LA CRISIS que atraviesa el sector salud en el país afecta de manera directa a los pacientes y beneficiarios en todo el territorio nacional. Esto debido a que, los prestadores del servicio aseguran que el Estado no se encuentra al día con los pagos correspondientes.
Un estudio realizado por el Centro de Estudios Económicos, ANIF, con el apoyo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), titulado “Financiamiento del sector salud”, reveló que el déficit fiscal resultante de la subestimación de la UPC (Unidad de Pago por Capitación) y de los pagos asociados a los Presupuestos Máximos en los últimos tres años ascenderá a aproximadamente $19,7 billones para 2025.
Este monto es equivalente a lo necesario para cubrir la UPC de 15,7 millones de personas que en 2023 se encontraban en situación de pobreza monetaria.
Entre tanto, en el Congreso de la República ya fue radicado ‒nuevamente‒ el proyecto de reforma a la salud, tras varios intentos del Gobierno nacional en los que se ha hundido.
EL NUEVO SIGLO habló con Luz Victoria Salazar, directora de Acopel (Asociación Colombiana de Pacientes con Enfermedades de Depósito Lisosomal) y presidenta del Observatorio Interinstitucional de Enfermedades Huérfanas, quién respecto a la iniciativa que cursa en el Congreso que el proyecto aseguró que “es básicamente lo mismo que habían ya presentado y que habían archivado. En cuanto a enfermedades huérfanas es un proyecto que las menciona y no da soluciones específicas o no plantea algún escenario en que las enfermedades huérfanas tengan un abordaje diferencial”.
“La preocupación por el hoy es tan grande, que yo no he intervenido en mirar qué se puede hacer en el proyecto de ley; es más, la oportunidad de intervención ya nos pasó, porque ya se hicieron unas mesas técnicas en que no nos convocaron, no nos tuvieron en cuenta; es más a quienes sí llamaron no nos representan, así de tajante”, sostuvo.
Además, señaló que son muchos los pacientes que “están interrumpiendo sus tratamientos, hay pacientes que ya han fallecido”. Pero la mayor preocupación, dijo, es que “tenemos clara conciencia que es una crisis que se debe a insuficiencia de recursos, el financiamiento no se está dando y quedó demostrado con la presentación del estudio de ANIF y esa falta de recursos hace que no fluyan esos mismos recursos en el sistema desde el Estado hasta el productor, el Estado no le da el dinero la EPS, la EPS al operador logístico, el operador logístico no puede realizar la compra, y al final el que está sufriendo es el paciente”.
De igual manera, dijo que les prometieron que presupuestos máximos, que es una gran porcentaje se dedica a enfermedades raras, “llegaría a cubrir esos tratamientos después de que la Adres girara julio, agosto y septiembre, y esa fue una promesa que debieron haber cumplido hace ya dos semanas y la han cumplido, pero parcialmente y muy insuficientemente están llegando estos presupuestos, a veces que no tienen tanto impacto porque no tienen un número importante de pacientes con enfermedades huérfanas, o sea, no están cumpliendo. Pero además nos anuncia, que no hay dinero para girar ese rubro en los meses de octubre, noviembre y diciembre, dando como justificación el bajo recaudo que ha tenido Hacienda en el país, pero los pacientes no pueden estar supeditados a esos ni su derecho a la salud puede estar dependiendo de un recaudo, eso es muy grave”.
A su turno, Catalina Bello, directora de Acceso y Sostenibilidad de Afidro, aseveró en diálogo con este Diario que hoy el sistema de salud enfrenta “retos financieros importantes que afectan seriamente a los pacientes y la continuidad de sus tratamientos. La UPC resulta insuficiente y los presupuestos máximos, que es el dinero con el que se reconocen medicamentos para enfermedades huérfanas y algunos cánceres, se están girando con retrasos”.
Por ello, manifestó que desde Afidro han insistido en la importancia de “contar con recursos oportunos y suficientes evitando que el déficit acumulado durante los últimos 3 años por 14,9 billones de pesos continúe aumentando y evitando se afecte aún más a los pacientes. La falta de recursos financieros genera un cortocircuito en toda la cadena de suministro de medicamentos”.
Y resaltó que, con la estructura propuesta en el texto de la reforma, en gran medida similar a la versión archivada en la pasada legislatura, “existen grandes riesgos de afectar el acceso oportuno de los pacientes colombianos a los medicamentos que requieren, no solo por la incertidumbre en responsabilidades clave dentro del proceso de entrega de medicamentos, sino también por las dudas que genera la sostenibilidad financiera del sistema propuesto a corto y largo plazo.
Mientras que Clara Isabel Rodríguez, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica, Ascif, dijo a EL NUEVO SIGLO que la crisis de la salud es una situación que “genera gran preocupación en todos los actores del sistema, principalmente en los pacientes, en los profesionales de la salud, pero también en esta industria que actualmente considera ver la forma de cómo puede seguir haciendo el abastecimiento de medicamentos, en la medida en que los recursos no son suficientes para el pago de los laboratorios”.
“Tenemos que mirar estos temas en diferentes frentes y, sobre todo, buscar generar consensos y diálogo. Yo creo que eso es fundamental. No podemos ir cada uno por su lado, sino buscar un consenso que mejore la situación para todos, especialmente, como lo digo para los pacientes que son quienes se pueden ver muy afectados en la medida en que no tengan sus tratamientos oportunamente”, puntualizó.
En cuanto a la ponencia de reforma a la salud la directora de Ascif señaló que es un proyecto que trae un contenido “bastante similar frente a lo que el Gobierno está considerando en el modelo de atención de salud, nuestra insistencia desde el sector farmacéutico local y nacional es que se tenga en cuenta dentro de este proyecto de reforma, la importancia que tiene o el peso que tienen los medicamentos dentro de la atención en salud y, por supuesto, el gasto que generan para que se consideren unas fuentes de financiación y unos modelos eficientes de adquisición y de entrega de medicamentos a los pacientes”.
Además, Santiago Marroquín, vicepresidente ejecutivo de AmCham Colombia, aseguró que desde AmCham se ha advertido sobre la situación que se está presentando frente a la atención de los pacientes y, sobre todo, a los pacientes de enfermedades huérfanas, “las asociaciones de pacientes de enfermedades huérfanas tienen un espacio particular en AmCham y ellos han levantado la mano sobre la situación crítica frente a la llegada de los recursos, a la continuidad de la atención de los pacientes crónicos, y eso lo que nos ha mostrado a nosotros desde AmCham es que, efectivamente, hoy el sistema tiene que ser intervenido y atendido desde el Gobierno nacional y desde los diferentes actores para poder servir al paciente que, en últimas es quien realmente es el centro de todo el sistema de salud”.
Respecto a la ponencia de reforma, indicó que se está haciendo el análisis de su contenido; “valoramos el esfuerzo que se realizó por parte de los coordinadores ponentes de la reforma, en incluir varias de las observaciones y de las propuestas de diferentes actores; sin embargo, consideramos que todavía hay unos elementos importantes por definir y dentro de esos elementos importantes por definir, precisamente está el tema de la sostenibilidad del sistema y el de la transición que podría haber en el evento que llegara a aprobarse una reforma del sistema de salud”.