Arrollador triunfo conservador | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Septiembre de 2013

*Mayoría absoluta en el Bundestag

*La mujer más poderosa del mundo

 

Según la revista Forbes la Canciller alemana es la mujer más poderosa del mundo. En el momento de escribir estas líneas todo parece indicar que Ángela Merkel  ha obtenido la mayoría absoluta en el Parlamento para su tercer mandato. Triunfo que anticipamos en pasado editorial de El Nuevo Siglo, pese a que aves de mal agüero afirmaban que podría sufrir algunos contratiempos electorales que la obligarían a una alianza con los socialdemócratas, dado que el Partido Liberal sufrió un descalabro en las pasadas elecciones. Las proyecciones oficiales difundidas por la televisión indican que la  Unión Demócrata Cristiana obtuvo el domingo un triunfo arrollador en las elecciones  generales alemanas, con el 42,5% de los votos que sumados a sus aliados de la CSU de Baviera, subieron en 86 puntos con respecto a las elecciones del 2009, lo que les permite obtener un diputado más que los otros partidos. La socialdemocracia alcanzó un segundo lugar, muy lejos de sus aspiraciones con el 26 %. En estos momentos se especula que el Partido Liberal que participó del gobierno con la Canciller es probable que con 4.5 puntos, escrutado más del 90%, no alcance a pasar el umbral de 5% de los votos, sin el cual se hundirían las aspiraciones de sus candidatos a los parlamentos  por la Cámara Baja. Penoso resultado con el que no contaban los analistas políticos. Los verdes y otros sectores contestatarios no reverdecieron y sacaron modestas votaciones, posiblemente a costa de los liberales. Es posible que de todas formas, sí tenga la mayoría en el Parlamento, se negocie  una coalición con las minorías que pasaron el umbral electoral.

Los principales países miembros de la Unión Europea, incluida Francia, pese a que  su presidente Francois Hollande, en los inicios de su gobierno pretendió ensayar una alianza contra la Canciller alemana para torcerle el brazo en cuanto a su dura política económica, finalmente, no encontró eco entre los gobernantes más importantes y desistió de su empeño, para aceptar las rígidas fórmulas que los alemanes impusieron desde el Banco Central Europeo, para conjurar el déficit y el gasto público, requisito sine qua non, para refinanciar sus deudas y recibir nuevos préstamos. En ese sentido es de anotar que el presidente Mariano Rajoy, de España, ha sido uno de los que ha seguido a rajatabla los dictados económicos de Berlín, con un altísimo costo político y en medio de tormentosos debates en el Parlamento, que por los últimos indicadores sobre la economía Ibérica muestran una leve recuperación. Italia,  con un gobernante de izquierda que tiene el apoyo de Silvio Berlusconi, sigue las disposiciones del Banco Central Europeo.

 Lo interesante del  triunfo de la señora Merkel y su inmenso influjo en Europa, que la política que se les impone a los países miembros de la Unión Europea, es la misma que Alemania ha seguido a rajatabla. Por lo mismo esa autoridad moral y política que se le reconoce a la señora Merkel acrecienta su prestigio nacional e internacional. La Canciller apareció en la televisión agradeciendo el apoyo que le ha dado el pueblo alemán para otro mandato constitucional, para seguir con la política que destaca a su país como una potencia económica y el músculo de la Unión Europea. El resonante triunfo electoral le permite segur con su política exterior, de cierta independencia, que, entre otras cosas, la aparta de los intentos belicistas de algunos de sus socios. 

Las breves palabras de la señora Merkel, al reconocer la victoria estruendosa de su partido la Unión Demócrata Cristiana, en las elecciones parlamentarias de ayer, resumen su voluntad política de elevar a su país entre las demás naciones del globo por medio de una política conservadora de grandes esfuerzos productivos, de una diplomacia sutil, manejar y colaborar inteligentemente con sus vecinos para recuperar la zona euro. Su consigna no deja lugar a dudas: “Juntos haremos que  los próximos cuatro años vuelvan a ser años exitosos para Alemania”. Y advirtió con cierta ironía que era temprano para hablar de coaliciones.

Los sondeos de los medios de comunicación en Alemania muestran que cuando se le pregunta a la gente del común si está satisfecha con el gobierno de la Canciller, un 70 por ciento de los ciudadanos  responde que sí. Porcentaje de aceptación que no obtiene ningún otro político alemán. La sigue  el democristiano Wolfgang Schäuble, su ministro de finanzas. Lo que demuestra que el realismo alemán ha prevalecido sobre cualquier otra consideración para su reelección, puesto que sus ambiciosos y notables resultados político-económicos están a la vista.