Efectos de la gira presidencial
Periplo por el Medio Oriente
El periplo del presidente Juan Manuel Santos por Europa en solicitud de fondos para el posconflicto resultó positivo, le permitió explicar a fondo a los gobernantes extranjeros los alcances de nuestra diplomacia en La Habana. En Madrid, en el Palacio de la Moncloa, el presidente Santos y su homólogo español, Mariano Rajoy, analizaron los avances en la política de paz y el aporte de España. Se destaca que el presidente Rajoy, no solamente respaldó los esfuerzos por la convivencia que promueve el gobierno en Bogotá, se comprometió a contribuir con fondos para el posconflicto y sobre todo a ser un enlace con Europa para la inversión en nuestro país, lo mismo que en considerar a Colombia como el puente para la política internacional y la inversión en la región y en los países del Pacífico. En el Palacio de la Zarzuela, en un almuerzo con el rey Felipe VI, el monarca expresó el más vivo interés por el esfuerzo en procura del entendimiento pacífico y la restauración del orden en Colombia. Los avances que logró en España Santos se consolidaron en Europa en el encuentro con la canciller de Alemania, Ángela Merkel, en tanto la dirigente destacó el compromiso de esa potencia por la paz en lo universal y en particular en Colombia, por lo que apoyó la intención de la banca alemana de hacer préstamos blandos y a largo plazo para aliviarnos la carga financiera del posconflicto, así como reiteró el apoyo oficial al proceso. Al resto de países miembros de la UE que visitó el Presidente se extendió la acogida favorable y de apoyo financiero y político, según sus posibilidades.
La canciller María Ángela Holguín ha tenido un papel trascendental en la estrategia de Colombia por fortalecer los lazos en el exterior, difundir y comprometer a terceros países en el apoyo a la política de paz de Colombia. Es común que ella viaje con el Presidente, se distribuyan las competencias y se refuercen mutuamente, binomio que ha obtenido notables resultados que en ocasiones no trascienden a los medios por su confidencialidad. En otras oportunidades la Canciller se desplaza antes o después de la visita presidencial. Es así como el año pasado estuvo de visita oficial en Marruecos, donde la recibió con honores el rey Mohamed VI, gran amigo de Colombia, y a quien se le reconoce en el globo por el talento con el cual ha conseguido mantener a su país fuera del espiral de violencia que envuelve a los países árabes. Lo que se debe a que el monarca ha sido un campeón de la democracia y defensor de la propiedad privada, convirtiendo a su país en uno de los más seguros y mejores mercados para la inversión extranjera, que respeta la seguridad jurídica y las reglas de juego. La Canciller reconoce el esfuerzo positivo de Marruecos, que se ha transformado en un oasis de la convivencia y el pluripartidismo democrático. En esa visita convocó a las cabezas del cuerpo diplomático nuestro en los países árabes y el África, para motivarlos a fondo en promover el esfuerzo por la paz del gobierno.
La canciller Holguín es clave en el desarrollo de la política exterior de Colombia que orienta el presidente Juan Manuel Santos. La visita que tenía prevista en Gaza, no se hizo por cuanto Israel prefería que lo hiciera por Tel Aviv, lo que dilataba los tiempos del viaje y de la agenda, así que la reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riad Malki, se efectuó en Jordania, país donde, también, mantuvo un grato encuentro con el Rey y el gobierno. En todo momento la Canciller reafirmó la convicción del presidente Santos por la paz entre Israel y Palestina. Ese viaje cobró especial interés, no solamente, por cuanto complementaba la información a los gobiernos de la zona sobre los avances diplomáticos en La Habana, sino en especial para analizar la política petrolera; la caída de los precios del crudo nos atañe a todos. Es de anotar que María Ángela Holguín ha sido la primera funcionaria de su rango en Colombia que visita oficialmente a Kuwait. Al llegar a Bogotá, de inmediato les recomendó, como era apenas lógico, prudencia y menos micrófono a nuestros representantes diplomáticos en el exterior.