LA DISMINUCIÓN gradual de la tasa de política monetaria, impulsada por la disminución constante de la inflación durante 2024, y la reactivación de la actividad económica desde el segundo trimestre del año, permitirán que para el cierre de este año la cartera bruta del crédito llegue a $679 billones.
De acuerdo con un análisis de ANIF, conocido por EL NUEVO SIGLO, las perspectivas para finales de 2024 y 2025 son optimistas, hasta el punto que de lograrse el estimativo, significaría un crecimiento del 3,6% anual.
Considera el análisis, que “desde mediados de 2022, la cartera de crédito en Colombia ha experimentado una notable desaceleración en su crecimiento nominal, llegando incluso a registrar tasas negativas en términos reales. En el primer semestre de 2024, el crecimiento promedio se situó en apenas 1,6% anual, una cifra significativamente menor al 11% observado en el mismo periodo del año anterior”.
Sostiene el centro de pensamiento, que “esta tendencia se atribuye principalmente a los efectos retardados del ciclo de incrementos en la tasa de política monetaria iniciado por el Banco de la República en 2021. Sin embargo, los indicadores económicos recientes muestran señales positivas de recuperación en las tasas de crecimiento de la cartera nominal”.
A juicio de los analistas, esta mejoría se sustenta en dos factores clave. Los sectores más dinámicos serán vivienda y comercial, con crecimientos esperados de 6,9% y 5,8% respectivamente.
Crecimiento
Para 2025, se anticipa un crecimiento del 5,8% anual, llevando la cartera total a $718 billones, con las carteras de vivienda y microcrédito liderando el crecimiento. Esta recuperación se verá respaldada por varios hechos: la continuación del ciclo de reducción de tasas de interés, el Pacto por el Crédito entre el Gobierno y el sector privado, que busca desembolsos adicionales por $55 billones en sectores estratégicos (vivienda, manufacturas, agropecuario economía popular y turismo), y la competencia entre bancos en el crédito hipotecario, que podría estimular la demanda de vivienda y contribuir a la reactivación general de la economía.
Este comportamiento de la cartera de crédito, contrasta con lo que se estaba presentando hasta agosto, con 17 meses de variaciones reales anuales negativas, con un registro en agosto de -4,2% explicada, de acuerdo con la Superfinanciera, por la caída en los rubros de consumo y comercial, que no pudieron ser neutralizadas por la variación positiva de las modalidades de microcrédito y vivienda.
Otro elemento negativo fue el aumento de los castigos que en agosto sumaron $1,9 billones, influenciada principalmente por las modalidades de consumo y de comercial con una participación de 79,6% y 12,7%, respectivamente.
Saldo comercial
De igual manera, la Superfinanciera dijo que el saldo de la cartera comercial disminuyó $96.500 millones ante el aporte negativo de segmentos como factoring ($298.900 millones) y constructor ($275.400 millones). La tasa de aprobación de este portafolio alcanzó 88,4% del número de solicitudes y se desembolsaron $22,8 billones.
La Superintendencia Financiera de Colombia tiene por objetivo supervisar el sistema financiero colombiano con el fin de preservar su estabilidad, seguridad y confianza, así como, promover, organizar y desarrollar el mercado de valores colombiano y la protección de los inversionistas, ahorradores y asegurados - crédito Nelson Bocanegra/Reuters
Por su parte, en agosto, la cartera de consumo continuó en la fase de decrecimiento del ciclo de crédito con una variación nominal de -5,1% y real anual de -10,6%. De esta tasa, el 64,9% se explica por el producto de libre inversión, que acumula un decrecimiento real anual de -20,4%.
Le precede consumo de bajo monto (-34,4%) y le sigue crédito rotativo (-19,4%). En contraste, la categoría otros portafolios de consumo creció 28,9%. Los desembolsos en consumo en agosto alcanzaron $13,8 billones.