Con el anuncio del presidente de la República, Iván Duque, sobre la eliminación de uso del tapabocas desde el 1 de mayo, con algunas excepciones, así como la derogación de la solicitud del carné de vacunación para actividades de ocio y espectáculos masivos, es casi seguro que la economía que surgió a la par de la pandemia recibirá un duro golpe.
Aunque aún es muy pronto para decirlo, se prevé que el consumo de implementos como el tapabocas, geles antibacteriales y alcohol, así como la ropa especial para protegerse del virus, podría reducirse, aunque muchos aseguran que, a pesar del nuevo decreto, la mayoría de la población podría seguir usándolos por salud y por higiene.
El Jefe de Estado destacó que de esta manera se avanza en la reactivación económica del país y la recuperación del empleo y de actividades para todos.
Cuando inició la pandemia, a finales del 2019, el mundo tuvo que afrontar nuevos retos y adaptarse a una nueva ‘normalidad’. Los confinamientos, la virtualidad en colegios y universidades, así como en las empresas, se volvieron la nueva realidad de muchas personas en el mundo.
Por su parte, Colombia tuvo que adaptarse tan rápido como pudo. Luego de declararse la pandemia del covid-19 y con la llegada del virus a Colombia en marzo de 2020, el uso de insumos que eran exclusivos del personal de la salud, como las mascarillas, los guantes o geles antibacteriales, se hizo imprescindible para los colombianos, y en el caso específico del tapabocas, se hizo obligatorio.
Luego de esto se incrementó el uso de termómetros digitales. Entre tanto, muchas personas optaron por usar ropa desechable y overoles encima de sus prendas con el objetivo de tener un menor contacto con el virus. Con esta nueva coyuntura de emergencia sanitaria, la venta de estos implementos creció considerablemente, por lo que estos artículos ya no solo eran usados por empleados de ciertos sectores, sino que se convirtieron en la cotidianidad en todo el país.
Durante el tiempo que ha durado la pandemia muchas empresas han tenido que reinventarse para no cerrar sus puertas y continuar en el mercado. Seguramente eso tendrán que hacer ahora las que se dedican a la fabricación de insumos como el tapabocas y no porque se acabe su demanda, sino porque tal vez disminuya. En este sentido, algunos empresarios como Ingrid Barrero, gerente de Industrias Saber, creen que el mercado de los consumidores por autoprotección seguirá presente, lo que contribuirá en su producción y en sus ventas.
Entre tanto, Rafael Piñeros, gerente general de Biobolsa, una empresa que se encarga de la fabricación de telas no tejidas, utilizadas en la fabricación de mascarillas, considera que debido a la nueva reglamentación y al esquema de vacunación con el que cuenta el país posiblemente bajarán las ventas, pero aun así existe el mercado del sector médico y otras industrias que seguirán demandando este tipo de productos, por lo que su fabricación continuará.
Textiles
En cuanto a moda, Maaji, Totto, Cueros Vélez y Polito lanzaron nuevas colecciones que incluyen tapabocas y materiales antifluidos en chaquetas, trajes completos, loncheras, entre otros, y de acuerdo con Analdex, estos productos tuvieron pedidos de Estados Unidos, Alemania, Grecia, Japón, España, Canadá, Bolivia, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Panamá, Chile, Aruba, y República Dominicana, entre otros.
Por otra parte, algunas empresas, como Industrias Saver, dedicada a fabricar estos productos, triplicó desde la segunda semana de febrero de 2020 su producción de respiradores, no solo para el mercado nacional sino también para otros países. Cabe destacar que el primer caso en Colombia se conoció hasta marzo de ese año, pero al parecer muchas empresas en ese momento ya se preparaban para el covid, que llegaría tarde o temprano al país, lo que llevó a algunas compañías a incrementar su producción.
En este sentido, muchas familias encontraron como soporte económico, o ingreso adicional, la fabricación o distribución de geles, mascarillas, pañuelos, entre otros productos. En el principio de la pandemia los tapabocas eran los que más escaseaban; por eso su precio llegó a aumentar hasta en un 300% y muchas personas optaron por no usar los quirúrgicos sino los tapabocas de tela, confeccionados por emprendedores colombianos, aunque con el tiempo fueron perdiendo popularidad, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que eran más seguros los de tela quirúrgica; aún así, en la actualidad varios ciudadanos usan este tipo de mascarilla.
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De otro lado, durante el 2020, según cifras de Mercado Libre, el término mascarilla fue buscado más de 10 millones de veces, mientras que productos como el alcohol en gel se buscó 8,5 millones de veces; “antibacteriales”, 3,5 millones; y “termómetros”, tuvo un millón de búsquedas.
Por otra parte, de acuerdo con cifras de la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud de la ANDI, las importaciones de tapabocas y mascarillas de uso hospitalario sumaron US$2.879.800 en 2021, lo que significa una caída de 88,4% frente al 2020, cuando sumaron US$24.883,445 millones.
En cuanto a las importaciones de los productos sanitarios para protegerse de la pandemia, estas registraron una caída de más del 90% al pasar de US$4.235,750 millones en 2020 a US$349.422 en 2021. Estos números se explican gracias a que la fabricación local de mascarillas se duplicó entre 2019 y 2020, pasando de 32 registros sanitarios a 70.
Exportaciones
Por otro lado, las ventas externas del tapabocas también contribuyeron a la economía y al crecimiento de exportaciones durante el 2020, pues Colombia pasó de vender apenas US$104.524 en mascarillas de protección a no más de diez países en 2019, a la cifra de US$49,5 millones a 34 países el año pasado. De ese total, según el DANE, las mascarillas de protección representan 59% de las exportaciones, seguido de otras mascarillas de uso industrial, con 32% y, por último, las de uso hospitalario que corresponden a 9% de las ventas totales.
En este sentido, los países que más compraron tapabocas el año pasado fueron: Estados Unidos con US$19 millones (en 2019 compró apenas US$7.900); China con US$3,7 millones; Hong Kong con US$1,5 millones y Bélgica con US$487.462. Antes de la pandemia, estos últimos tres países no habían reportado compras a Colombia de mascarillas de protección.
Reacciones de los gremios
Bruce Mac Master, de la ANDI, afirmó que “la liberación de algunas medidas sanitarias, incluyendo el levantamiento de la obligatoriedad del uso de tapabocas en algunos espacios cerrados, es un gran paso para el país al ser una señal que nos acerca al esperado fin de la pandemia. Sin embargo, a nivel personal es importante que seamos prudentes, considerando que gran parte del país está atravesando por época de lluvias, lo que trae consigo el incremento de enfermedades respiratorias”.
En el mismo sentido, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, dijo que “desde Fenalco celebramos la medida del Gobierno nacional para abolir el uso de tapabocas en espacios públicos o privados, guardando los cumplimientos en los porcentajes de vacunación”.
Por su parte, Hernando José Gómez, presidente de la Asobancaria, afirmó que “el fin de la obligatoriedad del tapabocas genera ilusión de ver el fin de la pandemia, así como la responsabilidad de usarlo en caso de tener síntomas de enfermedades respiratorias y en los que aún es necesario. Esta es una oportunidad de generar confianza entre los ciudadanos”.
Por otra parte, aseguró que “es una gran noticia que genera optimismo, y adicionalmente permite que todo el mundo empiece a regresar a la normalidad”.