El Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias arrancó con bombos y platillos en 1960, gracias a la feliz iniciativa de varios empresarios y aficionados al séptimo arte que tuvieron ese sueño y se empeñaron por largos años en hacerlo realidad, encabezados por Víctor Nieto, notable ejecutivo y ferviente cinéfilo. Desde entonces, la cita se ha ido consolidando al punto de ser hoy uno de los festivales más importantes del continente.
Esta semana arranca la edición 55 del Festival y, como siempre, la expectativa es de marca mayor por la gran cantidad de invitados especiales, famosos actores colombianos y latinoamericanos, luminarias del cine mundial y directores con amplia y reconocida trayectoria. El número y calidad de las cintas en competencia y exhibición no hace más que evidenciar el prestigio internacional del evento en La Heroica.
A lo anterior se suma que las modalidades son muchas: ficción, largometrajes iberoamericanos, oficial documental, largometrajes iberoamericanos de documental, competencia oficial de cine colombiano, largometrajes colombianos de ficción y documental, competencia oficial cortometrajes, cortometrajes iberoamericanos de ficción, documental y animación, y concurso de video para nuevos formatos… Se confirma así que el Festival cartagenero tiene una lupa cada vez más especializada, con criterio más maduro y jurados de talla internacional. Ello explica también por qué grandes maestros del cine mundial y una selección de películas destacadas durante 2014 y 2015, premiadas en los principales festivales del mundo, estarán a la vista de conocedores y público en general.
Víctor Nieto, eterno enamorado de Cartagena, se refería siempre a la promoción de hacer el Festival en la bella ciudad amurallada. Solía decir a la prensa que “cualquier ciudad del mundo envidiaría lo que está sucediendo en Cartagena, convertida otra vez en sitio ideal para la filmación de películas de largometraje, con grandes estrellas, grandes productores, grandes presupuestos en dólares, aprestigiados directores. Ninguna ciudad colombiana ha sido escenario de filmaciones como Cartagena”.
Hemos recalcado en no pocas ocasiones desde estas páginas cómo la ciudad amurallada se está convirtiendo en una meca artística en nivel continental, desde la música, la literatura, el cine y un gran menú de festivales, foros, eventos, exposiciones, conversatorios, concursos… Una especie de Atenas caribeña que cada día reinventa y renueva su oferta cultural.