Solo 4 de cada 10 colombianos destinan parte de sus ingresos al ahorro | El Nuevo Siglo
EN COLOMBIA se debe incentivar el ahorro de la población desde muy joven, cuando los bancos hacían campañas. /Valora Analitik
Martes, 24 de Octubre de 2023
Redacción Economía

EN COLOMBIA hay mucho camino por recorrer en materia de ahorro. Solo 4 de cada 10 ciudadanos destina parte de sus ingresos para ese propósito. Esto significa que solo el 42% de los adultos ahorran o invierten.

Así lo concluye un estudio de Asobancaria. Andrés Duque, director de educación financiera del centro de pensamiento, dijo que “resulta innegable que Colombia enfrenta grandes desafíos en cuanto a su cultura de ahorro. Nuestro compromiso es aumentar los adultos que ahorran e invierten a 2030, que pasen del 42% al 71% con nuestros programas, campañas, capacitaciones e iniciativas en conjunto con nuestros agremiados para lograr este objetivo”.

Al mirar por edades, las personas que más ahorran están entre los 26 a los 35 años (53,9%) y los que menos lo hacen son los que tienen más de 56 años (30%).

El documento destaca que el porcentaje de ahorro de los hogares en Colombia durante los últimos 10 años se ha mantenido entre 7,7% y 10%. Sin embargo, revela que países como Suiza llegan al 22% (país con mayor tasa de ahorro doméstico), México al 19% o Chile al 13% en 2020, mostrando que en términos macroeconómicos es importante seguir creando incentivos para que los colombianos ahorren más de sus ingresos.

Comparado con otros países de América Latina, Colombia se ubica en el octavo lugar en cuanto a ahorro en cuentas financieras o dispositivos móviles, con solo el 13% de la población ahorrando en estas modalidades, según el informe Global Findex 2021 del Banco Mundial.

 

Razones

Expertos señalan que los bajos ingresos, la falta de confianza en el sector financiero y la escasa educación financiera son factores que inciden en el bajo índice de ahorro en Colombia. Es fundamental promover incentivos y programas que fomenten el ahorro de los ingresos de los colombianos.

El informe destaca que al revisar cómo está la situación por regiones, evidencia que Bogotá por sus ingresos y diversidad de población es la ciudad donde más se ahorra con el 57,4% de sus ciudadanos, seguida por Cundinamarca con el 46,9% y Norte de Santander con el 46,4%.

En contraste, los tres que menos lo hacen son Boyacá, donde solo el 30% de las personas adultas lo hacen; Córdoba, con un 26,2% y Chocó, zona del país donde solo un 25% ahorra.


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Precisamente, en octubre se celebra el mes del ahorro y ante ello, Duque recalca que “debemos concientizar a los colombianos sobre las formas, beneficios e instrumentos que permiten un ahorro eficiente, seguro y adecuado para aumentar su bienestar financiero. Por lo que invitamos al sector financiero y demás organizaciones enfocadas en este proyecto a seguir comprometiéndonos con el bienestar financiero de los colombianos”.

De acuerdo con el análisis, más del 92% de la población adulta en Colombia posee al menos un producto financiero. Según el gremio bancario, para septiembre de 2022, cerca de 23,03 millones de personas tenían Depósitos de Bajo Monto, lo que marcó un incremento del 9,1% en comparación con las cifras de 2021.

Asobancaria también señaló que durante el mismo periodo, 29,6 millones de adultos mantenían una cuenta de ahorro (CA), experimentando un crecimiento del 2,5% con respecto a los datos de finales de 2021. Del total de adultos con este producto financiero, el 64,9% lo tenía activo

 

Mejoran expectativas

Sobre este comportamiento, hay expectativas positivas. En medio del actual escenario de inflación y el incremento de precios en diversos productos y servicios, los colombianos se están volcando hacia el hábito del ahorro como una medida importante para contrarrestar esta situación. Especialmente, aquellos con ingresos fijos, encuentran crucial guardar parte de sus ganancias.

Un reciente estudio realizado por Pibank sobre el ahorro, señala que las personas pertenecientes al estrato 3 están ahorrando entre el 8% y el 30% de sus ingresos, mientras que aquellas del estrato 4 ahorran entre el 2% y el 15%. En cuanto al estrato 5, el rango de ahorro oscila entre el 10% y el 20%, y finalmente, para el 6, el rango se encuentra entre el 10% y el 30%.

El promedio de ahorro de los encuestados se sitúa entre $ 500.000 y $ 1.000.000, alcanzando incluso los $ 3.000.000 mensuales en el estrato 6. No obstante, el estudio también reveló que aquellos pertenecientes al estrato 6 podrían ahorrar cantidades aún mayores, pero prefieren utilizar productos financieros especializados como fiducias o cuentas en dólares para administrar esos recursos superiores.

El análisis demuestra que la capacidad de ahorro de los encuestados depende de sus ingresos y de las metas futuras que se planteen. Para lograrlo, utilizan diferentes mecanismos como fondos de empleados, cuentas de ahorro o CDT, entre otros. Además, el estudio concluye que los colombianos tienen un genuino interés por ahorrar y buscan hacerlo a través de productos financieros que ofrezcan respaldo, bajos costos de uso y mayor rentabilidad.

En este contexto, Begoña Martínez, vicepresidente de banca directa de Banco Pichincha, afirmó que “desde el Banco estamos convencidos de que propuestas seguras, con buena rentabilidad y que faciliten el ahorro, son el camino para mejorar las finanzas personales de los colombianos”.

 

¿Cuenta de ahorros?

Respecto a los instrumentos de ahorro, el estudio reveló que el 100% de los encuestados considera que las cuentas de ahorro son un producto indispensable en su vida diaria. Aunque, la mayoría las utiliza como un medio transaccional para recibir la nómina y realizar pagos o transferencias, pero no como una herramienta de ahorro en sí misma. Por otro lado, las cuentas remuneradas son consideradas como instrumentos de ahorro e inversión para aquellos que desean guardar su dinero en un lugar que genere rentabilidad, es decir, que pague intereses por los fondos depositados.

“La investigación realizada nos ha revelado que la mayoría de los clientes no entiende los términos financieros. Por esta razón, en Pibank nos hemos propuesto crear una campaña que resalte las ventajas de nuestro portafolio de productos de ahorro, evitando confusiones e imprecisiones”, explicó Martínez.

En línea con esto, Pibank ha lanzado al mercado la iniciativa “¡Entiéndelo fácil!” con el objetivo de posicionarse como una marca que se destaca por su lenguaje claro y transparente. A través de esta campaña, se busca explicar de forma sencilla los términos financieros y las ventajas de sus productos, con el fin de concienciar a los colombianos sobre la importancia del ahorro.

No en vano, hasta el 29 de septiembre, en el país se registraron $ 270 billones en cuentas de ahorro, una reducción en comparación con los $ 291 billones en el mismo periodo del año anterior.

 

Menor poder adquisitivo

El poder adquisitivo de los colombianos se ha visto afectado por la inflación alta y persistente (11,8% a julio de 2023), y ya completa 24 meses por fuera del rango meta del Banco de la República.

De hecho, por niveles de ingresos, los hogares pobres y vulnerables han sido los más perjudicados por el alto crecimiento de los precios.

El incremento de la tasa de interés del Emisor inició en septiembre de 2021 y continuó hasta alcanzar niveles restrictivos para el crédito y el crecimiento económico desde el año pasado.

Ese ciclo alcista llevó la tasa de referencia de 1,75% a 13,25%, lo que se transmitió hacia las tasas de interés del mercado, con la presión adicional de las medidas prudenciales del Coeficiente de Fondeo Estable Neto que generaron un encarecimiento del fondeo, explicó Asobancaria.

Además, la alta inflación y altas tasas de interés estrecharon las condiciones financieras de los hogares y han ocasionado desaceleración en el crecimiento del ingreso disponible de los hogares y una reducción importante en la tasa de ahorro.

Asobancaria estimó que alrededor de 2 millones de personas podrían quedar excluidas del crédito por cuenta de esta coyuntura, lo que desde luego sería contraproducente en medio de los esfuerzos del sector financiero y el Gobierno para otorgar créditos por primera vez a 1 millón de personas en el marco del financiamiento a la economía popular y comunitaria.

La dificultad de los hogares para pagar sus obligaciones podría generar reportes negativos en centrales de riesgo y, de no normalizarse la situación, esto podría traducirse en exclusión financiera.