Aunque el golpe que recibió la industria textil, y por consiguiente las confecciones, prendas de vestir y calzado, fue uno de los más duros de la historia tras el cierre de mercados ante las cuarentenas y demás restricciones por la pandemia de covid-19, desde que el país abrió sus puertas el sector empezó a revertir ese panorama y ahora es pilar fundamental del Producto Interno Bruto.
De acuerdo con una investigación del equipo económico del Bancolombia, el sector viene recuperándose a tal ritmo que las compras de prendas de vestir están cerca de alcanzar los niveles de 2019, y en algunos subsectores manufactureros, como textiles y confecciones, ya se han superado.
Durante 2021, el sector comercio ha presentado un proceso de recuperación durante el primer semestre, con un crecimiento del 15,2%, superior al agregado de la economía (9,4%). Esto evidencia un proceso de recuperación más rápido en comparación con el balance general de la economía colombiana en la primera parte del año, remarcando que el comercio es una de las actividades más importantes de la economía nacional, ya que genera cerca del 19,5% del total de ocupados en el país.
En comparación con 2020, entre enero y agosto de 2021 la dinámica del comercio de prendas de vestir y calzado presentó un desempeño positivo a partir de marzo. Estos resultados están relacionados con la existencia de un efecto base derivado de la coyuntura de 2020, razón por la cual se presentan tasas de crecimiento a doble o, incluso, triple dígito.
El comportamiento
Entre enero y agosto de 2021, en comparación con 2020, el comercio minorista registró un crecimiento del 13%, mientras que las ventas de prendas de vestir y calzado presentaron crecimientos del 64% y 60%.
Para el caso específico de prendas de vestir y calzado, entre enero y agosto de 2021 las ventas se encuentran por debajo de los niveles observados en 2019, presentando variaciones negativas del 7% y del 14%, respectivamente. Es importante resaltar que el proceso de recuperación ha tenido algunas limitaciones considerables, como la falta de confianza de los consumidores, el episodio de crisis social durante el segundo trimestre, un proceso de ajuste lento del mercado laboral, una alta volatilidad en la tasa de cambio y un contexto retador en materia de las cadenas de suministro, derivado del estrés actual en el transporte marítimo y la logística internacional.
Con la información del Grupo Bancolombia, se construyó el índice de cuentas Bancolombia, que recopila la dinámica reciente de las transacciones de ingresos a las cuentas de nuestros clientes del sector moda. A partir de este indicador podemos analizar, en algunos casos con menor rezago estadístico, la dinámica en los ingresos de las empresas del sector que no se encuentran de cara al cliente final y, a su vez, permite un mayor nivel de desagregación en comparación con algunas fuentes oficiales.
El comercio
De acuerdo con este índice, los subsectores de comercio al por mayor de textiles y prendas de vestir presentan la dinámica más positiva en lo corrido del año, mientras que el comercio al por mayor de calzado presenta el ritmo de recuperación más lento. Es importante resaltar que, para todos los subsectores, la tendencia viene siendo creciente durante los últimos meses y durante marzo, junio y agosto, todos registraron variaciones por encima del promedio de 2019.
Otro indicador que vale la pena analizar son las compras que realizan los tarjetahabientes Bancolombia en cada una de las regiones del país. Revisando las variaciones 2021 frente a 2019 por mes, se observa el impacto en las compras por el pico de la pandemia en abril, así como la afectación en mayo en la región occidental, a raíz de la crisis social por el paro nacional y los bloqueos. Por otro lado, es evidente que la región que viene recuperándose de manera más lenta es Bogotá y Cundinamarca, a pesar de registrar una variación positiva en septiembre, después de seis meses de crecimientos negativos.
Impacto del dólar
Por el lado de la producción, los subsectores asociados a la manufactura local de la industria de la moda incluyen la hilatura, tejeduría y acabado de productos textiles, confección de prendas de vestir, calzado, curtido y recurtido de cuero, y artículos de viaje y bolsos de mano. Analizando el índice de ingresos a cuentas Bancolombia, se puede observar que la producción de curtido y recurtido de cuero, productos textiles y confección de prendas de vestir presentaron los mejores desempeños, en la medida en que se encuentran por encima de los niveles prepandemia (2019).
Estos sectores han sabido aprovechar la coyuntura actual de altos niveles del dólar, sumado a los costos elevados y demoras en el transporte marítimo que, al final, generan mayores retos para las importaciones y, al mismo tiempo, mejores condiciones para los productores locales.
Le puede interesar: Emisor: economía habría crecido 12,7% en el tercer trimestre
En términos generales, las cifras del DANE muestran comportamientos de los subsectores alineados con lo observado en el Índice de ingresos a cuentas Bancolombia. Las ventas han presentado un buen desempeño en las actividades relacionadas con hilatura, tejeduría y acabado de productos textiles, con una tasa de crecimiento del 41% entre enero y agosto del 2021 frente al mismo periodo de 2020.
En la misma línea se encuentra confección de prendas de vestir, que durante el presente año ha presentado variaciones positivas durante todos los meses con la excepción de mayo, como consecuencia de los problemas de orden público; sin embargo, la tasa de crecimiento de las ventas entre enero y agosto ronda 56%.
La producción
Al igual que las ventas, entre enero y agosto de 2021, la producción del sector textil y de confecciones se ha recuperado de manera importante, registrando un crecimiento del 52% en comparación con el mismo periodo de 2020.
Las actividades relacionadas con hilatura, tejeduría y acabados de productos textiles son las de mejor desempeño, con una tasa de crecimiento cercana al 45% entre enero y agosto del 2021 vs. 2020.
En la misma línea se encuentra la confección de prendas de vestir, con una tasa de crecimiento de 60%, mientras que para el caso de curtido y recurtido de cueros, el crecimiento durante 2021 frente a 2019 continúa siendo negativo. Sin embargo, durante junio, julio y agosto la producción se incrementó en cifras cercanas al 7%, señal de recuperación.
En cuanto a la producción de calzado y artículos de viaje y bolsos de viaje, el crecimiento en la producción no ha sido en la magnitud necesaria para superar los niveles de un escenario prepandemia.
Esto puede estar relacionado con los incrementos en los precios de los insumos, una lenta reactivación del sector turismo y los choques en la demanda, dado que los ingresos de los hogares no se han podido recuperar por completo, lo que afecta las compras de esta clase de bienes.
Bien las exportaciones y las importaciones
Las exportaciones del sector textil y de confecciones, entre enero y agosto, ascendieron a US$598 millones. En comparación con el mismo periodo de 2020 se incrementaron US$250 millones, con un crecimiento del 72%. Sin embargo, con respecto al mismo periodo de 2019, para aislar el efecto de la pandemia, las exportaciones del sector disminuyeron cerca de 40%.
Debido a los incrementos en los precios derivados de los problemas logísticos y de la volatilidad en la tasa representativa del mercado, es importante analizar los resultados en volúmenes. Para el periodo de referencia, las exportaciones del sector totalizaron 70.824 toneladas, con un incremento del 91% frente a 2020 y del 9% con respecto a 2019.
Las importaciones del sector textil y de confecciones entre enero y julio alcanzaron US$1.540 millones. En comparación con el mismo periodo de 2020 se incrementaron 32% y con respecto a 2019 disminuyeron 3%. Cabe resaltar que, durante 2020, el capítulo del arancel y demás artículos textiles confeccionados presentó un comportamiento sobresaliente, dado que dentro de esta categoría se incluyen los tapabocas y otros implementos de bioseguridad.
En cuanto a los resultados en cantidades, las importaciones entre enero y julio alcanzaron 320.279 toneladas, presentando variaciones positivas con respecto al mismo periodo de 2020 y 2019, con tasas de crecimiento del 76% y 13%, respectivamente.