Publicistas en la onda de la negociación y el marketing | El Nuevo Siglo
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Viernes, 30 de Diciembre de 2022
Redacción Economía

La Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano (UJTL) se dio a la tarea de cuestionar cómo están saliendo preparados los egresados del sector publicitario, la forma en que el mercado valora los perfiles profesionales de quienes hoy se dedican a la publicidad y también la manera en la que se pueden adaptar al futuro.

¿Estudiar la publicidad del pasado o estudiar la publicidad del mañana? La Universidad, junto a miembros invitados de la industria publicitaria, llegaron a algunas conclusiones sobre cómo redefinir la educación del sector.

Jairo Sojo, director del Programa de Publicidad de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, dice que “este proceso que estamos iniciando es un gran paso para la Universidad, ya que todos los apoyos y vínculos que estamos logrando nos van a dar una nueva postura para guiar a los talentos a un nuevo mundo. Entender los nuevos procesos de conexión que vivimos entre marcas y personas hace que el programa sea una gran opción para todos los que quieren impactar el entorno e industria de forma positiva”.



Entre las soluciones, la mayoría impulsadas por las expectativas del gremio, la migración de las inversiones publicitarias a plataformas digitales, y las proyecciones que se tienen frente al futuro del marketing tecnológico (Martech), se consolida la necesidad de un perfil profesional más maduro. Es aquí donde el lenguaje es clave: además del bilingüismo y el manejo correcto y asertivo de las palabras en pro de la seducción, negociación y dinámicas colaborativas, deben integrar a su discurso las transformaciones tecnológicas constantes.

Ese futuro del publicista a 2033 está marcado por la personalización derivada de la captura de más datos, así como por las implicaciones legales y tecnológicas de gestionarlos, los talentos específicos que se emplean incluso directamente dentro de empresas anunciantes y cómo gestionan directamente las inversiones en medios tradicionales y digitales. Se avecina una guerra por el talento, gracias a la apertura a contratar personas de forma remota y articular operaciones eficientes.