EL PANORAMA de la economía colombiana sigue generando incertidumbre a nivel internacional, ayer la calificadora de riesgo S&P Global Ratings revisó la perspectiva de las notas de largo plazo de Colombia, pasándola de estable a negativa.
“Confirmamos nuestras calificaciones soberanas de largo plazo en moneda extranjera de 'BB+' y 'BBB-' en moneda local de largo plazo de Colombia. También confirmamos nuestras calificaciones de corto plazo en moneda extranjera de 'B' y de corto plazo en moneda local de 'A-3'”, señaló la calificadora.
En cuanto a la perspectiva, S&P indicó que: “Esperamos una amplia continuidad en la política fiscal y monetaria dentro de un entorno político estable. Nuestra perspectiva es negativa porque una confianza de los inversores potencialmente débil y persistente, que afecta la inversión del sector privado, puede presentar riesgos para nuestras expectativas de que el crecimiento del PIB vuelva a su tendencia de poco más del 3% en los próximos dos años. El bajo crecimiento económico puede indicar una menor resiliencia económica y, en ausencia de medidas correctivas, podría contribuir a un deslizamiento fiscal o a mayores vulnerabilidades externas”.
Posibles escenarios
De igual manera, la calificadora no descartó un escenario negativo, aduciendo que: “Podríamos bajar la calificación de Colombia durante los próximos dos años si el crecimiento económico está por debajo de nuestras expectativas. También podríamos bajar la calificación si déficits de cuenta corriente mayores a lo esperado empeoran el ya débil perfil externo de Colombia o si un deslizamiento fiscal inesperado contribuye a debilitar las finanzas públicas”.
Para S&P la posibilidad de un escenario positivo está condicionada: “Podríamos estabilizar la calificación durante los próximos 12 a 24 meses si percibimos menos riesgo para la tendencia de crecimiento económico esperado de Colombia, probablemente junto con medidas de política que mejoren el perfil financiero del soberano. Un sector exportador más grande y diverso, que ayude a reducir la vulnerabilidad externa y fortalecerla resiliencia económica, podría ayudar a estabilizar la calificación”.
En la explicación de la rebaja de la nota, la firma calificadora hace una serie de análisis de aspecto políticos económicos, en donde señala, por ejemplo, que el Gobierno no tiene mayorías en el congreso para aprobar sus principales reformas. Destaca aspectos como la reforma tributaria del año pasado, el reajuste en el precio de la gasolina para reducir el subsidio y el aumento en los valores de los peajes a partir de este año.
“Sin embargo, el débil sentimiento del sector privado ha contribuido a la baja inversión, a pesar de una rápida recuperación de la última recesión. La economía creció más del 9%, en promedio, durante el periodo 2021 - 2022, gracias a una política fiscal expansiva, tasas de interés en mínimos históricos y términos de intercambio favorables (altos precios de sus exportaciones de petróleo y carbón). Una política monetaria estricta y un ajuste fiscal sustancial recortaron el crecimiento del PIB en 2023 a probablemente un 1,2%. Es probable que el crecimiento se mantenga estable en 2024 en 1,3%, lo que refleja la débil demanda interna (a pesar del inicio de los recortes de las tasas de interés por parte del banco central en diciembre de 2023), y es posible que la inversión no repunte este año”, señaló la calificadora.
Agregó que, “Las perspectivas de crecimiento a largo plazo de Colombia dependen en gran medida de acelerar su ritmo moderado de construcción de nueva infraestructura física para reducir costos y estimularla diversificación de las exportaciones. Las debilidades institucionales y los desafíos políticos han retrasado muchos proyectos”.
Finalmente indicó que, “Las finanzas públicas de Colombia podrían sufrir posibles déficits de ingresos debido a los menores precios de las materias primas. La reforma fiscal de 2022 apunta a alrededor del 1,3% del PIB en ingresos adicionales, pero podría generar menos dinero si disminuyen las recaudaciones de los sectores de materias primas de la economía”.
A su turno, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda y Crédito Público, resaltó que “en noviembre de 2023 el Indicador de Seguimiento a la Economía repuntó 2,3%, lo que contribuye a mejorar la perspectiva de crecimiento económico para el 2024”. Además, también dijo: “junto con los planes de reactivación económica que está diseñando el Gobierno nacional, se mejorará el perfil crediticio del país y se continuará con el desempeño óptimo de la política económica”.