Hoy, día en el que se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico, la Secretaría Distrital de la Mujer hizo públicas unas cifras en las que se estima que el trabajo doméstico aporta alrededor del 17% del PIB de Bogotá ($21,3 billones) y el 76% de las horas dedicadas a estas actividades son realizadas por mujeres. 

De acuerdo con la Encuesta de Uso del Tiempo del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE 2017, las mujeres utilizan alrededor de cinco horas y 33 minutos semanales para las tareas del hogar, mientras que los hombres utilizan solo dos horas y 22 minutos. Estas cifras muestran que las mujeres siguen teniendo a cuestas la carga de las tareas domésticas, lo que tiene efectos negativos sobre su salud, así como sobre el uso del tiempo dedicado a la educación, la participación, el descanso, las actividades de autocuidado y el empleo remunerado. 

Adicionalmente, el desarrollo de actividades domésticas también conlleva una serie de dificultades para acceder a trabajos de tiempo completo y mejor remunerados para las mujeres, ya que solo pueden asumir medias jornadas o trabajos informales que les brinden flexibilidad horaria, afectando su estabilidad laboral y los ingresos que reciben.

En este sentido, de acuerdo con cálculos del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género, el 77% del total de horas de trabajo doméstico son realizadas por las mujeres. Y a mayor número de hijos e hijas y a mayor edad de la mujer, la carga de trabajo se incrementa. 

Socialmente, se ha asumido que el trabajo doméstico es una obligación “natural” de las mujeres, o ha tendido a justificarse como una “muestra de amor”. Sin embargo, esta es una actividad sobre la cual se desconoce la sobrecarga de trabajo que las mujeres tienen, lo cual se amplía para quienes además cuentan con un trabajo remunerado que implica una doble o triple jornada laboral.

En ese sentido, y de acuerdo al DANE, para el periodo 2016 -2017, el 12,7% de las mujeres sienten que el tiempo no les alcanza para realizar todas sus actividades, mientras que para los hombres este porcentaje es del 8,1%. 

Por último, es importante recordar que en Colombia hubo un importante avance en materia de reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado a través de la Ley 1413 de 2010. Abriendo la puerta a la valoración económica de esta labor, esta ley le ha permitido identificar el uso del tiempo de las mujeres y cuantificar su aporte a la economía.