Antibióticos y enfermedades incurables | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Junio de 2014

A  lo largo de la historia del mundo la medicina ha luchado sin tregua contra las dolencias que en todo tiempo  han afectado a los seres vivos. Desde los tiempos del griego Hipócrates, fundador de la medicina experimental, Claudio Galeno, otro médico griego que vivió en Roma, quien hizo grandes descubrimientos en anatomía y fisiología; Ambrosio Paré, gran cirujano francés, quien hizo importantes aportes con nuevo tratamiento de heridas.

Mucho siglos más adelante científicos como Alexander Fleming descubrieron los antibióticos, que representaron el mayor avance conocido para vencer las infecciones. Durante décadas estos fármacos fueron eficaces contra virus y bacterias. Ahora otra vez los investigadores están en la labor de investigar y experimentar para producir nuevos antibióticos de mayor potencia ya que en los últimos años las bacterias han desarrollado formidable resistencia a los tradicionales como la penicilina y otros.

Quizá el mal uso de estos productos ha conducido a esta situación de riesgo, en la que una infección simple puede complicarse y llevar a desenlaces fatales.

Asimismo la ciencia no obstante los grandes esfuerzos en muchos laboratorios de distintos países y continentes, no ha conseguido derrotar a enfermedades que en este tercer milenio son amenaza contra la humanidad como el Sida, el Ébola, aun ciertas variantes de la tuberculosis.

La Organización Mundial de la Salud -OMS- ha advertido que si persiste la utilización inadecuada de antibióticos  surgirían ‘supermicrobios’ fuertes a toda clase de medicamentos. Esto podría llevar a un retroceso del mundo a épocas en que una leve infección causaba el deceso.

Dado que son tan numerosas y se multiplican rápidamente, algunas bacterias y virus pueden sobrevivir a la acción de prácticamente cualquier medicamento y, tal como dice el refrán, lo que no mata a estos microorganismos los hace más fuertes. Los microbios que de por sí tienen una ligera resistencia a los antibióticos logran sobrevivir, se replican y así transmiten sus genes a otras generaciones.

Si un paciente no toma la dosis completa de fármacos para eliminar del todo la infección, los microbios desarrollan resistencia con mayor rapidez. Si la gente se administra antibióticos cuando no los necesita - para tratar infecciones virales como la gripe -, las bacterias que se encuentran de forma natural en el organismo desarrollan resistencia y comienzan a propagarse.

Se require mayor esfuerzo coordinado para realizar mayores inversiones en medicamentos y en la lucha contra las enfermedades infecciosas en todo el mundo.

 Más recursos son indispensables para reducir a la mitad la mortalidad de cinco enfermedades: neumonía, diarrea, Sida, malaria y tuberculosis.  Cálculos de la OMS sitúan la inversión en 15 mil millones de dólares durante el próximo decenio para reducir a la mitad la mortalidad por casus de etas enfermedades 

Justo como  los humanos, los microorganismos tales como bacterias y virus han encontrado históricamente formas de superar las amenazas naturales para sobrevivir. En el caso de las bacterias, sin embargo, su evolución no se mide en décadas o siglos. Sus procesos reproductivos y evolutivos se producen más rápido que en los seres humanos y pueden adaptarse a los ambientes hostiles en cuestión de meses o años.

Es un desafío para la medicina el surgimiento de virus super-resistentes, y va a ser necesario un esfuerzo de grandes magnitudes para enfrentar el reto de que plantean bacterias y enfermedades incurables.