado desde 2021. Para 2024, se estima que la Unidad de Pago por Capitación (UPC) debería crecer un 15,6%, pero el aumento decretado es 3,6 puntos porcentuales menor
Se proyecta un incremento del 16,4% para 2025, necesario para cubrir las necesidades de salud, sin resolver el déficit acumulado. Se identificó un faltante sistemático en los presupuestos máximos (PM). Para 2024, se espera un total de $3 billones en desembolsos, lo que genera un faltante de $1,9 billones. Sumando el déficit entre 2022 y 2024, el total asciende a $4,6 billones, equivalente a dejar sin tratamiento a 327.000 pacientes con diabetes tipo 2 durante un año.