UNA LIGERA recuperación presentó la demanda del consumo en el primer trimestre de este año frente al último del 2023, jalonada por un cambio en el comportamiento de varias actividades económicas con el crédito y una disminución en el costo de vida.

De acuerdo con un reporte del equipo económico de Bancolombia, conocido por EL NUEVO SIGLO, el consumo total creció frente al cuarto trimestre del año pasado como resultado de un fortalecimiento del gasto de los hogares.

Desde la serie ajustada por efecto estacional, el consumo total avanzó 0,3 % trimestral gracias a una expansión de 0,6 % del consumo privado, en un contexto de inflación anual decreciente, reducción de las tasas de interés y menor tasa de cambio. Por el contrario, el consumo público retrocedió 0,3 % a partir de la baja ejecución de algunos rubros del gasto del Gobierno. El consumo total se expandió 0,4 % anual (serie original). El consumo de los hogares registró síntomas de fortaleza en medio de un contexto económico más equilibrado.

Desde la serie ajustada por efecto estacional, el consumo de los hogares se expandió por segundo trimestre consecutivo favorecido por un crecimiento menos acelerado de los precios, una moderación del estrés financiero ante al inicio de los recortes de las tasas de interés, un flujo sólido de ingreso de remesas y una tasa de cambio que se mantuvo alrededor de $3.900.

Corrido del año

En términos anuales, el consumo privado creció 0,6 % (serie original). Por el contrario, el consumo de público retrocedió por tercer trimestre consecutivo. El retroceso fue de 0,3 % trimestral ante la baja ejecución que ha logrado el Gobierno nacional por los bajos niveles de caja y el debilitamiento estacional usual del gasto de las autoridades subnacionales en la primera parte de sus periodos de gobierno. Como un todo, el gasto de consumo público retrocedió 0,7 % anual. Este panorama mixto se caracterizó por un repunte en la demanda de bienes durables, pero un debilitamiento en servicios.

Por otro lado, el informe señala que el segmento durable se expandió 1,8 % frente al cuarto trimestre del 2023, favorecido por el descenso de la inflación, las tasas de interés y la apreciación de la tasa de cambio. Bebidas alcohólicas (+4,5 %) y muebles y artículos para el hogar (+3,8 %) fueron los segmentos más destacados.

En contraposición, el consumo de servicios se expandió solo 0,2 % frente al último periodo del año pasado, en medio de la persistencia inflacionaria de este rubro, pero también ante una alta base de comparación de los registros de cierre del año pasado. La inversión repuntó notablemente tras 1 año consecutivo de caídas, aunque se mantiene en niveles históricamente bajos.

Según la investigación, este rubro avanzó 2,5 % frente al cuarto trimestre del 2023, lo que implicó un ritmo anualizado de más de 10 %, impulsado por la compra de maquinaria y equipo (9,4 %) y de vivienda (3,2 %).

Sin embargo, en el balance anual se ubicó −por quinta ocasión consecutiva− en rojo, dada una contracción de 6,5 % (serie original) y se mantienen los niveles inferiores a la referencia prepandémica del cuarto trimestre del 2019.

El resultado en el margen es favorable, aunque −en una visión más amplia− la inversión permanece como el componente más deteriorado de la demanda. El sector externo aportó positivamente, pero como resultado de una fuerte caída de las importaciones.

Asimismo, en el rubro del consumo, las compras al exterior retrocedieron 5 % ante la débil demanda interna por bienes durables. Entre tanto, las exportaciones cayeron 0,3 %, ante lo que habría sido un mayor consumo interno de hidrocarburos y la desaceleración de nuestros socios comerciales.