Para los empresarios aumento del mínimo estaría entre 5,5% y 6,2% para 2025 | El Nuevo Siglo
EL AUMENTO del salario mínimo se definirá en los próximos días. /ENS - archivo
Lunes, 2 de Diciembre de 2024
Redacción Economía

A MEDIDA que se acerca el día para que comience en forma la discusión en la Mesa de Concertación Laboral y Salarial para 2025, la postura de los gremios y analistas coinciden que el incremento debería estar entre 5,5% y 6,2%.

La última postura que se conoció es la de ANIF que, en un análisis, dice que “hacemos un llamado a la discusión a pensar en los efectos económicos sobre los trabajadores no representados en la mesa cuando los incrementos del SML exceden la fórmula técnica”.

Señalan que “con base en nuestra proyección de inflación de noviembre y fin de año, 5,15% y 5%, respectivamente, y nuestros cálculos de un incremento de productividad de 0,78%, consideramos que el Salario Mínimo Legal (SML) para 2025 no debería aumentar más de 6%. Aumentos por encima del 6% no solo no están justificados por los fundamentales económicos, sino que pueden seguir ampliando la brecha entre los trabajadores formales y aquellos excluidos de dicha formalidad”.

Por otra parte, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) a través de su presidente, Jaime Cabal, dio a conocer su postura frente al aumento del salario mínimo en Colombia para el año 2025. De acuerdo al gremio, no hay indicios para que esta cifra llegue a los dos dígitos.

La discusión

Como cada final de año, se aproxima la discusión sobre el aumento que se hará del salario mínimo legal vigente, en esta participan representantes del Gobierno nacional, los sindicatos y los empresarios del país.

Para Cabal, la inflación juega un factor determinante a la hora de definir el incremento del sueldo básico de los trabajadores, además de que este debe cuidar a las empresas, pues un ajuste desproporcionado podría ser un golpe para la reactivación económica del país.

De acuerdo al directivo del gremio, el incremento debe ser no mayor al 5,5%, esto teniendo en cuenta la proyección que se tiene del IPC para el cierre de este año, pues según la información del Departamento Nacional de Estadística (DANE) la inflación hasta septiembre de 2024 estuvo en 5,81%, sin embargo, se espera que a diciembre este índice disminuya a 5,2%.

ANIF deja por manifiesto que “el SML en Colombia se constituyó como un mecanismo para garantizar condiciones laborales justas, bajo la premisa de mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y sus familias. En consecuencia, la legislación define que el incremento anual debe, al menos, equipararse con la inflación. No obstante, usualmente los aumentos han superado considerablemente la inflación”.

De acuerdo con los economistas, la “regla universal” para el incremento del SML sería el equivalente a la inflación más el cambio en la productividad. Ahora bien, en Colombia, los incrementos han superado lo que esa regla dictaría. Así, la decisión del incremento no ha respondido únicamente a la inflación y al dato preliminar de productividad presentado por el DANE en las mesas de concertación, sino también a factores políticos.

Impacto

Lo anterior, ha significado que el SML ha crecido en términos reales, fortaleciendo el poder adquisitivo de los trabajadores. Si bien, a primera vista, esto parece positivo, incrementos superiores a lo dictado por la “regla universal” pueden afectar negativamente a un segmento de trabajadores dentro del mercado laboral.

En particular, los trabajadores informales y los menos calificados suelen tener ingresos laborales inferiores al SML, por lo cual se encuentran excluidos de los resultados de estas discusiones.

“Entre más elevado sea el SML, más difícil se vuelve para este grupo beneficiarse de los acuerdos resultantes de estas discusiones. Este grupo de trabajadores ha representado el 56,0% de los ocupados totales en lo corrido de 2024”, sostienen los analistas del centro de pensamiento.

Además, al analizar el ingreso de los ocupados en Colombia se evidencia una preocupante tendencia de deterioro salarial, caracterizada por un incremento sostenido del porcentaje de trabajadores que percibe ingresos iguales o inferiores a un SML. Los datos muestran una progresiva concentración de trabajadores en los niveles salariales más bajos.

En detalle, el 48,4% de los ocupados percibía ingresos de hasta un SML en 2015. Esta cifra aumentó a 53,3% en 2019 y alcanzó 54,7% en 2023. Este fenómeno refleja otro de los efectos de los incrementos elevados del SML: trabajadores que antes devengaban salarios por encima del mínimo terminan cobijados por el nuevo SML.